Visitas amargas.

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Capítulo 17:

Aiden.

No puedo creer que Aly piense que tiene la culpa de que mi padre sea un capullo.

No era su culpa, mi padre quería algo que no yo no le iba a dar nunca, pero el seguía machacando el tema.

Aly lleva desde ayer muy rara y se que está rayada por la discusión que tuve con mi padre.

Siempre he adorado a mi padre, pero últimamente me sacaba de quicio.

-¿Quieres salir o hacer algo?- pregunté mirándola.

Estaba con el móvil metida en instagram.

-No, no tengo ganas. Es domingo, mañana tenemos que madrugar.

-Esta bien, como quieras.

Siguió mirando su móvil, absorta en sus pensamientos y a mi me estaba poniendo de los nervios.

No está haciendo nada.

Pues por eso.

-Aly- dije.

Me ignoró.

-Ojitos- dije de nuevo.

-¿Si?

Sonreí.

-Estoy cachondo.

-Pues follame.

-Aja. Pero primero, dime ¿Que te pasa?- pregunté acercándome a ella y quitándole la camiseta.

Colé una mano por sus bragas y se las quité. Le abrí las piernas y me agaché para besar sus ingles.

-No me pasa nada- dijo suspirando.

-Si. Si que te pasa, venga. Ojitos, dímelo.

Seguí besando hasta llegar a su clitoris y empecé a chupetear todo a su alrededor.

-Dios...- dijo agarrándome la cabeza y arqueando la espalda.

-Se que te gusta- dije metiendo un dedo para darle más placer -pero contesta a mi pregunta.

Moví mi lengua rápido mientras que mi dedo entraba y salía de ella a la misma velocidad.

-Aiden... te veo las intenciones...

Lo sé, y por eso lo hacía.

Sabia que estaba preocupada por la pelea con mi padre, pero había algo más y así podía sacárselo.

-Pues si las ves, sabes que soy capaz de parar justo cuando vayas a correrte. Así que, yo que tú, confesaba.

Volví a meter mi lengua entre sus labios y el clitoris esperando una respuesta.

-Joder...- dijo tirando de mi pelo.

Estaba apunto de correrte y yo de dejarla con las ganas.

-El tiempo se agota- dije acelerando mi dedo.

-Alexa- dijo entre el gemido y el suspiro.

-¿Que pasa con ella?

-Joder... deja que me corra.

-Lo haré, pero antes, confiesa.

Metí otro dedo.

-Aiden... por favor...

-Habla.

Suspiró agarrándose con la otra mano al sofá.

Se quedó callada y aumente el ritmo de los dedos y añadí el dedo gordo para acariciar su clitoris.

Enséñame a olvidar #2 |+18| Where stories live. Discover now