Cuando el alma llora

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Todo se detuvo, los presentes fueron testigos de la locura que de repente se apoderó de Baekhyun, las pupilas de sus ojos se ensancharon y como un loco se abalanzó hacia ningún lugar gritando el nombre de Chanyeol, la incertidumbre y el temor se adueñaron del ambiente y nadie supo a ciencia cierta que hacer, excepto Hyungsik, quien luego de una rápida e infructuosa mirada a su alrededor en busca de su rival, se interpuso en medio del camino impidiendo así el avance de Baek.

― ¡Suéltame! ¡¡Déjame!!  ¡¡ ¿No ves que tengo que ayudarlo?!!

―No hay nada allí Baek ―susurró Hyungsik con el corazón roto, aferrando aún más su agarre en la cintura del pequeño.

― ¡Mentira! ¡Eres un mentiroso! ¡Todos lo son! ¡Dijeron que estaba desaparecido y no es verdad! ¿Crees que no sé que haces todo esto para vengarte de él? ¡Para ti es mucho mejor que desaparezca de una vez!

―Baek…  ―casi habló Soo, estaba asustado, observaba la escena y a su amigo fuera de control, con los ojos rojos por la histeria, las lágrimas que ahora comenzaban brotar eran un claro signo de que la situación era desfavorable, Baekhyun escaneaba ahora toda la sala, sus ojos parecían tener vida propia saltando de un lugar a otro mientras sus manos luchaban con las que lo obligaban a mantenerse lejos de su amor, un amor que había perdido de vista pero que por un momento, breve, había estado débil y maltrecho frente a él, su corazón dolía y sus ojos ardían, su vida se fraccionaba y nadie lo notaba, todos estaban en su contra y ahora Chanyeol  había vuelto a marcharse. Kyungsoo miró esta vez localizando a Luhan, en la misma posición con los ojos bien abiertos, y luego a todas partes, pero no podía ver aquello por lo que lloraba su amigo. Hyungsik tragó saliva y suspiró audiblemente aguantando heroico cada estocada que en las palabras de Baek hubo impresas.

―No sabes lo que dices.

― ¡Yo sé! ¡Yo sé que estas aquí porque mi cabeza está hueca y te permite colarte en cada uno de sus baches!

―Sabes que eso no es cierto… Baek…

―¡¡Cállate‼ ¡¡Cállate‼ ¡Chanyeol! ¿Chanyeol? ¡Oh Dios! No… No te vayas ¡¡No te vayas‼
La bofetada que impactó en el rostro de Baekhyun lo descolocó y centró al mismo tiempo por completo.

―Ya es suficiente ―habló Luhan por primera vez mirando la marca que su mano había dejado en la mejilla de su amigo ―Cálmate ahora.

Kyungsoo dejó escapar un sollozo cuando los ojos marrones de Baek lo miraron con tanto dolor que pudo sentirlo en su pecho, nunca, en todos los años que habían pasado juntos había visto a su mejor amigo así, era como si su temperamento se hubiera mezclado con lo que fue y lo que era ahora, Hyungsik por su parte solo estaba allí, un tanto deshecho, un tanto avergonzado mientras daba pequeños golpecitos en la espalda de su ex, quien muy bajo lloraba desconsolado, porque, a fin de cuentas todos sabían que en efecto; y aunque quizá la manera de decirlo había afectado en cuanto a credibilidad se tratase, había sido un tonto egoísta, enamorado del chico que tantas veces lo había rechazado, y no ya contento con ello intentando reemplazar a quién sí había amado. Luhan decidió tomar cartas en el asunto, había sido entretenido ver la locura reflejada en el rostro de su amigo pero ya estaba bien, ordenó a Hyungsik que lo recostara en su recamara mientras el preparaba algo caliente que calmara los ánimos, y a Soo que le hablara a Jongdae, Baek, ese día más que nunca necesitaba a su loquero, si lo pensaba con detenimiento no eran tan diferentes, justo había comprobado con aquel episodio cuan parecidos eran Baekhyun y él en realidad, porque sí, tenía claros sus objetivos y creía fielmente en que el fin justificaba los medios, era cierto que le importaban tres hectáreas de pepinos lo que padecieran los demás en el proceso, pero Baek no era diferente, era interesado y egoísta como él, se había aprovechado de Hyungsik para lograr sus metas o cumplir sus caprichos, luego el karma se lo había cobrado cuando fue éste quien se aprovechó de su piso vacío, se refería a su cabeza, para retomar la historia donde Baek la había dejado, pero bueno ese no era el punto, y sí el que él estuviera haciendo lo mismo que había hecho él con Xiumin… Baekkie era adorable, si hubieran salido del mismo vientre tal vez no compartirían tantas cosas en común, pensó irónico esbozando una sonrisa cínica.

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