La elijo a ella.

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Capítulo 30:

Aly.

Miedo, nervios, ansiedad... creo que nunca he sentido esas tres cosas a la vez...

Pensaba que solo se podía sentir un sentimiento a la vez, pero al parecer me equivocaba.

Aiden no me ha soltado la mano desde que empezó a conducir.

Se que está mal que conduzca con una mano, pero el que tenga la otra entrelazada con la mía, me daba paz.

Mi pecho subía y bajaba a la velocidad de un rayo, incluso había empezado a dolerme la barriga.

Puede parecer exagerado, pero los nervios que estoy sintiendo ahora mismo, no son normales.

Cuando llegamos, el conserje me abrió la puerta y me dio la mano para salir del coche.

Luego Aiden le paso las llaves de su coche y se reunió conmigo junto a los dos guardaespaldas.

-Vamos- dijo cogiéndome de nuevo la mano.

Si estaba nervioso, no lo parecía.

Tiró de mi hacía la puerta y abrió con sus llaves.

El olor a rosas me inundó la nariz al pasar al recibidor.

Solo se escuchaba el sonido de gente hablando en el salón...

Me tensé- si es que aún podía tensarme más- justo en el momento en el que Aiden volvió a tirar de mi conduciéndome hasta el gran salón blanco y marrón donde estaban todos esperándonos.

Si, todos; Adeline(madre de Aiden), Roger(padre de Aiden), Hanna( hermana de Aiden), Alexa y sus padres.

Todos miraron a nuestra dirección, o mejor dicho, a mi dirección.

Aiden me soltó de la mano y pasó su brazo por mi espalda, posándola en la cintura cuando notó que las rodillas me fallaban por la tensión.

Se lo agradecí con una sonrisa tímida.

-¡Hola!- Hanna fue la primera en acercarse a saludarnos.

-Hola, Aliyana. Estas preciosa, querida- Adeline le siguió a su hija dándome un abrazo.

Roger se acercó a Aiden y le dio una parmada en el hombro.

A mi, simplemente me miró.

-Aliyana- dijo inclinando la cabeza.

-Señor Holt- le devolví el gesto con una sonrisa.

¿Que más podía hacer? Si ni siquiera me aguantaba.

Alexa y sus padres se limitaban a mirar, pero ellos ni se acercaron.

En parte lo prefería así, pero por otra parte, no tenía ni idea de las intenciones de Alexa.

-Pasemos al comedor, estábamos esperándoos- dijo Adeline.

El personal de servicio nos acompañó y nos colocó en nuestro sitio a cada uno.

A mi lado estaba Hanna y al otro Aiden. Alexa estaba justo enfrente de mi con sus padres a cada uno de sus lados y los padres de Aiden, cada uno en una esquina.

La mesa estaba perfectamente arreglada con un montón de flores, cubiertos y copas.

Nos sirvieron vino, bueno a todos menos a mi, obviamente yo no podía beber y lo disimulé como pude aunque Alexa no me quitaba los ojos encima.

Mis dos guardaespaldas estaban detrás de mi, de pie pegados a la pared.

-Bien, ¿Para que querías reunirnos a todos?- preguntó Roger cogiendo su copa de vino.

Enséñame a olvidar #2 |+18| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora