Infiernos personales

57 7 2
                                    

Chanyeol sólo atinó a aferrarse a las ropas de Yifan para poder mantener el equilibrio, porque verse allí después de tantos años creyéndose muerto era demasiado para él, ¿Cómo era posible? ¿Por qué nadie le había dicho? ¿Por qué le habían condenado a vagar y llevar a cabo una misión que no le pertenecía? Yifan le había dicho antes "Quizá tus recuerdos no son un castigo" le había contado su historia como parte de este consejo que en su momento no comprendió pero que ahora se le antojaba diferente, porque si aún respiraba tenía una fina línea de esperanza, observó a Kai desde su lugar y su corazón latió con fuerza sintiéndose culpable por haber olvidado a tantas personas importantes para él por culpa de su rabia, su sed de venganza, entonces alejándose de su amigo y superior decidió acercarse a su cuerpo postrado y observarlo con detenimiento, sintió como la nostalgia lo invadía y unas inmensas ganas de entrar en el envase que antes había sido él,  ahora sólo era un pedazo de carne inerte.

—No funciona así...

Habló Yifan adivinando los pensamientos de su amigo, podía leerlo en su mirada y le dolía sobremanera, pero al mismo tiempo estaba agradecido porque de una forma cruel el anciano le había otorgado a Chanyeol una segunda oportunidad, algo de lo que no todos gozaban.

—¿Cómo es posible? —preguntó el menor tocando suavemente el rostro de su cuerpo con la punta de su dedo índice —¿Por qué lo supe hasta ahora?

—Todo tiene su tiempo, no está en mis manos decidir cómo o cuando suceden ciertas cosas... Pero recuerda, sea lo que sea que estés pensando, estás ahí, aún estás vivo Chanyeol, piensa bien lo que vas a hacer a partir de hoy.

Chanyeol supo que había quedado sólo cuando sintió desaparecer la presencia de su superior, Kai y su novio hablaban con el doctor mientras abandonaban también la habitación pero él, temía que si se abandonaba podía sucumbir, así que simplemente decidió quedarse allí meditando en su siguiente paso porque, y aunque sus impulsos le exigían ir a ver a Baek, ahora su primer y más grande deseo era saber por qué estaba en aquel estado, era irónico, pero era su turno de llenar algunos espacios vacíos.

~•••~

Baekhyun abandonó la casa azul en completo silencio y sin decir una sola palabra, sus pensamientos continuaban acumulándose en su cabeza de manera cruel porque quizá había recordado muchas cosas importantes pero otras aún pujaban por salir a la superficie y él no sabía cómo ayudarlas, eso sin mencionar que los sentimientos contenidos estaban matándolo, extrañaba a Chanyeol, tanto pero tanto que su pecho dolía sólo con recordar su nombre o algún episodio de su pasado, nostalgia, era la palabra correcta, nostalgia de esos días en que pudo abrazarlo y besarlo hasta el cansancio y aún así no lo valoró y en cambio jugó con el amor de dos personas, después de su momento de lucidez el anciano lo había acompañado por un tiempo, sólo observándolo en silencio mientras su conversación con Hyungsik tenía lugar, Baek no sabía cómo explicarlo pero hablar de sus problemas existenciales frente al hombre no fue un problema, muy al contrario, esperó que al menos tuviera algo más que decir, y así fue.

—Debe ser agradable ser amado por tantas personas —murmuró mirando al castaño fijamente y Baek haciendo un puchero sólo dejó caer su cabeza sin poder estar de acuerdo.

—¿Me creería si le dijera que preferiría que no fuera así? Estoy perdido... Me siento la peor persona del mundo en este momento, porque aunque sé que después de mi accidente no busqué compañía alguna, si la encontré en Hyungsik fue justamente por como me comporté antes, debió haber sido muy duro para él tener que conquistarme a sabiendas de que podría regresar de un momento a otro a ser quien era antes, de que en cualquier momento podía dejarlo atrás.

—El amor es también una manera de morir, joven, cada quien escoge su propio infierno.

Baekhyun sonrió pesaroso y suspirando elevó una muda plegaria al cielo, deseaba tanto que el suplicio que maltrataba su vida terminara, necesitaba liberarse de la carga que sostenían sus hombros, necesitaba ser feliz, ¿Pero cómo? ¿Cómo hacerlo si ni siquiera él sabía quién era o qué quería? No sabía cómo solucionar su vida y por el contrario iba encontrando pistas que lejos de esclarecer le internaban más en la oscuridad.

ElígemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora