Un viaje al pasado

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Chanyeol se obligó a respirar despacio, su inexistente corazón dolía demasiado y sus ojos picaban amenazando con llover a mares, era tan injusto todo para él, sabía que el mayor error de un ser humano era culparse y autoflagelarse por sus errores o los de los demás cuando estos lastimaban tu ego, o tu amor propio, el pasado no era una cadena perpetua pero él no era humano, era un ser errante con recuerdos dolorosos e imborrables, un ángel de la muerte condenado a vagar, a canalizar su dolor en el de los que perdían a alguien querido en sus manos. Sonrió tristemente recordando una frase que había leído hacía ya mucho tiempo "Lo más doloroso de la traición, es que nunca viene de un enemigo" en aquel momento no le importó, ni siquiera la interpretó porque su mundo era perfecto pero ahora, ahora ya todo era diferente, y su mundo se había desmoronado a pedazos, suspiró profundo y expulsó el aire de sus pulmones lentamente intentando dejar salir también su crudo sufrimiento, innumerables veces había deseado dejar atrás todo, olvidar para él era como una cura, porque Baekhyun había vivido sin remordimientos hasta que su tacto cambió todo, quizá debió quedarse en las sombras, cumplir su cometido y alejarse, habría sido su última misión y ahora estuviera descansando eternamente con la mente libre de pensamientos tortuosos, pero no, decidió que quería venganza y al final, el único damnificado había sido él.

Baek era un mentiroso, siempre lo había sido porque era imposible amar de verdad y luego pasar página tan cruelmente, lo sabía porque su amor, lo que había entregado era puro, había burlado la muerte y seguía latiendo en su cabeza, en su pecho, convulsionaba dentro de él exigiéndo la presencia de aquel culpable; pero esa persona había seguido adelante, y aún después de haber vuelto a verlo, de haberse dejado seducir fingiendo cosas que no sentía, de haberlo utilizado como conejillo de Indias para explorar su lujuria, se había lanzado a los brazos de la persona que él más odiaba, la única con la que siempre supo sería imperdonable la traición, esa que lo volvía loco de celos, Baekhyun no tenía perdón. Observó las vistas de la ciudad desde el puente Dongho Bridge, ese lugar donde se refugiaba cada vez que necesitaba estar sólo, por eso ignoró la presencia de Yifan quien como siempre llegó sin ser invitado y se instaló a su lado mirando allí donde sus ojos parecían perdidos, el menor agradeció su silencio, al menos eso, pero sabía que no tendría tanta suerte.

-¿Otra vez aquí? -habló Yifan al cabo de un par de minutos -Sé que cuando vienes es porque estás mal... Cómo también sé que no te place hablar de ello.

-Y sin embargo te empeñas en molestar mi tan necesitada soledad.-respondió Chanyeol en tono mordaz sin mirarlo siquiera.

-Calma muchacho...

-Calma... -susurró sarcástico Chanyeol sintiendo una tormenta formándose en su pecho -¡¿Por qué?! ¡¿Por qué debería Yifan?! ¡Llevo tanto tiempo intentando mantener la compostura que creo que voy a explotar de un momento a otro! ¡¿Tienes idea de la mierda en la que convirtieron mi existencia?! ¡¿Acaso pedí yo esto, alguien se detuvo a pensar en mí?! No... Nadie lo hizo... ¡Decidieron convertirme en una marioneta porque quizá para ustedes es divertido el sufrimiento ajeno! ¡Quizá para ustedes que no tienen ni puta idea de lo que fué su vida es entretenido observar como la mía me golpea a cada paso que doy! ¡¿Es eso?!

Chanyeol estaba fuera de control, furibundo, caminaba de un lugar a otro soltando su verborrea a todo pulmón, señalando con el dedo a un tranquilo Yifan quien por toda respuesta y aún sin mirarlo suspiró con la vista tan perdida como antes la de Chanyeol había estado.

-¿Qué sabes tú de mí Chanyeol? -preguntó después de unos minutos con voz queda -¿Tienes idea de quién soy?

-Estoy seguro de que ni siquiera tú tienes esa respuesta.

Estaba harto, iba a marcharse, visitaría al anciano y le presentaría su renuncia, no sabía si algo así era posible pero le urgía comprobarlo, tal vez si hacía enojar a los mayores su castigo sería desaparecer, cualquier cosa era mejor que lo que estaba viviendo, pero una vez más la voz de Yifan lo detuvo.

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