𝐄𝐧𝐬𝐞́𝐧̃𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫𝐦𝐞. (Pausada)

Capitulo 9.

Después de que Malfoy entrara al gran comedor y me trajera una manzana para que yo no entrara ahí y luego irse, yo por mi parte, me fui a mi habitación. La que compartía con Pansy. Al paso de unas hora ella no llegaba y yo empezaba a sentir sed, así que baje a la sala común.

No tenía la más mínima intensión de encontrarme con alguien, de verdad no quería. Pero como el destino no me quiere y mi vida es una condena me encontré a Blaise, Theodore y Pansy sentados charlando en uno de los muebles de cuero frente a la chimenea.

Me tensé al instante en que los vi, no me moví, solo me quedé quieta esperando que no notaran mi presencia.

Si no nos movemos no nos ve, si no nos movemos no nos ve.

Pero efectivamente si me vieron. Me detallaron de arriba abajo con la mirada y mi cara se tornó de un color carmesí al instante. Creí que no hablarían y decidí caminar lo más rápido posible a la mesita donde se encontraba la jarra de agua, servirme un vaso y luego irme corriendo a la velocidad de la luz. Pero claro, como el universo siempre conspiraba en mi contra tuvo que levantarse Pansy.

—Ven, Mack, sé que necesitas hablar con alguien sobre lo de hoy.

Que lindo día como para acariciarme el cuello con un cúter.

—No, gracias, yo solo venia por un vaso de agua...

—No te vamos a juzgar, Mackeline. —esta vez me sorprendió oír a Nott, me miraba sereno. Por la postura que tenían estos dos más el moreno que me miraba detrás de ellos me fue inevitable acceder.

Me senté en el sillón frente a ellos con mi pijama con dibujitos de animales. Me centré en sus expresiones pero no vi nada intimidante.

—¿Cómo te sientes? —inquirió la pelinegra sentándose entre los dos chicos.

Se acaba de regar una foto mía semidesnuda por todo el colegia, ya sabes, estoy de maravilla.

—Yo... estoy bien, solo tenía sed.

—Mackeline, sabemos que no somos tus amigos de toda la vida, al menos Blaise y yo no. Pero eso qué pasó hoy es... repulsivo, la persona que te lo haya hecho merece un castigo. —dijo Nott con una postura bastante firme y el semblante un poco preocupado.

—A mi me divertiría tirarle un crucio, si esa persona no respeta la privacidad ajena yo no tengo porque respetar las leyes. —respondió Zabini con una sonrisa de lado como si la idea misma lo divirtiera.

—¿Sabes quien fue?

—No, claro que no. Yo estaba ebria, no me acuerdo de casi nada.

—¿Draco no lo sabe?

Ay, Nott, dudo que alguien dentro de esa fiesta se acuerde de quien fue.

—No me a dicho nada al respecto, quiero suponer que no lo sabe.

El recordar todas las caras juzgándome dentro del salón de clases hizo que el nudo en mi garganta volviera. Los murmullos al mi alrededor y risas reprimidas en mi dirección, joder, me sentía horrible. Y me odiaba por ser una llorona.

—Hey, Mackline... —Nott se levantó de su asiento y se puso de cuclillas frente a mi, poniendo una mano sobre mi rodillas —necesitas hablar de esto con alguien.

Mire a Pansy, tal vez con ella me podría desahogar pero recordé que ella no sabía lidiar con temas delicados, lo intentaba pero no sabía cómo reaccionar. Ante mi sentimentalismo, probablemente, ella se quedaría fría sin saber que hacer. Bajé mis ojos a mi regazo y empecé a contar cómo me sentía sin tener dirección exacta a mis palabras, tal vez le hablaba a los tres, tal vez a ninguno, tal vez solo me hablaba a mi misma.