Pídeselo.

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Capítulo 25:

Aiden.

¿Que como iba a reaccionar mi padre? No lo sé.

¿Que Aly estaba nerviosa? Mucho.

¿Que Scott iba a acabar muerto? También.

Pero eso no viene al caso.

La cosa es: ¿como se iba a tomar mi padre la noticia de que Aly estaba embarazada? Se que mal, pero espero que termine aceptándolo.

Y si no... pues tendremos un problema.

Ella creía que no me daba cuenta de lo mucho que le preocupa la situación con mi padre, pero no es culpa suya. Se lo he dicho mil veces y no hay manera de que lo entienda.

Mi madre y mi hermana no me preocupan, se que ellas o por lo menos mi hermana, me apoyarán.

Aly no se puede estresar y ya bastante tenía con la irritación de que no le valía la ropa.

No estaba gorda, pero si que tenía barriga. Era normal joder, estaba embarazada de mellizos. Lo raro sería que no tuviese.

Ella se veía enorme.

No paraba de mirarse en el espejo y a mi me ponía nervioso.

-Para ya, sigues estando buena- dije tirándole un cojín desde la cama.

-No es cierto, estoy gorda.

-Yo si que tengo gordo los huevos ¿Quieres verlos?

Sonreí.

-No, gracias. Estoy cansada.

No me extraña.

Durante la noche no para de buscarme para follar y yo obviamente no voy a negarme.

Eso era nuevo, el despertarme por que estaba cachonda nunca lo había hecho.

Pero bueno, como ya he dicho, no voy a quejarme.

-Es que no se para que quieres vestirte si no vamos a salir- puse un brazo bajo mi cabeza y me quede mirándola.

-No se, para dejar un poco el pijama.

-Pues que tontería.

-Pues tú te vistes por las mañanas- arqueó una ceja.

-Por que tengo reuniones y no puedo salir en pijama.

Reuniones las cuales las atendía por Skype.

No he vuelto a dejar sola a Aly y tampoco pienso hacerlo.

Me traje los planos necesarios a casa y trabajo desde aquí. Me paso el día con el móvil o el ordenador, pero al menos no está sola en casa.

Mi padre no sabía que trabajaba desde casa y tampoco tenía por que enterarse hasta que diéramos la noticia.

De todos modos, el no pasaba casi nunca por la empresa y si lo hiciera, mi secretaria le pondría alguna excusa.

Todo controlado.

Aly seguía probándose ropa frente al espejo mientras yo la observaba desde la cama.

-Tengo que ir de compras, esto no puede seguir así- dijo tirando otro vaquero al suelo.

-Claro, cuando quieras puedes mirar tiendas online de premama- me reí.

-¡QUE NO TIENE GRACIA!- gritó con los ojos húmedos.

¿Iba a llorar?

-No es para tanto, ya te he dicho que en tu estado es normal engordar. Además, a mi me sigues poniendo ¿donde esta el problema?

Enséñame a olvidar #2 |+18| Where stories live. Discover now