Capítulo 11: Navidad

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Diciembre había llegado muy rápido para Severus Snape, tenía tantas cosas que hacer que no se había enterado que había empezado a nevar afuera, hasta que tuvo que ir hasta lo de Hagrid para darle algo. Y más se sorprendió cuando minerva vino a preguntarle cuantos alumnos se quedarían para las vacaciones, ahí fue cuando se dio cuenta de que ninguna de sus serpientes se quedaría este año, para el era mejor así podía cuidar mejor a su hijo Harry. Estas últimas semanas habían sido una locura, corregir ensayos, dar clases, reuniones del personal, preparar la poción mata lobos para Lupin, definitivamente necesitaba unos días libres.

Por fin llegó el día previo a la navidad, los profesores estaban vestidos para la ocasión previa a la cena de navidad. Minerva y Albus habían llegado para convencerlo de que asistiera a la Gran cena que iba a ver en el Gran Comedor pero Severus se resistió por quince minutos alegando que no tenia nada que hacer alli, y que las fiestas no eran lo suyo pero terminó aceptando cuando Minerva le amenazo con llevarlo por la oreja.
Luego de que Minerva y Albus se fueron Severus se dirigió a la habitación de Harry donde encontró al bebé en su cuna jugando con un peluche de serpiente, el lo miró

— tenemos que ir a la cena de navidad— dijo Snape, Harry lo miró con curiosidad— culpa de tus abuelos—

Agarro al niño en brazos y lo llevó al cambiador donde procedió a cambiarle el pañal y ponerle un pequeño buzo negro con un caldero humeante, pantalones azul obscuro y zapatitos negros. En todo esto Harry solo miró su padre de forma seria, Snape se preguntó porque ya que hace varios días su hijo lo miraba de esta manera

Abrió las puertas del Gran Comedor para encontrar una gran mesa negra en el medio del Salón, los platos dorados , los tenedores y las copas de oro brillaban y sobresaltaban en el fondo negro de la mesa. Dumbledore estaba sentado al final de la mesa, a su derecha Minerva Mcgonagall y a su izquierda Flitwick, luego estaban Pomona y Pomfrey. Severus tomó lugar entre medio de sus padres y sentó a Harry en su regazo que seguía inusualmente serio. Dos chicas de Ravenclaw y Hufflepuff llamaron la atención del bebé que se giro para mirarlas mientras ellas lo elogiaban. Harry sonrió para demostrarles que estaba escuchando pero no se sentía del todo de humor, hace varios días que toda la situación de que había cambiado de cuerpo a uno de un bebé lo estaba abrumando y más cuando observó a su padre, que parecía no molestarle que su hijo de trece años se hubiera convertido en bebé, como si eso fuera normal, algo de todos los días. Había pasado tres meses desde ese acontecimiento y pensó que ya estaría en su forma normal pero no fue así. Intento preguntar a su padre cuando volvería a la normalidad pero se dio cuenta que su vocabulario era casi nulo y que Snape no le entendería.
Todo lo que duró la cena Snape conversó con Minerva y Albus y respondió las preguntas de Poppy sobre el bebé Harry, si ya gateaba, si comía esto y lo otro, también le dio algunos consejos y lo que se esperaba que hiciera a esta edad. Este interrogatorio puso de mal humor al bebé que en un determinado momento se negó a seguir comiendo, y cinco minutos después se encontraba llorando en silencio sentado en el regazo de su padre, Harry estaba tratando de no arruinar la cena de su padre pero realmente estaba cansado y harto de la situación que se encontraba.

Diez minutos después Severus salió del Gran Comedor con un bebé que lloraba y se retorcía en sus brazos tratando de que lo soltara. Snape rápido como era llegó a las mazmorras en otros diez minutos no sin antes regañar a su hijo por el escándalo que estaba haciendo. Que le pasaba? Porque había estado tan serio y de malhumor estos días? A todos los niños le gusta la navidad, no debería tener este humor. Snape llegó a sus habitaciones y fue directamente a la habitación de Harry donde se sentó en la mecedora y comenzó a mecerse para hacer dormir al niño.

Al día siguiente Snape se despertó a las siete de la mañana y dejó dormir a su hijo esperando que el mal humor que tenía se le fuera durmiendo. Pero no fue así, dos horas después fue a despertar a su hijo para abrir los regalos que había bajo el árbol de navidad. El niño se dispuso a mirar seriamente a su padre apenas entró a su habitación. Mientras Snape lo cambiaba habló con él como le había dicho Madam Pomfrey que debía hacer, así su vocabulario podría enriquecerse mucho más

— que pasa Harry? Porque has estado de mal humor estos días? — preguntó Snape sabiendo que no recibiría respuesta-es navidad, no te gusta la navidad?

Harry asintió y frunció el ceño

—  puedes darme un indicio de lo que te pasa? — preguntó Snape pasando una manito por la manga de la campera verde

Harry negó con la cabeza, Severus suspiro cansado

—  bien— concordó Snape—  vamos a desayunar y luego abriremos regalos, que te parece?—

Levantó al niño y lo llevó a la cocina donde lo coloco en su sillita alta y comenzó a alimentarlo, comió todo de su plato sin quejarse como hacía la mayoría del tiempo hace unos días. Eso era un progreso pensó Snape. Luego el pocionista comenzó a desayunar el, un café con cinco cucharadas de azúcar y tostadas francesas, mientras miraba a su hijo que daba vueltas un pequeño ciervo y lo analizaba pensativo.

Luego de desayunar Snape coloco a Harry en el suelo sentado en la alfombra Azul donde el también se sentó frente a Harry, esto sorprendió al bebé pero no dijo nada. Minerva y Albus se unieron enseguida a ellos minutos después sentándose frente a su hijo y nieto, este último en los brazos se su abuela. Comenzaron a abrir los regalos, primero los del bebé. Hermione le dio a Harry un libro de Quiddich A Través De Los Tiempos, Molly le envío un pequeño suéter con una snitch dorada en el centro, también otro más grande para cuando volviera a la normalidad, algún día. Los gemelos Weasley le enviaron artículos para bromas que Snape confiscó rápidamente antes de que Harry pudiera tocar algo, también se llevó de su hijo una mirada fea. Minerva y Albus le habían dado un gorrito de lana de Gryffindor ( y también le habían dado uno a Severus de Gryffindor para su disgusto). Severus abrió sus regalos y cuando terminó noto que los ojos de Albus brillaban locamente

—  que más tienes padre? — preguntó Snape temiendo la respuesta

—  un regalo para Harry que creo que te ayudara a cuidar mejor a tu hijo Severus— respondió con una sonrisa

Se levanto y volvió dos minutos después con un perro Gran Danés color negro y ojos amarillos brillantes, el perro movió la cola al ver al bebé en el suelo. Snape se puso de pie de un salto como si en vez de piernas tuviera resortes

—  absolutamente NO!!! — gruñó Snape a su padre—  no quiero a un mugroso perro en mis habitaciones—

—  creo que a Harry le gusta— dijo Albus observado como el bebé sonreía mientras el perro le lamia la cara felizmente

—  no. voy. a. tener. un. perro. en. casa— dijo lenta pero mortalmente Snape, sus ojos onix brillaban con enojo pero Albus era inmune a esa mirada

—  el perro está entrenado Severus, me encargue de eso personalmente— respondió Albus mientras acariciaba al perro— inclusive cuando Harry vuelva a la normalidad cuidara de él. Es un perro mágico—

Discutieron sobre el perro negro varios minutos más, hasta que Severus se dio la vuelta para ver a su hijo que hace días estaba tan de mal humor riéndose a carcajadas, mientras el perro corría a su alrededor y de vez en cuando le lamia la cara haciendo que harry riera aún más. Harry notando la mirada de su padre le lanzó una mirada suplicante que hizo que Snape en un par de segundos aceptará al chucho zarnoso. Y rezo por qué su hijo nunca descubriera que sus ojos verdes que tanto le recordaban a lily eran su mayor debilidad

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Hasta aquí por hoy! Próximo capítulo : Harry le cuenta a su padre porque está tan de mal humor

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