Capítulo 10: Travesuras

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Había pasado un mes desde que Harry se había convertido en bebé, nada había cambiado en la rutina de ellos dos, Severus se despertaba temprano en iba y lo despertaba a el, ambos desayunaban y Severus se preparaba para ir a dar sus clases como todos los días, luego de dejar a Harry con Molly o algunos de sus compañeros colegas que no tuvieran clases que dar. Ellos estaban muy felices de cuidar al bebé Harry ya que a todos les agradaba el niño, hasta el propio filcht fue visto dándole una sonrisa al bebé. El Elegido estaba muy feliz de estar con sus profesores, así podía conocerlos, más especialmente a su abuelo y abuela Minerva y Albus que siempre tenían algo con lo que mimarlo ( para disgusto de Severus).

Ahora Harry se encontraba en el living jugando con una pequeña snitch dorada que revoloteaba a su alrededor, cortesía de Albus Dumbledore en una de sus visitas casi diarias para ver a su nieto. Intento agarrar la esquiva pelotita pero está volvió a zafarse de su agarre y voló más lejos de el, Harry colocó sus manos en el suelo y se impulsó hacia adelante permitiéndole gatear, gateo hacia la snitch y volvió a intentar agarrarla pero está subió un poco más, Harry intento ponerse de pie agarrándose del mueble que tenía enfrente, pero sus músculos no le hicieron caso, frustrado gimió por lo bajo y se cruzó de brazos, Hedwig que había visto todo desde su percha al lado de la chimenea voló hacia el mueble y ululo a su pequeño dueño, que volvía a intentar pararse nuevamente, esta vez logrando mantenerse parado por unos segundos antes de caer hacia atrás, pero nunca tocó el suelo ya que una mano con dedos largos y fríos se apoyó en su espalda, Harry le lanzó a su padre una mirada agradecida

— no intentes apresurarte Harry, lo lograrás a tu tiempo— dijo Snape colocando al niño devuelta en la alfombra junto a los juguetes

Severus había aprendido bastante en un mes que había tenido a Harry como su hijo, es verdad que no podía hablar casi el bebé pero el niño se hacía entender perfectamente, sabía que le gustaba y que no pero sobre todo le había ayudado las revistas y libros que le había enviado Albus. Es verdad que mentalmente Harry tenía trece años pero emocionalmente solo tenía siete meses, ósea que era muy normal que si el bebé se frustraba comenzará a llorar como cualquier otro niño, ahí Severus trataba de consolarlo y hablarle suavemente mientras se mecía de adelante hacia atrás, esto funcionaba bastante bien, por ahora al menos. Snape salió de su oficina para encontrarse a su hijo tratando de atrapar la maldita snitch que su abuelo le había dado por su " cumple mes" . Sin que el niño se diera cuenta le tomo una foto ( mágica obviamente) mientras intentaba agarrar la pelotita dorada, luego guardo la cámara en su bolsillo justo a tiempo para sostener al niño que se caía, y colocarlo en el suelo nuevamente frente a sus juguetes diciéndole que tuviera cuidado

—  no vaya a ser cosa que luego el sr Weasley me culpe con el director por " maltratarte", si te ve que tienes algún moretón por alguna caída— se burló Snape con una sonrisa

Snape se giró y salió por el pasillo hacia su habitación para poder prepararse para darse un buen baño, no sin antes lanzar un hechizo hacia el bebé que le avisaría si le ocurría algo. Harry lo miro irse hasta que desapareció de su vista completamente. Miro hacia sus juguetes con desinterés, realmente sentía la necesidad de jugar con ellos pero su mente de adolescente le decía que eso era ridículo que no lo necesitaba. Miro a su alrededor y no vio nada interesante que pudiera hacer hasta que recordó algo que había dicho Snape hace unas horas antes : " invite al señor Weasley y a la señorita Granger a que vengan a visitarlo. Realmente espero que sepan comportarse". Harry miro el reloj que había sobre el mueble negro a su izquierda, ya era la hora que había dicho Snape que vendrían, ignorando su repentino dolor de estómago indicando que tenía hambre, se movió hacia la puerta y se sentó allí a esperar a sus amigos, mientras tanto su mente comenzó a divagar : y si no sabían donde quedaban las habitaciones privadas del hombre? Y si se perdían? No es que la puerta estuviera visible a simple vista. Con este último pensamiento Harry comenzó a gatear e intentar abrir el retrato que para su sorpresa se abrió fácilmente, gateo hasta la oficina que todos conocían del malvado maestro de pociones, luego se abrió paso hacia la enorme puerta negra que para su sorpresa también se encontraba ligeramente abierta, con su pequeño cuerpo logro pasar la pequeña abertura encontrándose en los enormes pasillos de la frías mazmorras, donde procedió a ir a buscar a sus amigos

Quince minutos después Harry se encontraba a las afuera de las mazmorras, gateo hasta las puertas del Gran Comedor para ver si sus amigos estaban ahí pero no llego a tiempo, cuando noto que era elevado sobre el suelo, se giro para ver a su padre con una mirada más que furiosa en su rostro, lo acomodo firme en su regazo y comenzó a caminar devuelta hacia las mazmorras, a mitad de su camino Albus llegó caminando tranquilamente hacia el

—  lo has encontrado Severus— dijo alegremente el anciano con una sonrisa en su rostro

—  así es— respondió fríamente Snape, Harry se estremeció desde su lugar— por favor dígale a él sr Weasley y a la señorita Granger que hoy no podrán visitar a su amigo, y que yo les avisaré cuando lo harán—

—  nos vemos Severus— saludo Albus pasando de ellos sin mirar a su nieto

Severus entró en sus habitaciones y fue directamente hacia la habitación de Harry donde coloco al bebé en su cuna quitando todos peluches y juguetes que había allí dentro. Harry lo miró confundido y Snape lo fulmino con la mirada

—  te quedaras ahí y pensarás en lo que has hecho— dijo fríamente— volveré por ti más tarde—

Y con eso Severus salió de la habitación cerrando la puerta tras el. No quería estar en la misma habitación con el niño ya que su temperamento estaba en su punto de ebullición y no quería hacer algo de lo que se arrepintiera más tarde. Se dirigió hacia la cocina y sacó de la heladera un whisky llenando el vaso que tenía frente a él, lo agarro y se dirigió hacia el sillón frente al fuego de la chimenea. Tomó varios sorbos mientras dejaba que el líquido bajara por su garganta lentamente, su mente viajo hace unos momentos atrás donde había salido del baño para ir a buscar a su hijo para prepararlo para cuando vinieran sus amigos, y encontrándose con la situación que se encontró. Un miedo que no había sentido hace mucho tiempo se apoderó de él cuando vio que el retrato estaba abierto y su hijo no estaba a la vista. Corrió hacía afuera y busco por todos lados en su oficina y salón de clase, pero no lo encontró, con su corazón aun palpitando en su pecho fuertemente un recuerdo vino a su mente: la snitch, la maldita bola amarilla tenía un rastreador que ubicaba la magia de Harry donde sea que estuviera, y le diría donde se ubicaba el niño para poder encontrarlo. Cerro sus ojos y susurro un: muéstrame a Harry y automáticamente una imagen llegó a su mente y que tan pronto como supo donde estaba salió disparado hacia allí.
Sus ojos reflejaban el fuego que crepitaba lentamente y con ellos volvió a la realidad, notando que el vaso en su mano estaba vacío lo dejó en la mesa para luego pasarse la mano por la cara notando que su enojo había disminuido bastante.

Snape fue a ver como estaba Harry pero lo encontró dormido en su cuna con rastro de lágrimas en sus ojos. Esperaba que el niño entendiera lo que había hecho y porque estaba mal ahora que era tan pequeño. Se giro y se fue a su habitación para poder dormir tranquilamente ya que había sido un día difícil

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Es todo por hoy! Espero les haya gustado!
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Retorno a la Inocencia (Severitus) Harry Potter Where stories live. Discover now