Al final de todo

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Capítulo 30

Fanett

La música de Cassian suena en el auto y aunque él no estuviera conmigo parecía como si fuera así por lo que decido no apagarla.

— El auto está hablando — digo con preocupación al escuchar una voz que interrumpe la música

— Soy yo Fanett, tú teléfono está conectado al auto, detente — escucho la voz de Cassian

— No voy a detenerme a media carretera y deberías regresar, yo voy a matar al último Jesfer para que puedas volver a tu vida.

— Mi vida está contigo Fanett, ahora detén el auto — dice con un tono de súplica

— No — aceleró más y noto como un auto rojo se va acercando más — ¡Seja de seguirme!

— No soy yo Fanett, ese auto me rebasó.

Aceleró más intentando alejarme del auto, pero no lo logro hacer que se separe de mí, golpea la parte trasera del auto y ya no puedo ver al auto de Cassian quien se había quedado atrás.

— Cass, ¡Cassian, responde maldita sea!

Reviso la pantalla la cual marca que la llamada había sido finalizada, repaso en mi mente mil maneras de poder regresar a donde él está, y la única forma es esperar a que la carretera esté despejada y en una recta, sostengo con una mano el volante sin dejar de avanzar, saco la cabeza por la ventana y disparo al sujeto a la cabeza.

Dolor, el olor metálico de la sangre inunda mi boca, mi columna duele. El auto ha chocado contra una camioneta negra haciendo que el auto rojo me acorralara, mi cuerpo está atrapado en la ventana y mi cabeza choca contra la puerta.

— Señor el trabajo está hecho — escucho una voz

— ¿Quién demonios eres? — escupo un poco de sangre, mi respiración cada vez se vuelve más pesada y siento como me comienzo a ahogar con mi propia sangre.

— Sigue viva, no la vamos a llevar — indica el sujeto

Uno de ellos me toma de los brazos sacando mi cuerpo por completo del auto, me siento destrozada como si cada hueso de mi cuerpo estuviera quebrado, como si todo lo que tendría que estar en su lugar está fuera de mí.

— Cassian...

Susurro antes de caer al suelo, todo da vueltas solo escucho voces; voces lejanas tratando de saber que van a hacer con mi cuerpo destrozado.

El frio inunda todo mi ser al igual que el dolor, tal vez todo había terminado, era el final. Nos habían derrotado y llegó a pensar que no soy tan invencible como llegue a pensar.

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Siento como si un auto me hubiera atropellado y prácticamente había sido así, las voces y un leve sonido irritante de una campanilla hace que abra los ojos de golpe, me encuentro en un sillón viejo con varios vendejas y una aguja en mi mano administrando suero, observo a mi alrededor, me encuentro en una casa vieja, tanto que pareciera que en cualquier momento va a caerse en pedazos, no conozco el lugar y desconozco todo lo que está sucediendo a mi alrededor, lo único que realmente se es que mis heridas han sanado por completo o al menos una mayor parte.

Intento ponerme de pie, pero estoy sujetada al sillón con una cadena la cual limita mis movimientos.

— Eres alguien dura de matar — se acerca a mí un sujeto castaño, de piel morena y de gran estatura

— Díganle a Jesfer que tenga el valor de matarme él y no enviar a sus niñeras.

— Nos estas confundiendo, no venimos por ti y no te confundas niña, yo no trabajo para nadie menos para ese tal Jesfer, pero ya que sobreviviste te toca correr con el mismo destino que el joven Pernelle.

Intento lanzarme contra él, pero alguien me toma por detrás sujetándome con fuerza mientras él me inyecta algo lo cual supongo que es un tranquilizante ya que todo comienza a tornarse borroso y mi cabeza da vueltas hasta volver a caer.

— Fanett, por favor reacciona — escuchó la voz de Cassian a lo lejano

Abro los ojos para encontrarme en otra habitación, mis manos están sujetadas con dos cuerdas las cuales están atadas a una viga del techo, mis brazos duelen ya que estoy colgada de ellos y mis pies no logran estar ni cerca del suelo, volteo a ver y me encuentro a Cassian quien se encuentra en la misma posición que yo, con la diferencia de que solamente posee un pantalón dejando notar como sangra su espalda y parte de su abdomen.

— Es algo curioso — esboza una sonrisa — No solo tú tienes enemigos, pero solo yo fui tan tonto para no darme cuenta.

— Errores de primerizos — esbozo una sonrisa — ¿Quiénes son estos sujetos?

— Los enviaron unos socios de mi tío, al enterarse que lo maté su objetivo era hacerme lo mismo, perdón por arrastrarte a esto.

No puedo responder ya que el sujeto entra a la habitación con uno de los cuchillos de Cassian en la mano y una gran sonrisa en el rostro.

— Que gran reunión, déjame decirte Pernelle, tienes buen gusto — fija su vista en mi

— ¿En serio lo crees? Nunca me lo habían dicho — hago una mueca, él se acerca mí y esboza una sonrisa

— Es mejor que tengas la boca cerrada.

Se da la vuelta y va a donde está Cass, pasa el cuchillo por su espalda haciendo que su filo se abra paso entre la piel ya herida, la sangre y los gritos de Cass comienzan a ser cada vez más evidentes, él quería ser fuerte, no quería gritar, pero no lograba evitarlo.

— ya entiendo porque cargabas esto contigo, su filo es espectacular.

— Voy a hacer que te retuerzas del dolor — dice Cassian entre dientes

— ¿Cómo planeas hacerlo si estarás muerto?

— ¿Tú y qué ejercito van a hacer eso? — pregunto en forma de burla

— Solamente somos tres y con eso fue más que suficiente, piensan que son lo mejor de lo mejor, pero no son nada. No llegan ni a mis talones.

— Tienes razón, es más, acércate.

Sin dudarlo se coloca enfrente mía con una sonrisa burlona en el rostro, dejo que se acerque lo suficiente para sujetarlo con mis piernas y quebrar su cuello a pesar de su intento de clavar el cuchillo en mi pierna para que lo suelte, en cuestión de segundos cae al suelo, no solo corte su respiración, también quebré su cuello para asegurarme que este muerto.

— Te voy a sacar de aquí y te voy a curar, con suerte no tendrás ni una cicatriz — observo a Cassian

— ¿Por qué no quisiera las cicatrices? Son un recuerdo de que logre sobrevivir una vez más, son un recuerdo de ti — esboza una sonrisa — Ahora tenemos que ver como liberarnos y escapar entes de que Jesfer se entere que estamos aquí y sea más fácil para él matarnos.

— ¿Por qué no quisiera las cicatrices? Son un recuerdo de que logre sobrevivir una vez más, son un recuerdo de ti — esboza una sonrisa — Ahora tenemos que ver como liberarnos y escapar entes de que Jesfer se entere que estamos aquí y sea más fácil...

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En la penumbra +21Where stories live. Discover now