only you ↺ n. ni-ki.

O.O2

Habían pasado casi dos meses desde que Soodam falleció, en esos meses Yewoo fue a visitarla como había dicho, sin encontrarse con esos chicos. Suponía que ya nunca volvieron, pero estaba muy equivocada.

En esos meses, ella no había asistido a la escuela, a lo mejor ya había reprobado el año, o sus padres la dieron de baja, o no sabía, no quería saber nada de nadie. Yewoo se encerró en ella, más que antes: no salía a comer, no hablaba con nadie, no dormía bien. Solamente mantenía sus ojos en el cielo esperando a despertar y ver qué su hermana seguía con vida.

Eso claramente entristeció a sus padres. Los cuales no tardaron en buscar a sus amigos más cercanos.

Sunghoon pasaba los apuntes de la libreta de Jake a la suya. Estar en el mismo año era fácil, lo difícil era que estaban en diferentes salones, así que no se podían ayudar entre sí personalmente, pero cuando las clases terminaban el que tenía la clase más adelantada se copia del otro.

La puerta de su habitación fue abierta por su madre quién le comentó que tenía visitas, entonces Sunghoon alzó sus cejas ¿Los chicos le hicieron una visita sorpresa? No recordaba haber quedado para salir, en este momento no podía pues estaba lleno de tareas.

Entonces comenzó a bajar más escaleras, y sus pasos fueron siendo más sonoros para los tres adultos mayores en la sala. Entonces el pelinegro se quedó quieto al ver a los padres de Soodam tomando café a un lado de su mamá.

— ¿Qué ocurre? — preguntó totalmente confundido, pero aún así se acercó y saludó con una reverencia a los padres de su amiga.

— El señor Seo me había estado comentando que tú y tus amigos eran los culpables de la muerte de su hija, pero hablamos por un rato, y les dije que tú y los demás estaban en la escuela sancionados, entonces todo fue un mal entendido. — El chico asintió varias veces, eso era algo que festejar, pues ya podrían ir a ver la tumba de su amiga sin tener que meterse de contrabando. Tenía que avisarles a sus amigos.

— Nos enteramos que estuvieron yendo a visitar a Soodam los fines de semana en las noches, supongo que por miedo a ser regañados, pero no se preocupen, a nadie le quitaremos el derecho de ver a una amiga. — La mamá de Yewoo era igual que Soodam, su sonrisa, sus ojos, todo lo que caracterizaba físicamente a la chica era copia de su madre, entonces Sunghoon sintió calidez un vez más en su pecho. — Pero hay algo ahora, un problema, si así lo podemos decir.

Entonces eso le llamó la atención al chico. Se recargó en el sillón cruzando sus brazos en su pecho y se encargó de poner la cara de pensamiento que tenía. Entonces los invitados hablaron.

— Es Yewoo, tiene días, por no decir que semanas, en las que está mal: no nos ha dejado verla, pero seguro que está muy delgada, ella es de comer mucho pero en estos meses no ha probado bocado. Nunca sale de su habitación, solamente para ir a ver a su hermana, no habla con nosotros y por lo que hemos visto tampoco utiliza su teléfono. — El padre habló con voz firme.

Yewoo no era un tema importante para Sunghoon, ni tampoco para sus amigos. A decir verdad, no tenían una buena relación con ella, solo con su hermana. Pero escuchar todo eso... Le daba lastima, ella tenía dieciséis años y no estaba manejando bien la perdida de la persona más especial que tenía. Trató de ponerse en sus zapatos y llegó a la conclusión de pensó tristeza, definitivamente el no querría acabar así.