EODLBS #2

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Jake entró con la última caja. Lola y yo estábamos intentando conectar el televisor. Había quedado muy bien frente al sofá. Por lo menos no teníamos problemas con el Feng Shui o lo que fuera, estábamos conscientes de que no éramos expertos en esto de re-acomodar, habíamos tenido que mover los sillones cuatro veces y aun no entiendo para que.

Jake dejó la caja a un lado y se estiró. Los huesos de su espalda crujieron.

—Oh Dios. Sueno como mi padre. —Se quejó él con los ojos cerrados y ambas manos en su espalda. Lola se levantó cuando esa pequeña lucecita bajo el botón de encendido titiló en el televisor.

— ¿Necesitas un masaje? —Le preguntó. Se acercó y Jake capturó su cintura con su brazo, estrechándola hacia él mientras ella reía. Él la besó en la mejilla.

—Solo si ese masaje llega a otra cosa. —Susurró lo suficientemente audible para que pudiera escucharlo. Él escondió su nariz en la curvatura de su cuello y Lola estaba riéndose mientras musitaba pequeños “para” que no estaban ni cerca de ser ciertos.

—Solo si ese masaje llega a otra cosa. —Susurró lo suficientemente audible para que pudiera escucharlo. Él escondió su nariz en la curvatura de su cuello y Lola estaba riéndose mientras musitaba pequeños “para” que no estaban ni cerca de ser ciertos.

Tuve que aclararme la garganta para hacerme notar. Jake gruñó y sacó su cara del cuello de Lola para mirarme. Lo corté antes de que fuera a espetarme un comentario inteligente y sarcástico. Levanté mis manos en símbolo de redención.

—Vale, no me quejo ¿Al menos podrían buscar una habitación? —Les pedí. Jake bufó.

—Bueno, queríamos estrenar el sofá… —Bromeó. O eso yo esperaba— pero mejor inauguremos la habitación.

Lola se mordió el labio y lo golpeó levemente en el pecho. Posteriormente Jake se la llevó a la habitación. Me escurrí hacia mi propia habitación mientras aun no podía escuchar nada que me diera una idea de que lo que posiblemente estaban haciendo.

Arreglé mi cama, de tal manera que mi madre estaría orgullosa. Mi habitación no era ni muy grande ni muy pequeña. Tenía un escritorio en lado derecho, una cama de dos plazas cerca de la gran ventana en el lado izquierdo, un armario lo suficientemente espacioso para mi ropa y otras cosas y una silla giratoria. No podía pedir algo mejor.

Abrí mi laptop y la puse sobre el escritorio, me senté en la silla dispuesta a abrir la página del blog para comenzar con algo de diversión por la noche, pero el tono de Skype comenzó a sonar. Tenía una llamada de Nat. Así que moví el cursor hacia el botón verde y lo presioné.

La sonrisa de Nat apareció en pantalla mientras me saludaba animadamente con su mano.

— ¡Hola!

—Hola, Nat.

— ¿Cómo va todo? —Preguntó— ¿Mucho ajetreo?

Negué con la cabeza.

—No tanto. Creo que no podríamos estar mejor. —Traté de que los sonidos de la cama de Jake y Lola azotando contra mi pared no me afectaran.

— ¿Qué es eso? —Interrogó Natalia entornando los ojos.

—Jake y Lola. —Me encogí de hombros.

—Oh Dios… —Nat ahogo una risa poniendo sus dedos sobre su boca, sorprendida.

—Oh Dios… —Nat ahogo una risa poniendo sus dedos sobre su boca, sorprendida.

— ¿¡Esa es June!? —Oí la voz de Adam decir mi nombre y una segundo después el había girado la laptop para que lo enfocara a él— ¡Hola June! —Me saludó más efusivo que de costumbre— Adivina que pasó hoy. —Prácticamente estaba saltando en la silla— ¿Ya le contaste, amor? —Oí a Natalia resoplar mientras volvió a aparecer en mi campo de visión.

TEDDY (vol. I, II y II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora