Sucesos provocados.

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Para el resto de las actividades Donghyuck tuvo que asisitir solo, el estado de salud de su tutor era malo Lo atormentaban fuertes dolores de cabeza, mareos y náuseas incontrolables.

A su regreso, el mayor se encontraba empacando todo para dar como finalizado el viaje. Aunque su actividad era lenta y cuidadosa porque aún su estado físico no era el mejor. El regreso fue silencioso. Donghyuck no paraba de pensar en lo ocurrido la noche anterior, hubiera deseado ir más allá y aprovechar el lapso de sinceridad de Taeil. Ahora quería información porque ya no sospechar del flujo de las cosas, era una opción.

Un tono instantáneo interrumpió sus pensamientos, era un mensaje de su mejor amigo. Aclaraba que se encontraba bien y que su ausencia era porque le era difícil adaptarse al nuevo teléfono. El moreno aceptó las excusas y propuso una reunión urgente en cuanto llegara a su vivienda temporal. Su mejor amigo aceptó y lo citó en su apartamento, como forma de sincero arrepentimiento.

A la salida del menor, el pelirrojo no objetó en lo absoluto. De hecho, necesitaba de se retirara del lugar para poder reportar todo lo sucedido en el viaje. Inspeccionado la casa, se percató de objetos fuera de lugar aunque no se asustaba en lo más mínimo porque conocía al autor de eso, al dirigirse a la cocina se encontró con un girasol de cerámica que descansaba arriba del refrigerador. Lo tomó con cuidado y al estudiarlo minuciosamente se encontró con un diminuto lente. Así, recorriendo de nuevo cada habitación de la casa pudo identificar los nuevos objetos que contenían cámaras ocultas. Quería averiguar sí en la habitación de Donghyuck también fueron instalados dichos aparatos pero sus intenciones se vieron frustradas por la doble cerradura que protegía la habitación del menor. Tomó su teléfono y antes que pudiera escribir algo, recibió la llamada que estaba esperando.

-Bueno, todo bien con el viaje. El chico de divirtió- mintió un poco.

-¿Y crees que me importa eso?, muy pronto se le acabaran los motivos para sonreír-.

-¿Para qué el sistema de vigilancia?- cambió el tema

-No es tu asunto, sólo explica que todos los objetos tú los has comprado- terminó la llamada.

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Agarró con fuerza un cuchillo y se dirigió a la puerta

-¿Quién?- gritó para la persona que tocaba del otro lado.

-Yo, Donghyuck- al oír eso, suspiró y dejó el objeto filoso en la mesa para apresurarse a abrir. Tan pronto como ingresó su mejor amigo, no pudo evitar salir y echar un vistazo por todos lados.

-¿Mark, estás bien?- preguntó el menor que notaba al canadiense paranoico.

-Si, estoy bien- aunque sus ojeras lo delataran.

Tomaron asiento y el dueño del apartamento sirvió dos tazas de té.

-Necesito respuestas Mark, ¿quién es Taeil? ¿Por qué él?-

-¿Pasó algo que no me hayas contado por mensaje?- el moreno asintió.

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Lunes por la mañana, Donghyck llegaba temprano al salón de clases. Al tomar asiento vió que Jeno se encontraba solo, estudiando sin permitirse pestañar. Mark no había llegado y eso le preocupaba demasiado, ayer cuando se despedía se percató de que volteaba por todos lados.

La profesora ingresó a los pocos minutos, y muy pronto Jaemin también. Habitualmente pasó a tomar lugar al lado de Jeno, pero la educadora lo corrigió .

-Joven Na, le reasignaré su lugar. Por favor, del lado derecho de Lee Donghyuck- el pelinaranja acató la orden y espero a que Jeno pronunciara algo, sin embargo, éste solo le evitó la mirada y se sumergió en su libro.
Molesto, tomó su ligera mochila y se fue al otro extremo del salón. El moreno logró mantenerle la mirada, descifrando más que furia, decepción. Decepcionado de que una vez más Jeno se quedará como observador de sus humillaciones. Tal lectura terminó cuando la profesora empezó a explicar el nuevo tema, Donghyuck prestó total atención, mientras que el pelinaranja sólo se acomodó en su lugar para tomar una siesta.

Recién terminaba el horario, Donghyuck salió en busca de Mark hacia la residencia para estudiantes. Su paso era apresurado pero no olvidaba advertir su venida para evitar accidentes. Muy cerca, en una banca estaba el novio de Jeno, había tenido la ventaja de salir primero por mentir acerca de un malestar estomacal que lo llevó a atención médica pero no por mucho tiempo.
El moreno muy cerca de llegar a la puerta principal es bruscamente empujado por aquel chico ya bien conocido por Jaemin. Donghyuck se levanta solo y aún así, se disculpa. Mientras el agresor solo lo insulta más.
Al espectador solo le faltaba una razón como esas para terminar lo que había pasado en el transporte escolar. Ver lo abusivo que era aquel idiota lo enfermaba, y hacer justicia por su propia mano lo perfilaría como héroe para muchos de la comunidad estudiantil.
Se despidió de su escena ficticia cuando se percató que Jeno salía de salón, se aproximó rápidamente.
-Jeno, hablemos- lo tomó de la mano como era lo habitual pero éste no se movió ni un centímetro de su lugar
-¿Qué pasa?- Jaemin desconcertado dejaba de insistir.
-Lo siento Nana- agachó su cabeza y se apartó para seguir su camino.
La situación devastadora dejó por un momento en trance al pelinaranja, por lo que la persona que lo lastimaba tomaba ventaja.
Regresó a la realidad y corrió tras de él. Pero cuando parecía casi alcanzarlo, el pelinegro se acercó a un auto color negro del cual descendió RenJun. Él saludo a Jeno con una simple sacudida de su palma pero cuando se dió cuenta que los observaban, rompió abruptamente distancia y depósito un beso en la mejilla de su novio.
Ante esto, Jeno no reaccionó y solo subió cuando el chino se lo permitió. El conductor antes de subir, saludo al despreciable ser que hace unos minutos había humillado a Donghyuck. Pocos minutos de conversación, también subió al auto.
El pelinaranja se preguntaba cómo Doyoung podía confiar a su hijo con esos dos delincuentes.

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Gracias por leer.

Juntos por la razón equivocada (Taehyuck).Where stories live. Discover now