Retorno a la Inocencia (Severitus) Harry Potter

Capítulo 27: Poniendo a prueba a Snape parte 1

Severus sentó a su bebé en la alfombra donde habían un montón de juegos esparcidos por el lugar. Y el procedió a sentarse en su escritorio donde tenía un diario que esperaba ser leído. Harry miro hacia su padre que había agarrado el periódico y lo leía atentamente mientras su café echaba humo a su lado. Era hora de probar hasta donde podía ser manipulable su padre o en palabras del bebé hasta donde podía conseguir lo que el quisiera. Sabía que está actitud era muy de James Potter pero realmente estaba interesado en eso, tal vez con un poco de suerte y práctica podía safarse de algún castigo que le pusiera en algún momento. El bebé miro hacia donde estaban los juguetes y no vio nada interesante que pudiera hacer, observó la habitación en la que estaba y noto al fondo una pequeña estantería con varios libros, el niño sabía que esos libros Snape no se los permitía tocar, no porque fueran peligrosos sino porque eran demasiado viejos y se romperían fácilmente y además no había nada del interés del niño ahí. Se levantó con cuidado y se acercó al pequeño rincón pero cuando estuvo a tres pasos de distancia choco contra algo invisible que le impedía tocar la estantería, su padre había protegido el lugar, se giró y vio como su padre levantaba la vista y le sonreía con suficiencia desde su lugar, Harry en un arrebato infantil le sacó la lengua.

Volvió a mirar la habitación en busca de algo que hacer pero nada le llamaba la atención en particular. Luego de unos minutos donde se había sentado en el suelo observado el lugar decidió ir a molestar a su padre ya que estaba aburrido. Se levantó y se dirigió hacia el escritorio donde se acercó a su padre y se apoyó en sus piernas ya que no llegaba a poder sentarse con el porque era muy bajito. Se apoyó en el y miro a su padre , este miro hacia abajo encontrando a unos ojos verdes interrogantes, Snape ignoro al niño y siguió leyendo

—  papá? — pregunto Harry

— mmm—

El niño intento preguntar lo que tenía en mente pero de su boca solo salieron unos balbuceos que ni el mismo se entendió. Frunció el ceño e intento agarrar el periódico que Snape leía pero luego de unos segundos de intentar quitárselo su padre le dio un pequeño manotazo y le dijo: quieto!. Harry se quejó en voz alta pero su padre lo miro con un deje de advertencia y continuo leyendo.
Harry lo miro mal pero se fue de su lado, cuando se dio vuelta noto que la puerta de la oficina de su padre estaba abierta lo que significaba que podía ir al lugar que quisiera de las habitaciones privadas de Snape. Miro nuevamente hacia su padre que seguía leyendo tranquilamente sin prestar atención a su hijo, el niño sonrió y lentamente y sin hacer ruido ( ya que los pequeños zapatos que tenía puestos eran de suela blanda y no hacían ruido al caminar) salió de habitación y cruzó el pasillo observando las distintas habitaciones, se cruzó con el baño, la habitación de Snape, la suya, el laboratorio privado de pociones y al fondo del pasillo se encontró con una puerta nueva, no estaba antes ahí! O al menos no que haya visto el.

Una curiosidad lo inundó y se acercó a la puerta negra donde se estiró lo más que pudo y agarro el pestillo de la puerta logrando abrirla. Entro dentro y se sorprendió, era otro laboratorio de pociones pero este era más pequeño y con pila de pociones en los estantes, en el medio había un escritorio donde había un gran caldero negro junto con tubos de ensayo, ingredientes de pociones, una balanza y todo lo que se pudiera necesitar para hacer una poción. Se acercó lentamente pero no pudo buscar una forma de subir al escritorio ya que no había una silla allí. Gruñó para sus adentros por lo bajo que era y continuo explorando la habitación, lo único que había eran más y más pociones. Se acercó a un estante que estaba a su altura y tomo entre sus manitos una poción de aspecto viscoso y horrible y se dio cuenta de que la poción hacia movimientos extraños dentro, desde cuando las pociones se movían?

El estómago de Harry gruñó y el bebé se puso rojo, odiaba tener que depender de su padre para que lo alimentara aunque podía comer algunas cosas por sí solo otras ( como agarrar una cuchara ) le era imposible, su coordinación era un desastre. Dejo la poción donde estaba y salió del laboratorio dirigiéndose hacia la cocina, una vez allí decidió ir a la mesa y subirse lentamente a la silla, cuando logro hacerlo estiró su mano hacia la frutera y tomo algunas frutillas que había allí. Lentamente bajo de dónde se encontraba pero como tenía una mano ocupada termino cayéndose, las frutillas que tenía agarradas cayeron al suelo junto con el también. Se levantó y agarro lo que se le había caído y miro hacia la mesada donde se encontraba un biberón ( que seguramente había dejado ahí su padre). El bebé intento arrastrar la silla que sorprendentemente era muy liviana y la llevo hasta estar pegada a la mesada, se subió a ella y logró agarrar el biberón pero al hacerlo el líquido en el interior se le volcó encima al no estar bien cerrada la tapa, Harry miro todo esto asombrado y trato de bajarse de la silla pero al tener la silla parte de la leche que había volcado termino resbalando y cayendo al suelo.

Se le llenaron los ojos de lágrimas, no sabía si era porque le había dolido la caída o era porque tenía hambre y su estómago le empezaba a doler más fuerte que antes. Se levantó y noto las frutillas nuevamente en el suelo, agarro una de ellas y se la llevó a la boca, se giró con ella en la boca y se quedó congelado en el lugar, allí a unos metros de el se encontraba su padre con los brazos cruzados y mirándolo como si lo fuera a matar. Harry se quedó completamente quieto en su lugar como una presa que se ve acorralada por un depredador. La mente del bebé tenía tantos pensamientos que le dolía la cabeza, Snape cruzó la habitación en dos zancadas y tomo al niño en brazos que lo miraba con ojos muy asustados. Harry dejo que las lágrimas corrieran por su rostro sin preocuparse en limpiarlas y miro a su padre con lo que pudo pensar que sería su mejor cara de cachorrito abandonado, su padre no podría castigarlo por tener hambre no? Y menos si no podía hablar para comunicárselo... Verdad?

Severus llevo al niño al rincón y con un firme golpe en el trasero ( que sorprendió a Harry) lo dejo allí sentado. El se fue a sentar al sillón a intentar calmarse luego de limpiar el desastre que había causado su hijo con un movimiento de su varita. Como había logrado Harry hacer lo que hizo? Lo había descuidado 15 minutos y prácticamente había tirado la cocina por la ventana. Snape volvió a la realidad al escuchar a su hijo llorar desde su rincón, el lo miro y noto una mirada angustiada en el rostro de su hijo, esos enormes ojos verdes que Severus tanto "temía" lo miraban suplicantes. Snape desvió la vista pero no pudo evitar recordar algo: Los Dursley. Cuántas veces Harry habría querido comer y los Dursley lo habrían sacado a patadas ( literalmente ) de la cocina? Su hijo solo tenía hambre y había hecho lo que todo el mundo haría: ir a buscar comida. Pero el solo lo había puesto en esa esquina sin decirle nada...

—  papá? — lloro Harry desde su lugar estirando sus bracitos hasta el

Snape volvió a mirarlo y no pudo evitar sentirse mal aunque su rostro no reflejaba ninguna emoción. En contra a lo que su mente racional le decía que hiciera se levantó del sillón y fue a recoger al niño que inmediatamente se aferró a el y enterró su rostro en su cuello. Snape meció al niño suavemente y se sentó en el sillón, mientras Harry aún con su rostro en el cuello de su padre, sonrió, no era tan difícil hacer que su padre cambiará de opinión contrario a lo que la gente cree. El niño gimió y comenzó a llorar indicándole a su padre que le faltaba algo por hacer.
Severus con un movimiento de su varita calentó la leche y la colocó en el biberón que procedió a darle a Harry mientras lo acomodaba en su brazo izquierdo. Luego de que el bebé termino de comer Severus lo sentó en su regazo de forma que quedara frente a él, Harry lo miro de forma inocente con sus enormes ojos

—  pudiste haberme llamado no?— pregunto Severus— en vez de hacer este desastre —  señaló a la cocina ahora ya limpia—

Harry lo continuó mirando fijamente, Severus enarco una ceja esperando una respuesta. Harry se rio inocentemente y estiró su mano para agarrar la enorme nariz aguileña de su padre mientras se reía. Severus no supo que pensar y tampoco tuvo mucho tiempo de hacerlo antes de que su hijo decidiera agarrar su cabello y zinchar de el bastante fuerte

—  no Harry— dijo firmemente Severus quitando la pequeña mano de su hijo de su cabello

Harry hizo un puchero y volvió a intentar agarrar el cabello de su padre pero este lo evitó a mitad de camino. Severus se levantó del sillón y fue hasta la habitación del niño donde lo coloco en su cuna arropando al bebé, este lo miro y le dedicó una sonrisa aunque Snape nunca noto que esa sonrisa escondía algo más que solo "inocencia"

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Es todo por hoy. Próximo capítulo: Harry sigue con sus travesuras. Snape perderá la paciencia o aguantará hasta el final?