Patéticamente Perfectos [Denki x Tn] [Terminada]

Capítulo 14

—Eres la vaca lola. —comparé, mirando sus manchas detalladamente, el gato giró su cabeza hacia mí con una expresión de planear mi futuro asesinato—. Oh, ¿Eres un macho?

Después de recibir el indignante desprecio que me dedicó el gato, suspiré derrotada y volví a mirar mi celular. No era tan tarde, así que se me ocurrió la brillante idea de invitar a Denki a mi casa. «Dígame, mi hermosa y perfecta, madre de nuestro hijo gato vaca». Respondió el rubio ante mi «Hey».

«¿Estás libre ahora?». Presioné en enviar el mensaje y luego lancé el celular a la cama con los nervios a flor de pie.

El aparato vibró avisando que había respondido con velocidad.

«¿Me estás invitando a salir?». Leí en voz baja al agarrar mi celular, Denki había agregando un emoji de diablillo.

«¿Sí o no?». Insistí, avergonzada.

«Sí, sí. Estoy libre.» Avisó.

Tardé un poco en formular mi comentario, ya que, no quería parecer extremadamente emocionada ni muy frívola. 

«Dale, entonces mueve esas lindas piernas porque quiero tu trasero aquí». Finalicé la conversación.

«Voy, mami». Aceptó, y su "En línea" desapareció.

—Ahora hay que esperar... ¡Uh! ¿Debería limpiar de nuevo la casa? —me pregunté a mí misma mientras miraba al gato bostezar, el continuaba con una expresión indignada.

Después de que el felino saltó de mis piernas al suelo, me levanté de la silla del escritorio para cambiar mi ropa, opté por usar mi pijama más decente al ser tarde. Volví a la habitación entusiasmada por la elección de prendas y  miré al gato, este me expresó con un maullido y una expresión enfadada su desagrado por mi apariencia. Me crucé de brazos, indignada por su rechazo, y volví a cambiarme, seleccionando esta vez una ropa más casual. Ahora, el gato parecía más "feliz". Contenta, me acerqué a la ventana para saber si Denki estaba cerca.

—Ay diosito, ya llegó. —exclamé con emoción y nerviosismo, la cabellera rubia de Denki resaltaba en la calle.

Cerré las cortinas y salí de la habitación casi corriendo. Fui bajando la velocidad a medida que me iba acercando a la entrada y al llegar a la puerta tomé aire para luego sonreír emocionada. 

—¡Hola! —saludé enérgica al abrir la puerta, él me regaló una sonrisa. —Pasa, pasa.

—¿Tendremos una cita? —bromeó Denki con un tono coqueto—. Mhm...

—Pff. Qué dices... —cerré la puerta detrás de él, luego agarré su mano y lo guíe hacia mi habitación.

Al subir las escaleras y entrar en la pieza, le señalé con entusiasmo la cama en donde estaba cómodamente el felino y aproveché ese momento para apreciar su rostro, se veía más guapo que de costumbre. Su perfecta piel brillaba por alguna crema que debió utilizar antes de salir, sus ojos parpadearon con admiración al ver al tierno animal, y una dulce sonrisa adornó su labio.

—¡El gato vaca! —mencionó Denki con alegría, parecía un niño pequeño frente a una golosina.

—¡Sí, un gato vaca! —repetí, feliz de encontrar a alguien con la misma reacción que yo. En el fondo éramos o muy infantiles, o muy pendejos.

Nos dejamos caer en la cama junto al felino, él comenzó a acariciar su pelaje mientras que yo me limitaba a observar con cautela la hermosa imagen.

—¿Te apetece jugar? —sugirió Denki mostrándome su celular en donde se proyectaba un videojuego de batalla.