𝐄𝐧𝐬𝐞́𝐧̃𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫𝐦𝐞. (Pausada)

Capitulo 8.

La luz pegando contra mis párpados me despertó. Estrujando mis ojos finalmente los abrí, la iluminación del lugar me dejaba casi ciega y el dolor de cabeza palpitante que tenía me hizo soltar un quejido.

Cuando detalle con la mirada entrecerrada el lugar lo primero que vi fue unas gruesas sábanas blancas cubriéndome. Un suéter grande gris vistiéndome y también que me encontraba en una cama gigante pero no era la mía, obviamente.

Ay no, no, no.

Me levanté de golpe del colchón y ese movimiento tan brusco hizo que me mareara. Me apoye del cabecero de la cama cerrando los ojos por un momento esperando que el mundo me dejara de bailar ballet.

—¿Qué tal se siente la post-borrachera?

Ay no, no, no. (Otra vez)

Malfoy venía saliendo del baño con el uniforme puesto pero el cabello mojado. Era obvio que venía de bañarse. Algunas gotas fugaces caían de su cabello hacia la camisa transparentando algunas partes, pegando la delgada y blanca tela a su pálida piel.

—No me digas que tú y yo... —dejé la frase al aire apuntando a la cama con una cara de pánico como si lo hubiera visto matando un bebé.

Miró la cama y esbozó una sonrisa divertida.

*Panic on*

—¿En serio no te cuerdas? Pensé que lo que te hice ahí se te haría inolvidable.

Y al recordar que no recordaba nada me enojé.

—¡¿Y tú por qué carajos me hiciste eso si estaba borracha?! —caminé enfurecida en su dirección pero él no se movió, al contrario, empezó a reírse como idiota.

—¿Me crees capas de tocarte sabiendo que no estabas en tus cabales? Solo te traje aquí porque ayer estabas hecha un desastre, no tuvimos sexo.

La palabra "sexo" retumbó en mi mente varías veces, no estaba acostumbrada a usarla. Pero no le hice mucho caso a mis pensamientos.

—Por favor, dime que no hice el ridículo.

—No hiciste el ridículo.

—¿En serio? —inquirí en un tono más alegre.

—No.

—¡¿Entonces por qué dijiste que no lo había hecho?!

—Porque me lo pediste.

Se sentó en la cama y empezó a ponerse los zapatos. Me crucé de brazos mirándolo fijamente, desconfiada. Lo único que recordaba de anoche era haberme lavado la cara, después de eso todo era nublado y confuso.

—¿Y qué haces aquí mirándome como tonta? Anda a vestirte, hay clases.

Reaccioné y me moví en busca de mis zapatos para irme a mi habitación.

—¿Donde está mi ropa y mis zapatos?

Levantó su vista y su expresión era de total incredibilidad.

—De verdad que no te acuerdas de nada, ¿eh?

—¡¿Entonces si nos acostamos?!

—¡Que no, joder! ¡No!

—¡¿Y donde coño está mi ropa?!

Respiró hondo y supe que estaba contando del uno al infinito mentalmente para no perder los estribos.

—Solo anda a ponerte tu uniforme, luego te dire qué pasó anoche con lujo de detalle.

Vacile por un momento que hacer pero acepté y me fui a mi habitación. Al entrar no encontré a Pansy, seguramente había dormido con Nott.