ϟ𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 2ϟ

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⇎365 𝘥𝘪́𝘢𝘴

Que pasa cuando tienes 365 días para dejar tu orgullo.

365 días para dejar que el calor derrita tu corazón.

365 días para dejar que el entre a tu corazón.

365 días para tener tus ojos y tú corazón fijos en el.

365 días para estar con el.

365 días para que te enamores de el.

365 días para enamorarnos

Cuando el dijo "nos vemos en mi despacho para hablar" jamás pensé que me dijera muchas cosas, me sorprendio y para colmo casi caigo desmallada ahí mismo, pensé que el sabía de mi, lo que yo sabía de él, como se llamaba, quienes eran sus padres y ya, pero no resultó más astuto de lo que pensé.

—Charlotte desde este momento que eres mi esposa ya nada va hacer igual que la semana pasada, ya no será fácil para ti hacer muchas cosas o tener acesso a muchas cosas.—
El saco de uno de los cajones de su escritorio un par de hojas dobladas a la mitad que formaban un libro.

KA ES ESTO. Me pregunté.

Mire la portada, en letras grandes, remarcadas, gruesas, negras y formales decía:

R E G L A S

Aver, estábamos en pleno 2019 quién carajos le pones reglas a su esposa yo creo ni el esposo de la reina Isabel lo hacía, empeze a pasar hoja por hoja, para mí se me hicieron un sin fin de reglas, ni el reglamento del kinder estaba tan largo, al final note que el eran 125 reglas lo mire con cara de: "no eres mi papá cara de nalga"

—¿Que?—solte burlesca— Son las reglas de como debo mover mi culo para que mi hermoso y querido esposo no se moleste.—bufe con algo de sarcasmo

—Mejor dicho: como debes mover tu culo para no meterte en problemas
Me dio una sonrisa de boca cerrada llena de sinismo y odio.

—Muy bien hermoso esposo, creo que tus reglas son dignas de una linda y feliz relación, pero recuerda, que mi querida hermana de doce años, se vendrá a quedar dos semanas por mes.—
Hablo en una voz castrosa, dulce y cariñosa, que se que el no soporta, más falsa que las nalgas de las kardashian.

—Por eso lee el puto reglamento.—
Hablo el con una voz no tan dulce como la mía.

¡AY QUE AMARGADO!

Me pare de la silla en la que estaba sentada y lo confronte, asiendome la dura, la que no iba a obedecer ninguna de esas reglas, porfavor si no lo hacía caso a mi papá que se imaginé a el, estúpido.

—Y si no quiero.—
Fue tan desafiante de mi parte que me sentí toda empoderada, utede sabe.

—¡Carajo Charlotte!—
Rugió el parándose de la silla de su oficina.

—¡Aquí se hace lo que yo diga y si no lo quieres hacer excelente, solo no pidas que pare cuando follemos.—
Quedé impaktadeishon, sin palabras, sn embargo el se fue acercándose a mi, acorralandome como su indefensa presa.

➵𝟑𝟔𝟓 𝐃𝐈𝐀𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐄𝐍𝐀𝐌𝐎𝐑𝐀𝐑𝐍𝐎𝐒 ➵ ʲᵉᵃⁿ ᶜᵃʳˡᵒ ||©✓Where stories live. Discover now