Capítulo 5 - Jiang.

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Gusu Lan, LanLing-Jin, Qinghe Nie y otras sectas invitadas arribaron a Yunmeng Jiang al medio día de una mañana soleada para llevar a cabo la Conferencia de Cultivo anual. Desde temprano las puertas de la secta Jiang estuvieron abiertas para recibir a sus invitados, los cuales fueron guiados por los sirvientes a las residencias a ocupar para los siguientes días.

A partir del descubrimiento del regreso de Wei WuXian y la posterior caída de Jin GuangYao otras sectas menores se abrieron camino en el mundo del cultivo, por ejemplo, la secta Zhou que apenas iba subiendo su nivel de cultivo pero prometía grandes cosas. Por lo tanto, en esa ocasión, recibió un llamado para asistir y por supuesto no pudieron negarse. Además, existía otro motivo de importancia para tenerlos en cuenta.

Nie HuaiSang fue puntual, sin perder su tan característico andar con el abanico de mano pero, ahora, con un aura fuerte, excelsa, exudante de inteligencia. Atrás quedó la imagen del soso y llorón «Niégalotodo» para ser el respetado Cultivador en Jefe, quien tenía el comando de su secta y era guía de aquellas que pudieran necesitarlo. Aunque claro, con el paso de las horas y un poco de alcohol, se asomaba el hombre juguetón que alguna vez fue mientras jugaba con sus amigos en lugar de estudiar.

Jin Ling llegó justo después. Ya entrando a sus veinte años el joven líder de secta parecía la viva imagen de su padre; se podría decir que era incluso aún más atractivo pues había cierto asomo de Jiang YanLi en sus rasgos. Además, el cambio de actitud tan fuerte que tuvo aumentó su atractivo. Dejó de ser el niño caprichoso, lleno de soledad y rencor para convertirse en un buen líder de secta que resistió el golpe a la misma y luchó, junto a su tío, para mantenerla en pie.

La secta Lan llegó casi a la par.

Lan XiChen atracó junto a Lan SiZhui y Lan JingYi en un barco con el sencillo pero elegante emblema de las nubes. Caminaron por el embarcadero hasta la residencia de la familia Jiang y después de ser anunciados los dos jóvenes maestros Lan se escabulleron un rato para encontrarse con sus amigos; en algún punto del día Lan SiZhui anotó mentalmente el asegurar un buen bonche de frescas vainas de loto para llevar a su segundo padre, Wei WuXian.

En la residencia asignada Lan XiChen se quedó solo. Preparó un poco de té caliente, como usualmente hacía, para tranquilizar su corazón o pensar con calma. La última vez que estuvo ante tantas personas interesadas en asuntos de cultivo fue en la ceremonia fúnebre que la Secta Jin realizó para Jin GuangYao. Ahí, todos pudieron observar el desfase tan profundo que reflejaba su rostro, así como el dolor y la culpa. Siempre había sido dueño de sus expresiones, era aún más experto que su hermano si de mostrar entereza y tranquilidad se trataba, pero en esa ocasión no le fue posible. A lo lejos escuchó cientos de murmullo de personas señalando su infrecuente apariencia, puede que en ese momento no les prestara atención, es más, ni siquiera creyó entender algo de lo que decían pero ciertamente recordaba aquellas palabras llenas de lástima.

Meses atrás, durante su ceremonia de boda, volvió a escuchar aquello. Se aseguró de controlar cada pequeña microexpresión, de no dar a notar nada más que el genuino interés por su prometida pero otros comentarios se escucharon por lo bajo, como esos que decían que el Líder de Secta Lan se veía muy repuesto para haber perdido a sus dos Hermanos jurados, uno a mano del otro.

Bajó la taza, miró hacia la que sería su habitación. Se encaminó hacia ella, dio un respiro y dedicó el tiempo restante a prepararse para el banquete inaugural. Lan SiZhui y Lan JingYi llegaron más tarde. La sonrisa del segundo era amplia, divertida, mostraba casi todos los dientes blanquecinos. La del primero era más tranquila, marcaba una bonita línea sobre sus labios. Los dos jóvenes dejaron sobre la mesa de centro lo que traían en las manos y esperaron en el soportal a que Lan XiChen los acompañara.

Purpúreas nubes de loto | Lan MeiLing | C A N C E L A D ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora