Me tuve que casar por la empresa de mi padre, yo no quería, pero lo hacía por mi familia, por la estabilidad económica de mi familia y por mis padres, casarme jamás fue una opción, me case con el hijo de uno de los amigos de mi padre, Jean Carlo, yo...
Después de la muerte de mi hermana, sufrí violencia por medio de mis padres, todo esto fue para descargar su irá, su furia hacia la vida, jamás retobe, jamás me quejé, jamás les volte la cara, jamás me atreví a poner una denuncia. Después de todo eran mis padres.
Se que tampoco fue la mejor hija, era testaruda y desobediente pero hacia lo que podía después de la mute de mi hermana me volví aún más rebelde, pero todo me estaba acabando.
Hoy en día tengo traumas gracias a esto, aún así yo sigo siendo la misma hija con mis padres, cambie al momento de aceptar casarme a ciegas pro ellos aún sabiendo la vida que me habían dado después de los diesiseis años.
Mi madre siempre fue sumisa ante mi padre, ella jamás le llevo a contaría y siempre estaba a su merced de lo que el decía, por esto ella jamás metió mano cuando mi padre me golpeaba pero aún así sus palabras eran irientes prefería que me golpera a qué me dijera cosas, ya que esto es parte de mis traumas.
Aunque jamás me lo haigas pedido.
Te perdono papá.
Te perdono mamá.
Porque en su momento no supieron lo que hacían.
Perdón mamá.
Pero papá.
Por ser tan mala hija, perdón por todo.
Los quiero y se que el amor de padres es más fuerte que todo.
Mi teléfono repico por la mañana, era el teléfono de la casa, conteste y era mi madre.
—Hola.— Hable.
—Hola hija ¿como estás?— Pregunto ella.
—Bien ¿Y ustedes?—
—Bien creo.— Dicho esto ella rompió el llanto.
—Perdon hija, perdón por todo, perdón por los errores del pasado, perdón por no ser el tipo de padres que querías, perdón por todo.— Me dolía escucharla llorar.
—Perdon por no hacer nada cuando pude.—
Te perdono mamá, te perdono papá.
—Todos cometemos errores y aveces lo que pasamos nos lleva a cometerlos, pero de los errores se aprenden.—
—Te perdono mamá, te perdono papá.—
Después de todo ellos no merecían un poco no de respuesta porque ellos me educaron bien, ellos me hicieron lo que soy, me hicieron valiente, me hicieron llorar, me hicieron aprender, me hicieron aprender a querer.
Talvez todo esto ya era una despedida.
Mamá no me hechas de menos.
Se que un día nos volveremos a ver.
Sigue con esa sonrisa.
Te quiero.
Después la voz de mi papá apareció a través del teléfono.
—Hija mía, perdón por lo que te hice sufrir, se que desde pequeña todo fue difícil, me cuesta aceptar que siempre he sido un barco a la deriva todo se vino a mis pies después de la muerte de Jade, perdon Carley.—
—Te perdonó papá, no pasa nada, aveces nos cuesta aceptar que somos débiles.—
Papá no te condenes con cosas del pasado.
Lo que pasó paso.
Todo tubo su final.
Ahora solo son recuerdos dolorosos.
Pero la vida sigue.
Te quiero.
N
o se cómo darles las gracias, aveces las palabras hablan más que las acciones, se que la frase es alrrevez pero para mí siempre a sido así.
Gracias por todo.
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Nota de la autora;Ya quedan pocos capítulos para el final....
