Juntos por la razón equivocada (Taehyuck).

¿Anónimo?

Sentados y muy incómodos, los cuatro tomaban el té helado que el menor había preparado.
-Mark, recibe esto como agradecimiento- el pelirrojo colocó el cheque sobre la mesa.
-No es necesario- se negó pero aceptó cuando su amigo fue el que ahora le pedía que lo tomara.
-¿Cuántos días te quedarás?- preguntó desinteresado. Ante esto, el moreno pidio privacidad a su amigo y lo mismo fue pedido a Johnny por parte de su primo. Ambos se retiraron a la cocina.
-Posiblemente el resto de la semana, él me preocupa- aclaró en cuanto se aseguró que el par ya no estaba.
-¿Está enfermo?, podemos llevarlo al hospital-
-No, no es necesario. Es una situación delicada, solamente-
-Esta bien, solo cuídate- terminó y llamó a su acompañante.
**Minutos antes en la cocina***
El canadiense tomó inmediatamente el objeto punzo cortante y lo presionó contra el cuello del mayor.
-Esta no es la bienvenida que esperaba- sonrío leve porque empezaba a doler el entierro de la punta en su piel.
-Deja de seguirme, déjame en paz-
-No se de qué hablas- fingió demencia.
-No mientas, para de seguirme- al borde del llanto susurraba su suplica.
-Tranquilo, este no es el lugar- el objeto se alejaba de su garganta.
-¿Qué quiere?-
-Hablar, solo tú y yo- tomó el cuchillo con tranquilidad y lo guardo en el cajón más próximo.
-De acuerdo, solo prometa que será para dejarme tranquilo- condicionó.
-Veremos- aceptó y le dió una toalla de papel al canadiense para que se limpiará las lágrimas. Tomó otra para anotar su número telefónico.
-Comunícate lo más pronto posible- salió del lugar.
Apagó el equipo y se tomó un momento para observar a Mark dormir, suspiraba demasiado y profundo, como si no hubiera descansado los últimos días.
De su mochila sacó el sobre, le intrigaba su contenido.
"No huyas, no hay nadie para salvarte. No me evites, yo estoy en todos lados. Obedece y te mantendrás a salvo". A computadora el breve texto hacía que su pecho doliera y su respiración se agotará.
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Observó por un momento a su novio e indeseable suegro en el comedor, cenando en absoluto silencio. Necesitaba hablar con Jeno, esta vez sería por las buenas o las malas. Se dirigió a la barda que lo ayudaría a escalar al segundo piso y llegar a su habitación. Con pasos sigilosos se aproximó a la ventana pero cuando trataba de descubrir a través de ella, enmudeció al ver a RenJun acostado en la cama, casi desnudo.
-¿Qué pasa con RenJun?- preguntó Doyoung a su hijo.
El chino había pedido permiso de ir al baño pero cuando caminaba por la sala, se dió cuenta de que Jaemin andaba merodeando la zona.
Era obvio que planeaba visitar a Jeno clandestinamente, así que subió lo más rápido posible a la recámara del pelinegro y se desprendió de su chaqueta y playera. Esperó a que el tiempo hiciera el resto.
El dueño de la habitación entró y se asustó al ver a su invitado con poca ropa. Bloqueó su vista y entregó rápido una toalla para que se cubriera.
-RenJun te estamos esperando- tragó incómodo.
-Si, voy enseguida- se vistió y salió.
Revisó el mensaje del número desconocido que tan pronto recibió cuando se alejo de la casa de los Kim.
"Lo siento por lo que viste, Jeno y yo no podemos reprimir nuestros deseos. Qué pena, yo escondido en su cuarto para no ser descubiertos por su padre". Terminó de leer y apretaba tan fuerte su teléfono que su mano empezaba a adquirir un tono rojizo al igual que su rostro.
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Mientras conducía, Johnny se mostraba muy feliz y tarareaba la canción de la radio.
-¿Pero qué pasa?- Taeil se extrañaba con tanta felicidad de su primo.
-Moon, la vida es corta, no hay que desperdiciarla-
Mientras conducía, empezaba a proyectar en su mente el escenario que le esperaría a Mark. Sus platillos favoritos y sandía en todas las preparaciones posibles. Una plática interesante, tal vez una película y con suerte, algo más. El estadounidense tenía todas las cartas a su favor, sabía cómo manipularlas para que pareciera una coincidencia que todo lo sucedido era en base al gusto del amigo de Donghyuck.

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Gracias por leer.