Feng Yu Jiu Tian [ESPAÑOL]

055

Tercer libro: Prestigiosa Ciudad de Bo Jia.

Capítulo 7.

El problema con el intercambio de rehenes con el Reino Li había terminado rápidamente.

Miao Guang antes de partir miró a Feng Ming desde la distancia una vez más, en lo profundo de sus ojos se veía algo indescifrable.

El enviado de Xi-Rei trabajó duro y, un mes después, como era de esperar, trajo de vuelta a Rong Hu.

Con el regreso de Rong Hu, la persona más alegre no era otra que Lie Er, después de recibir el informe del aviso, galopó al amanecer hasta la puerta principal para vigilar el horizonte.

Había sido difícil mantenerse sólo vigilando, pero en cuanto vio la bandera de Xi-Rei a la distancia, Lie Er azotó al caballo para encontrarse con el grupo sobre la carretera.

—¡Hermano mayor!

—¿Lie Er? —Rong Hu también montó a caballo, alegremente sorprendido y confundido dijo: —¿Por qué no estás en el palacio real, sino que corres hasta la puerta?

—Sabía que regresarías hoy, así que pedí al Gran Rey un día libre. ¿El Rey de Li te lo ha puesto difícil? —Frenó al caballo, haciendo un círculo para examinar a Rong Hu con cuidado.

Rong Hu negó con la cabeza.

—Fue solo un pequeño castigo. El Rey de Li necesitaba usarme para el intercambio de su preciosa hermana, por lo que no usó duras torturas, de lo contrario... estaría muerto o tendría una incapacidad para toda la vida.

—Es una fortuna que Ming Wang haya persuadido al Gran Rey. Vamos, tenemos que ir al palacio a ver al Gran Rey y Ming Wang.

—Está bien. Déjame cambiarme de ropa e iré enseguida.

Esas dos personas todavía eran adolescentes de diecisiete y dieciocho años y ya que Rong Tian no estaba allí; su infantilismo era visible. Dejando atrás al equipo del enviado que viajaba lentamente, se apresuraron hacia la ciudad.

Feng Ming vio a Rong Hu de una pieza y estaba extremadamente emocionado, así que le pidió al grupo de Chiu Lian que preparara una buena comida para la recepción de Rong Hu.

Rong Hu y Lie Er bebieron unas cuantas tazas de alcohol, cuando recordaron que Feng Ming había recomendado el acuerdo a Rong Tian para el intercambio, se sintieron abrumados y sus ojos se pusieron rojos debido a las lágrimas.

La gente dentro del cuarto del príncipe estuvo conmocionada durante toda la mañana hasta que Rong Tian regresó de la asamblea y llamó a Rong Hu inmediatamente al sótano secreto para realizar una cuidadosa investigación.

—¿Por qué te arrestaron?

—Rong Hu había recibido el plan para engañar a la Princesa Miao Guang que su Majestad había preparado, así que en lugar de partir a la excéntrica residencia del hombre, regresó a la capital para recibir más noticias. Después de descubrir que Ruo Yan en secreto salía con soldados de la ciudad y que apuntaba en dirección a Xi-Rei, su sirviente instantáneamente envió un mensaje para el Gran Rey. —Rong Hu suspiró. — El espía que entregó el mensaje a su majestad, cuando volvía, desafortunadamente fue capturado, así que liberó la información y mi ubicación quedó expuesta.

Rong Tian asintió con la cabeza y dijo: —Supuse que por inadvertencia habías revelado tu ubicación, pero resulta que fue el espía. Por lo tanto, no fue tu culpa.

El semblante de Rong Hu parecía avergonzado. Bajó la cabeza y respondió: —Sin embargo, por mi bien, el Gran Rey ha dejado ir a la Princesa Miao Guang...