O.12

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Tomó un respiro y observó la luz de luna esperando a desaparecer por las nubes. Le echó un vistazo al reloj de su teléfono, cuarto para las seis de la mañana. No tenía sueño, pero si tenía muchas ganas contenidas de salir a correr.

Se levantó de su cama y corrió hasta el cajón donde guardaba su ropa para hacer ejercicio. Pensó qué nunca lo volvería a hacer, ya que, lo había dejado hace mucho tiempo y más cuando Soodam no estaba con ella para animarla a seguir sus sueños. Atletismo, a Yewoo siempre le ha gustado correr en grandes terrenos y por pocos segundos. Se sentía libre y tenía adrenalina por todo el cuerpo al momento. Se ponía retos y no paraba hasta conseguirlos. Tal vez podría volverlo a hacer.

Una vez lista, bajó de su habitación y salió de casa sin avisarle a nadie, aunque bueno, su madre miraba todo lo que hacía su hija ya fuera de la casa a través de su ventana. La señora Im sonrió mientras veía como Yewoo calentaba un poco, para después comenzar a correr.

Era bueno que ella siguiera con su vida.  Con la vida que ella quería.

A la hora de la escuela, se suponía que Yewoo se debía de sentir cansada, pero no, no lo estaba

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A la hora de la escuela, se suponía que Yewoo se debía de sentir cansada, pero no, no lo estaba. De hecho, tenía más fuerzas que nunca. Así que, al cruzar la entrada corrió hasta su salón de clases buscando con la mirada a Park Sieun.

— Hola, Sieun. — Al encontrarla en la esquina de su salón hablando con otras chicas, se acercó sin dudar. Dejó de lado la timidez y le saludó con confianza y una hermosa sonrisa plantada en su rostro. — Gracias por prestarme tu libreta, estadía perdida en la clase de historia.

Sieun abrió sus ojos al escuchar a la pelinegra hablar.

— Eh, ¿Gracias? — tomó con cuidado la libreta que colgaba de las manos de Yewoo con cuidado. — Aunque, Ni-ki me rogó por dársela... pero, que bueno que te haya servido, ¿Yewoo?  — Sonrió amablemente.

La nombrada asintió y observó como Sieun y sus amigas se iban. Entonces, miles de dudas cruzaron por su mente al escuchar lo que la chica le había dicho. ¿Ni-ki le rogó? Ahg, estaba tan confundida.

Pero en el fondo, le había gustado que el japonés se haya preocupado por ella.

Decir que le había prestado atención a sus primeras tres clases del día sería mentira, porque estuvo pensando en Ni-ki. ¿Era bueno pensar tanto en él? Se preguntó. Solamente se estaba haciendo ilusiones tontas, ¿Por qué él le rogaría a Sieun que le diera su libreta para después dársela a ella? Era estúpido, algo que no cualquiera haría...

— ¿Le gusto? — susurró llevando las dos palmas de sus manos a sus mejillas, sintiendo el calor recorrer en ellas. — No puede ser... ¿Qué hago?

Se sintió nerviosa de un momento al otro. ¿Qué es lo que su pecho estaba sintiendo en ese momento? Era algo diferente, como una emoción atrapada, pidiendo a gritos salir. Negó varías veces, y al sonar el timbre salió corriendo hacía la cafetería.

only you ↺ n. ni-ki.Where stories live. Discover now