Extra

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Tokyo se veía más lindo en persona que en las imágenes de Google maps, eso era lo que Yewoo decía cada vez que salía a la calle junto a su grupo de amigos.

El atletismo fue más allá de un hobbie, algo que la convirtió en una chica conocida que llevaba medallas de oro a su país al ganar una carrera. Era una chica linda, la cual muchas marcas se peleaban por ella y querían su rostro en sus productos. Eso debería de hacerla sentir bien, se supone.

Pero siempre, desde hace diez años atrás, sentía que algo le faltaba, alguien mejor dicho, su otra mitad.

Había llegado a Tokyo por simples vacaciones, tenía tres meses para disfrutar. Lo bueno es que, ya no volvería a Estados Unidos, su período ahí ya había terminado, porque el equipo de Japón quería su presencia ahí, ya que, decidió jubilarse de ese mundo o por lo menos, descansar después de díez años de ganar y ganar. Debía de entrenar a esos chicos, había revisado sus videos y eran muy malos, pero podrían defenderse.

Paseaba por todo Tokyo para conocer y familiarizar hasta que cenaron en la calle.

— Yewoo-san, ¿Quiere ramen? — Ella asintió observando sus alrededores.

Estaban en un callejón muy concurrido, dónde habían muchas luces moradas. Estaba el puesto y más allá un edificio grande con puertas de vidrio. Pudo ver qué niños pequeños y adolecentes salían de ahí con mochilas, algo sudados.

— Ahí es una escuela de danza. — Una mesera se había acercado a decirle al verla muy curiosa. — No es por presumir pero mi hermano da clases ahí y la escuela es muy conocida. — Yewoo le miró con sorpresa y asintió con una sonrisa.

— Eso es bueno. — Se el quedó mirando por unos segundos más, algo en esa chica se le hacía conocido.

Al terminar de cenar, rápidamente pagaron y comenzaron a caminar hacía la salida, pero Yewoo se desprendió de ellos y caminó hasta el edificio gris.

Empujó la puerta, abriéndola y avanzó hasta un mostrador. Observó hacía la izquierda donde había una gran ventana, ahí habían muchos niños bailando alguna canción muy conocida. Yewoo sonrió, se veían muy lindos.

No sabía exactamente para que venía, tal vez quería inscribirse ahora que estaría en Tokyo por vários meses, tendría que buscar algo que hacer en sus días de descanso.

Un cuadro que decoraba el lugar le llamó la atención, se le hizo bastante familiar hasta que observó la peculiar firma que dejó en ese dibujo cuando tan sólo era un pequeña niña: un corazón con una carita sonriente y le lengua de fuera. Recordó a los tres niños pintados ahí, era su hermana, ella y...

— Hola, eh, ¿Dan clases a los de veintiséis años? — preguntó aún sin mirar a la secretaria frente a ella, estaba tan entretenida que no observó al hombre que estaba frente a ella.

Su rostro era exactamente el mismo que cuando eran jóvenes, solamente que se encontraba más maduro. Sus cejas estaban gruesas y su mirada era fija, su cabello era negro y sus patillas conectaban con su mentón, lo que dejaba a ver qué pronto habría un crecimiento de barba.

— Es justo la clase que planeamos abrir. — respondió él en japonés, algo que sonó extremadamente atractivo para Yewoo, la cuál no tardó en mirarlo llevándose una sorpresa.

— ¿Ni-ki? — él sonrió un poco sin mostrar sus dientes.

— ¿Entonces te apunto en la clase? — alzó su ceja, escribiendo el nombre de la pelinegra en una libreta. — Sabrás que son algo costosas las clase... ¡Pero qué digo! De seguro que las puedes pagar, te voy a cobrar más por ser una celebridad.

Yewoo soltó una carcajada.

— Eres un tonto.

— Siempre.

— Así que

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— Así que... Tokyo. — Ni-ki sonrió al momento de tomar la taza de su café y tomar un sorbo. — ¿Qué haces por aquí?

Después de la inscripción, los dos decidieron salir a tomar un café en el mismo callejón, fue fácil pues resultaba que Ni-ki era el dueño de esa escuela de danza y pues sí, resultó que el era muy famoso por esos lugares.

— Voy a estar ayudando a los chicos del equipo de atletismo aquí. — Yewoo le respondió mientras mordía una dona glaseada. Sin querer se manchó la mejilla, algo que ella no vió pero que Ni-ki sí y no tardó en acercarse y quitársela con el dedo. — ¿Q-Qué?

— Tenías una mancha y ya. — Al parecer los años hicieron a el japonés muy coqueto porque no dejaba de sonreírle a la pelinegra y eso la ponía nerviosa. O tal vez sólo estuviera coqueteando con ella. — Es bueno verte por fin.

— Tú lo sabías, sabías que íbamos a vernos en algún momento.

— Lo creí. — Él la miró con ojos de amor, le miró embobado. Yewoo aún no podía aceptar todo lo que su primer y único novio había cambiado en estos años. — Cuando crees algo puede llevar a pasar.

— Así que una escuela de danza... Es interesante.

— Verás, yo bailo increíble. — movió sus hombros he hizo la famosa ola con sus brazos para demostrar lo anteriormente dicho, eso hizo que Yewoo riera. — No, enserio, cuando estuve en Okayama me metí a una escuela de baile y me gustó demasiado que decidí dedicarme a esto.

— Sabía que en algún momento encontrarias algo en lo que proyectarte.— Ella sonrió. — Cómo dices: Lo creí demasiado y se hizo realidad.

Había una especie de tensión entre ellos dos, ambos querían hablar sobre sus sentimientos pero tenían miedo de la repuesta del otro. Por un lado Ni-ki pensaba que ella ya estaba en una relación, y Yewoo pues pensaba que él ya no estaba interesado.

— Oye. — hablaron los dos al mismo tiempo y rieron de los nervios.

— Habla tu. — señaló el chico.

— Mejor házlo tu.

Los dos tomaron un respiro decididos a decirlo.

— ¿Quieres salir conmigo? — volvieron a hacer lo mismo, por lo que Ni-ki habló.

— Sí aún hay un espacio desocupado en tu corazón, ¿Señorita Seo, por todos los años que nos conocemos y los segundos que nos volvemos a ver, me permite a mi, el señorito Nishumura ser su pareja en una cita?

— Solamente si no me vas a dejar después de cuatro meses de relación. — le recordó y de inmediato Ni-ki rodó los ojos.

— No lo haré, de ahora en adelante tu serás mi objetivo. Sólo tú.

Fin.






AGRADECIMIENTOS

Estoy llotando literalmente, mi primera historia terminada 😭

Al principio no pensaba que iba a tener reconocimiento, de hecho algunas veces pensé que la iba a borrar, pero ví que poco a poco varias personas leían lo que yo escribía y me hacían sentir muy muy bien con sus lindos comentarios.

Les agradezco por apoyarme en este proyecto y espero que me puedan apoyar en los demás y acompañarme en las historias jiji

Gracias de vdd les quiero mucho ❤️❤️❤️❤️

only you ↺ n. ni-ki.Where stories live. Discover now