Capítulo 1

79 10 24
                                    

Siete años y seis meses después...

El cielo nocturno era adornado por las estrellas como pequeños diamantes destellando y por supuesto la luna en su fase menguante. Ese día de abril sería el cumpleaños número siete del pequeño Tommy, el primogénito de Lucas y su novia Cinthya.

Tommy nacería seis meses después de que Emily contrajera nupcias con Bruno. Fue una agradable sorpresa para Los Carter saber que Lucas tendría un hijo, aunque para el señor y la señora fue un poco más difícil digerir la noticia, después de todo, tener hijos antes del matrimonio es algo "moderno" para ellos.

Tom Carter López celebraría su séptimo cumpleaños al lado de su familia en el lujoso apartamento donde se crió y sus padres vivían cuando tomaron la decisión de vivir juntos mucho tiempo antes de que Emily se casara. 

Helena en esos siete años no había cambiado mucho, seguía viviendo sola en su apartamento, había tenido una pareja por ahí por allá, pero nunca nada tan serio. Emily tampoco había cambiado tanto, seguía felizmente casada con Bruno Lambert y no había indicios de ningún descendiente por parte de la pareja de casados.

El timbre del hogar Carter-López resonó en todo el apartamento, Cinthya se apresuró a abrir a los invitados se trataba nada más y nada menos que Helena, James y Teodora Carter. Cinthya les dio una cálida bienvenida antes de dejarlos pasar.

El apartamento era tan lujoso como grande, el suelo estaba cubierto por confeti y serpentina, había globos colgados en todas partes junto un enorme cartel que decía: "Feliz Cumpleaños, Tommy".

—¡Tía Helena, abuelo, abuela! —exclamó el pequeño Tommy—, ¡qué bueno que vinieron!

—¡Ven aquí, cumpleañero, dale el un abrazo al abuelo! 

Tommy abrazó afectuosamente a su abuelo, gesto que imitó con su abuela.

—Tommy, esto es por parte de tus abuelos —dijo Helena dándole una gran caja a Tommy—. Feliz cumpleaños.

—¡Gracias, tía!, ¿qué me trajiste a mí?

—¿Con ser una tía genial no te basta?

—De acuerdo —accedió el niño—, solo porque te quiero mucho.

Tommy abrazó a su tía y ella respondió el gesto de igual manera. El pequeño con su regalo en mano corrió a dejarlo en su habitación y mientras se alejaba Helena seguía a su sobrino con la mirada mientras esperaba que alguien le reprendiera el haber olvidado el cumpleaños de su sobrino.

—Lo olvidaste completamente, ¿cierto? —dijo alguien a su espalda—. Por algo somos hermanos.

Helena se giró y miró a Lucas con los brazos cruzados y con una curiosa expresión de burla dibujada en su rostro de señor de treinta y dos años.

—Somos tal para cual, hermanito.

Ambos rieron al verse y posteriormente se abrazaron fraternalmente. ¿Cómo es posible que un padre se olvide completamente del cumpleaños de su propio hijo?, es debido a que James se está haciendo cada vez más viejo.

Alguien tiene que mantener a flote la compañía de bienes raíces de la familia. Todo ese peso recae en los hombros de Lucas y trabajar tanto a veces lo hace olvidar cosas.
El hijo menor de Los Carter no es dueño de la compañía porque sea hombre, es porque simple y llanamente las gemelas decidieron que no querían meterse en asuntos de la compañía demasiado.

Emily no quería involucrarse tanto en asuntos de la compañía porque ella siempre ha deseado tener una vida tranquila y ser dueña de una compañía siempre es muy duro, eso lo veía reflejado en su hermano y en su esposo, Bruno, quien es dueño de la compañía Lambert Company dedicada a la fabricación, exportación y venta de muebles, y él siempre vive en un estrés constante.

En cuanto a Helena, decidió no involucrarse de lleno a la compañía debido a que tenía miedo de no dar la talla y arruinar todo el trayecto de la compañía.

Sin embargo, ambas tenían puestos muy interesantes y bien pagados; Emily siendo la jefa del departamento de adquisición de terrenos y Helena siendo la representante legal de la compañía. 

En fin, Helena llegó a la sala y se encontraba la familia de Cinthya hablando entre ellos, Bruno y su hermana Emily.

Helena saludó a todos y comenzó a charlar con su hermana quien se notaba muy rara, tenía un semblante afligido, muy mínimo, casi imperceptible.

—Hola, Emily.

—Es bueno verte, hermana.

—Lo mismo digo.

Helena se debatía internamente si debería preguntar qué le pasaba a Emily y tras meditarlo unos momentos decidió que era lo mejor.

—Mi sexto sentido de gemela me dice que tienes algo.

—¿Algo? —preguntó Emily confusa —, pero sí estoy muy bien.

—No me mientas —insistió Helena—, sé que tienes algo.

—Me descubriste, verás, Bruno tendrá que tomar un vuelo mañana en la tarde hacía España para verse con unos inversionistas, y la verdad no quiero que se vaya, pero sé que es necesario.

—¿Y por qué te preocupa eso? —inquirió Helena no muy convencida—, ¿es por qué tienes miedo de que le pase algo?

—Por supuesto, es mi esposo y quiero que esté bien.

—Estará bien, Emily, ya lo verás.

En mitad de la conversación, los señores Carter saludaron a Emily interrumpiendo a Helena con su discurso de consolación.

James se alejó y comenzó una animada conversación con su yerno sobre los partidos deportivos más recientes y Teodora comenzó a analizar cada detalle de la cara, desde la decoración hasta los colores.
Las gemelas decidieron cambiar de tema de conversación y sacaron temas triviales.

Unos minutos después apareció Cintya anunciando que el pastel ya estaba listo y ya era hora de cantarle “Feliz Cumpleaños” a Tommy.

Todos se dirigieron al comedor donde Tommy se encontraba frente al pastel con siete velas prendidas encima de este mientras que Lucas estaba preparando la cámara.

Los invitados se sentaron en las sillas del comedor y otros sencillamente permanecieron de pie alrededor del cumpleañero.

—“Feliz cumpleaños a ti —entonaron todos—, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querido Tommy, feliz cumpleaños a ti”.

Tommy con todas las fuerzas que un niño de siete años puede tener sopló las velitas hasta que todas se apagaran.

El pastel se partió y fue degustado por todos lo que hizo sentir bien a Cinthya puesto que, ella fue quien realizó el pastel desde la preparación de la masa hasta la decoración.

Los primeros en irse fueron Emily y Bruno, por obvias razones. Y poco a poco los demás invitados fueron abandonando la residencia Carter-Lopez.

La LlamadaWhere stories live. Discover now