Intentos Suicidas para Semidioses, tomo uno. Por: Percy Jackson

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  (Lyra Black)

     DEFINITIVAMENTE PERCY JACKSON TENÍA UNOS INSTINTOS SUICIDAS QUE PODRÍAN ADORNAR UN LIBRO ENTERO DE HISTORIA DE LA MAGIA.

Yo estaba al borde del paro cardíaco, aguantada de Annabeth y mirando a Edquina y a la Quimera marcharse.

Una mujer de las noticias hablaba para la cámara:

—Probablemente no ha sido un ataque terrorista, nos dicen, pero la investigación acaba de empezar. El daño, como ven, es muy grave. Intentamos llegar a alguno de los supervivientes para interrogarlos sobre las declaraciones de testigos presenciales que indican que alguien cayó del arco.

—…un adolescente —estaba diciendo otro reportero—. Canal Cinco ha sabido que las cámaras de vigilancia muestran a un adolescente volverse loco en la plataforma de observación, y de algún modo consiguió activar esta extraña explosión. Difícil de creer, John, pero es lo que nos dicen. Sigue sin haber
víctimas mortales…

—¡Peeeercy! —Al volverme, el abrazo de oso (más bien de cabra) de Grover atrapó a Percy en su sitio—. ¡Creíamos que habías llegado al Hades de la manera mala!

—Manera fácil—Corregí para abrazar a Percy.

Cuándo nos separamos golpeé su nuca.

—¿¡Eres estúpido o te haces!?

Annabeth estaba de pie tras él tratando de parecer enfadada, pero también
ella sentía alivio por verme.

—¡No podemos dejarte solo ni cinco minutos! ¿Qué ha pasado?

—Más o menos me he caído.

—¡Percy! ¿Desde ciento noventa y dos metros?

Detrás de nosotros, un policía gritó:

—¡Abran paso!

La multitud se separó, y un par de enfermeros salieron disparados, conduciendo a una mujer en una camilla. La reconocí inmediatamente como la madre del niño que estaba en la plataforma de observación. Iba diciendo:

—Y cuando aquel perro enorme, un chihuahua que escupía fuego…

—Vale, señora —decía el enfermero—. Usted cálmese. Su familia está bien. La medicación empieza a hacer efecto.

—¡No estoy loca! El chico saltó por el agujero y el monstruo desapareció.—
Entonces vio a Percy—¡Ahí está! ¡Ese es el chico!

Me volví de inmediato y Percy de Annabeth, Grover y de mí.. Nos mezclamos entre la multitud.

—¿Qué está pasando? —quiso saber Annabeth—. ¿Estaba hablando del
chihuahua del ascensor?

Nos contó la historia de Quimera, Equidna, su rara zambullida y el mensaje de la dama subacuática.

—¡Uau! —exclamó Grover—. ¡Tenemos que llevarte a Santa Mónica! No puedes ignorar una llamada de tu padre.

Antes de que Annabeth pudiera responder, nos cruzamos con otro periodista que daba una noticia y casi me quedo helada cuando dijo:

—Percy Jackson. Eso es, Dan. El Canal Doce acaba de saber que el chico que podría haber causado esta explosión coincide con la descripción de un joven buscado por las autoridades en relación con un grave accidente de autobús en Nueva Jersey, hace tres días. Y se cree que el chico viaja en dirección al oeste. Aquí ofrecemos una foto de Percy Jackson para nuestros telespectadores.

Nos agachamos junto a la furgoneta de los informativos y nos metimos en un callejón.

—Primero tenemos que largarnos de la ciudad —le contestó Percy a Grover.

De algún modo, conseguimos regresar a la estación del Amtrak sin que nos vieran. Subimos al tren justo antes de que saliera para Denver. El tren traqueteó hacia el oeste mientras caía la oscuridad y las luces de la policía seguían latiendo
a nuestras espaldas en el cielo de San Luis.

LYRA BLACK, pjo & hpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora