EODLBS #5

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Quiero que me digan…

¿Cómo les está yendo en su vida a los que se graduaron?

Si se mudaron y cambiaron de ambiente: Felicidades, han sido valientes. Es lo que yo hice, (bueno, es lo que comunidad y media estudiantes hizo) déjenme decirles que no es para cualquiera. Por ejemplo: ahora vivo en un edificio agradable, pero adivinen qué… ¡alguien baila tap sobre mi habitación! Sé que podría parecer algo completamente insólito.

Créanme, lo es.

Si lo pienso mejor, es un buen mecanismo para mantenerme despierta en las noches de estudio. No sé si considerarlo un bonus extra o un completo martirio. El punto es que aun no conozco a la bailarina, pero ella lo hace bien, su ritmo es bastante bueno.

Hablando de otra cosa, papá dos no deja de mandar mensajes… ¿Sus padres lo extrañan tanto como los míos? Sinceramente, no creo que sea posible.

Estoy nerviosa por la universidad, empezar en un nuevo lugar donde nadie te conoce es la perfecta oportunidad para ser alguien diferente… no valido para mí, porque allí estará Jake, recordándome cada minuto de donde vengo y a donde voy.

Entonces… a esto se le llama crecer. No me siento diferente, es algo aburrido. ¡Y extraño las tostadas francesas de papá uno cuando despierto!

:) Estoy. Bien. No. Me. Estoy. Desmoronando. Teddy.

Ese día salí del apartamento a la diez de la mañana para dar un paseo rápido por la ciudad, el día anterior había sido de descanso post-mudanza y se me había hecho imposible moverme de la calidez de mi apartamento, más la llegada de Carter y todo lo acontecido luego de eso.

Carter había volado del sofá en cuanto recibió un mensaje de texto de, nada más y nada menos, Rodney Fuller. Su amigo australiano, él no podía estar más feliz cuando lo sorprendió con un mensaje de texto diciendo que se encontraba en la ciudad. Fue tanta su emoción que besó mi frente, se puso la camisa y salió del apartamento corriendo. El extrañaba a su amigo, estaba feliz, me gustaba esa faceta. En cuanto al asunto de nosotros y una cama, no se volvió a tocar, de hecho, él no volvió a tocar la cama, simplemente se instaló en nuestro sofá. Y no de no ser por Jake y Lola, lo hubiera interceptado en el sofá. Y no, Jake no había dejado pasar una sola broma acerca de lo ocurrido, por suerte Lola estaba allí para golpearlo cuando yo estaba muy lejos.

Había un café a par de calles más allá de mi edificio, un café realmente agradable, tenía un ambiente de Starbucks, pero se llamaba “Marilyn’s”. Tenía una gran vidriera donde se podía ver a la personas adentro, había mesas individuales en el centro y alrededor gabinetes privados. Me pareció adorable en cuanto lo vi y tuve que entrar.

La calidez de la calefacción llegó a mi cuerpo y lo llenó por completo. Me sentí como envuelta por una manta invisible. Así que desenrosqué la bufanda azul rey que llevaba de mi cuello y la colgué en mi brazo, luego procedí a quitarme los guantes anaranjados (Recalco: no sé de combinaciones), mientras buscaba un sitio por el lugar. Había un gabinete privado al final de la fila de la ventana y caminé hasta él, me senté allí, con una inusual sonrisa en mi cara. Me sentía muy bien de hecho, nada parecía perturbarme. Volvía a ser como en los viejos tiempo, solo yo y mis inusuales problemas de preguntas que realmente no me debería estar haciendo como ¿Por qué el cielo es azul? O ¿Por qué no hace tanto puto frío?

— ¿Puedo servirte algo, chica? —Una amable voz femenina llamó mi atención. Subí mi cabeza para ver a la dueña, era la chica que peleaba con esa señora extraña del primero el día de mi llegada al edificio Howell.

Ella tenía su largo cabello castaño atado en una coleta, su sonrisa estaba puesta en su cara de oreja a oreja, la perforación en su nariz me decía “no empujes sobre tus límites”, y sus grandes ojos avellanados me miraban, entornados hacia mi cara, como en busca de algo mientras golpeaba la punta de su lápiz contra la libreta de pedido en sus manos.

TEDDY (vol. I, II y II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora