26. Hasta Nunca

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Las horas, los días y las semanas han pasado, cada vez me siento peor, dicen que el tiempo lo cura todo, pero yo siento que me hundo en un abismo sin salida, han pasado tiempo desde que él se fue dejándome con un corazón destrozado, simplemente desapareció de mi vida y eso duele mucho. Desapareció como si jamás hubiera existido aquel chico de ojos negros y una sonrisa con hoyuelos encantadora que veía al otro lado del pasillo todas las mañanas en el colegio. La estación del año también ha cambiado por completo, lo que antes eran grandes árboles llenos de hojas verdes que trasmitían alegría y sensaciones abrumadoras de felicidad se han convertido en hojas cafés, amarillas y anaranjadas. Lo antes me trasmitían paz y tranquilidad ahora me trasmite tristeza y nostalgia. Me siento tan destruida, he pasado horas viendo por mi ventana admirando como las hojas de tonos cálidos caen desde la punta más alta de los arboles hasta el pavimento de la calle, he visto también como las personas al caminar por la acera accidentalmente pisan las hojas dejándolas destruidas, tan irreparables y destrozadas como mi corazón. No recuerdo cuando fue la última vez que comí y dormí bien, siempre ha sido la misma rutina; levantarme, alistarme para ir a la escuela, preparar mi mejor sonrisa para que todos piensen que estoy intacta, llegar a mi casa, encerrarme en mi cuarto "haciendo tareas" pero en realidad me la paso ya sea llorando o viendo la ventana con los ojos llenos de lágrimas. Las consecuencias de mis actos han empezado a llegar, me he mareado mucho cuando me levanto, me siento débil, incluso no tienen fuerza mis piernas para sostener mi peso, aunque ya he adelgazado estos meses, lo he notado gracias a mi ropa y al espejo de mi habitación, cada vez que me miro por el espejo las ganas de llorar me abruman, ¿Dónde ha quedado la Emma de antes?, solo lo que veo en ese espejo es a una chica que solo está sobreviviendo día con día en vez de disfrutar la vida. Llegan pequeños recuerdos que duran muy pocos segundos de cómo me miraba antes en el espejo con una sonrisa mientras me alistaba para salir o simplemente cuando cantaba en pijama mientras limpiaba mi cuarto que ahora es un desastre total, si mi madre entra aquí le dará un paro cardiaco. Últimamente Abdiel ha estado más preocupado por mí, se ha dado cuenta de todo lo que me pasa, incluso una vez casi entra a mi habitación, pero no lo dejé entrar para que me viera llorar mientras me veía en el espejo.

Solté un gran suspiró y una sonrisa triste se formó en mis labios, lo único bueno de no dormir es que puedo ver el amanecer, me siento un poco mejor al ver como el sol y los colores entre anaranjados y rojos se asoman por el este coloreando el cielo por un par de minutos antes de iluminar por completo la ciudad, siento como si por un momento mi corazón se uniera y sintiera calidez y el amor que solo quería un poco en la oscuridad de mi habitación, cuando el sol ya pudo iluminar un poco más me aparté de la ventana para bañarme y estar lista, me he tenido que alistar más temprano ya que las ojeras han empeorado al pasar los días en vela y tardo más en cubrirlas. Tomé mi uniforme escolar que había dejado en mi cama que por primera vez en cuatro meses la había tendido, pero no dormí en ella, me la pasé viendo por la ventana para que me diera un poco de aire en la cara y tal vez así encontrar un poco de paz y tranquilidad que necesitaba, pero no fue así, lo único que encontré fue más nostalgia y el frío contacto del viento al chocar con mi rostro que estaba bañado en lágrimas. Giré el grifo de la ducha dejando caer las gotas de agua caliente, me deshice de la ropa que tenía puesta y me introduje en el interior de la ducha cubriendo mi cuerpo por la lluvia artificial buscando un poco del calor que he necesitado durante meses sin éxito alguno, pasé un largo rato llorando de nuevo en la ducha, aquello también se ha convertido en parte de mi rutina, al terminar de llorar y borrar el rastro de suciedad que había en mi cuerpo me puse crema hidratante por todo mi cuerpo y me puse el uniforme, mis ojos se humedecieron al verme en el espejo, era notable que el uniforme ahora me quedaba holgado, sé que muchas mujeres quieren verse esbeltas pero esta no es la manera, matarse de hambre no es la manera, sé que puedo morir por falta de alimento y no dormir pero eso no me importa desde hace dos meses y medio, a veces solo quiero no seguir viva, puede sonar exagerado te quieres morir por un chico, ¿han leído Romeo y Julieta?, Romeo se envenena para morir con su amada, él sabía el poder de un corazón roto, prefirió morir para no sufrir y sabía que jamás volvería a encontrar a alguien como su Julieta. Me acerqué al espejo tomando el maquillaje para cubrir las ojeras inmensas que estaba en mi rostro, eran más ojeras que cara lo que tenía, pero nadie debía de saber y menos estás dos próximas semanas.

Un Simple ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora