Capítulo 15: Prince Manor

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Harry sonrió a su padre desde su lugar en el suelo, Snape le devolvió la sonrisa y continuó leyendo su libro de pociones. Mientras tanto Harry continuó jugando con los bloques de construcción que tenía desplegados por el suelo, no tenía nada mejor que hacer y tenía que divertirse con algo. Febrero había llegado rápido y pasado demasiado rápido y con el Harry ya tenía nueve meses, muy cerca del año y estaba feliz de que pudiera hacer más cosas por sí solo, sabía que era una bobada sentirse así pero tener más independencia lo hacía sentirse mucho mejor consigo mismo. Su padre le había dicho que hoy irían a Prince Manor, la casa de su padre y antes de su abuela Eileen y la verdad estaba muy ansioso, se había dado cuenta que para los niños esperar era un suplicio, siempre le parecía que el tiempo nunca avanzaba o que si avanzaba era a paso muy lento. Agarro el último cubo y lo coloco encima de su pequeña torre y luego procedió a tirarlo al suelo, sus labios se curvaron hacia arriba en una sonrisa mientras aplaudía felizmente, pero enseguida puso una cara seria y se ruborizó por completo, era ridículo un comportamiento de este tipo. Su estómago gruñó y Harry miró a su padre instintivamente esperando a ver que hacía el, luego negó con la cabeza y procedió a levantarse para ir a buscarse algo que comer, llegó a la cocina y arriba de la mesa había un frutero pero como no alcanzaba se coloco de puntitas y procedió a cinchar el mantel mientras de a poco el frutero iba acercándose a él, hasta que directamente se le cayó encima de la cabeza, varias manzanas peras y limones cayeron en su cabeza haciéndolo perder el equilibrio y caer sobre su trasero. Del susto que se llevó las lágrimas brotaron de sus ojos pero no hizo ningún sonido de llanto realmente, el ruido alertó a Snape que llegó corriendo a la cocina y vio el desastre que había hecho Harry, tomo al niño en sus brazos y con un ligero pero firme golpe en el trasero lo llevó a un rincón donde lo dejó sentado con su nariz pegada a la pared, e hizo todo esto en silencio, no necesitaba explicarle el porqué lo había castigado, Harry lo sabía perfectamente al fin y al cabo no era un bebé de verdad que no entendía las cosas.

Harry pasó allí dos minutos y luego su padre vino a sacarlo, el niño no pudo evitar llorar, le molestaba que su padre no le hubiera preguntado porque había hecho eso, tenía hambre!! Que había de malo en tener hambre? Trato de liberarse de los brazos de su padre pero en vano, esto lo molesto aún más y comenzó a llorar realmente, estaba frustrado y molesto y no tenía mejor idea ( ni opción) que llorar. Snape fue hacia la cocina y preparo un biberón, mientras que su hijo seguía llorando y se detuvo cuando su padre le coloco la tetina en la boca, donde Harry procedió a tomar con avidez hasta que Severus se lo quito diciendo que tomará más despacio, Harry se quejo y Snape con una mirada de advertencia le volvió a dar el biberón.

Luego de que Harry comiera lo llevó a bañarse y cuando estuvo listo ( vestido y abrigado) agarro sus cosas, las encogió y fue directamente hacia la chimenea, pensó en aparecerse pero luego recordó que tenía que recorrer un largo bosque antes de llegar a la casa, y no tenía ganas de que su hijo se enfermara, ya tendría tiempo de mostrarle la casa por fuera. Entró dentro de la chimenea y susurro: Prince Manor"

Snape salió de la chimenea con gracia y elegancia, y dejó que Harry procesará en su mente el lugar donde estaba. El niño miraba asombrado el lugar, concretamente la sala de estar, el lugar era enorme, perfectamente cabían veinte elefantes africanos ahí, la casa estaba pintada de color blanco con detalles muy lindos en dorado. Snape subió unas enormes escaleras hacia las habitaciones de arriba, donde Harry se encontró en un enorme pasillo alumbrado por velas, Snape paso varias puertas antes de detenerse en una casi al fondo, la abrió y Harry casi se cae de los brazos de su padre

La habitación era enorme, pintada de color azul y negro como la de Hogwarts, había una cama dosel color rojo oscuro, al lado una mesita color marrón tipo victoriana donde había una lámpara y unas fotos en ella, en el lado izquierdo de la cama había un enorme ropero negro donde seguramente estaba su ropa. En frente a la puerta en donde se encontraban había un gran ventanal que daba a una parte del bosque que rodeaba la casa, dándole un aspecto natural, al lado de la ventana había una puerta negra que daba a algún lado, al baño pensó Harry hasta que vio la puerta a su lado donde era realmente el baño, en el medio de estas dos puertas concretamente en la pared, había una gran chimenea negra que estaba encendida brindado calor al lugar. Snape sacó la cuna color azul y la coloco en el centro de la habitación, luego salió de ella. Fue hasta la sala de estar donde unos elfos domésticos lo esperaban con entusiasmo, estos tres elfos vestían, los chicos, una especie de batas negras y las chicas una de color pastel.

— Maestro Snape, ha llegado! Bienvenido!! — saludo la chica inclinándose ante su amo, los demás la imitaron

—  gracias Trix— agradeció el pocionista— este es Harry Snape, Harry ellos son Trix, blaisy y alen—

Harry les sonrió a los elfos domésticos pues no podía hacer nada más. Snape ya le había contado a sus elfos la situación de su hijo y ellos prometieron cuidarlo. Estaban felices de que hubiera alguien en la mansión desde hace tantos años, le mostraron a Harry la cocina, el comedor, la biblioteca en el piso de arriba, el laboratorio de pociones de su padre ( donde también tenía prohibido acercarse), la sala de juegos donde había juegos para el, y otros para cuando volviera a la normalidad, y por último le mostraron el salón de estudio, que era una habitación grande equipada para justamente estudiar tranquilamente, estaba perfectamente equipada con todo lo que necesitarías, también la habitación era a prueba de ruido, en ella no podías poner la escusa de " no me puedo concentrar" ya que todo ruido de afuera era cancelado por las "paredes".

Luego de pasar varias horas investigando la mansión, cosa que pensó que su padre no lo dejaría hacer Harry se sintió agotado, odiaba tener nueve meses pues se cansaba con facilidad. Los elfos notaron esto y le llevaron al niño a su padre, Snape coloco a Harry en su regazo y lo meció para que se durmiera, lográndolo en menos de cinco minutos. Se levantó del sillón y subió las escaleras para llevar a su hijo a su habitación, entro en ella y dejo a Harry en su cuna, cubriéndolo con la manta negra. Miró a su hijo dormir por varios minutos antes de pasar una mano por los cabellos negros ( ahora lacios y más controlables) para luego darse la vuelta para irse de la habitación, con un chasquido de sus largos dedos las luces se apagaron y apareció una pequeña pantera negra que alumbraba la habitación con una luz azul tenue, la pantera negra se poso en el marco de la cuna y se echo ahí mirando al pequeño cachorro que dormía plácidamente en la cuna.

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Es todo por hoy. Próximo capítulo: Harry pasa un mal momento en la mansión

Retorno a la Inocencia (Severitus) Harry Potter Where stories live. Discover now