Capítulo 14: Callejón Diagon

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Era sábado por la mañana y Severus se encontraba desayunando a las seis y media de la mañana, se había despertado temprano para poder ir al Callejón Diagon para comprar algunas cosas para su hijo y otras para la mansión que necesitaba. Iría a Prince Manor luego de terminar de desayunar, para pedirle a los elfos domésticos que arreglaran y limpiará la mansión para hacerla habitable, y luego regresaría a Hogwarts para buscar a Harry para ir al Callejón Diagon. Dejó la taza en la mesa y automáticamente desapareció, se levantó y fue hasta su habitación para colocarse la túnica negra más presentable que tenía, luego de vestirse se dirigió hacia el Floo donde la cara de la profesora Mcgonagall le esperaba impaciente

—  pasa madre— dijo Snape apenas la vio, tres segundos después Minerva se encontraba de pie frente a su hijo

—  ya te vas? — preguntó Minnie son una sonrisa

— si, así es— respondió Snape dando una mirada hacia las escaleras

—  Harry estará bien— dijo Minerva colocándole una mano en el hombro— lo tendré pronto cuando vengas—

Con un asentimiento Snape entró por la chimenea y desapareció en las enormes llamas verdes. Apareció en el Caldero Chorreante donde salió hacia el Callejón Diagon, y fue directo hacia Gringotts donde verifico que su hijo estuviera anotado como tal y como consiguiente fuera heredero de la mansión cuando el haya muerto. Grypook le dijo que Lily y James Potter le habían dejado a Harry su fortuna, varias cámaras llenas de galeones y todo tipo de cosas que los Potter tenían ahora pertenecía a Harry. El duende también le dijo que sólo su hijo podría acceder a estas bóvedas, y nadie más podría cosa que no le gustó a Snape pero que no dijo nada.

Salió del banco y fue hacia su tienda habitual donde compraba sus suministros para su laboratorio de pociones personal, ya que los ingredientes que necesitaban para el laboratorio de pociones de Hogwarts se lo proporcionaba el director. Paso la siguiente hora eligiendo algunos de los más asquerosos y raros ingredientes, mientras evitaba hablar con las personas a su alrededor que ya lo conocían perfectamente de tanto que iba a esa tienda. Luego de comprar lo necesario se apareció en su mansión

Harry se despertó notando como había un rostro muy conocido frente a él, su abuela Minerva lo observaba con una sonrisa en su rostro. Agarro al niño y procedió a cambiarlo colocándole un buzo color rojo, pantalones y zapatos del mismo color. Harry la observaba atentamente mientras lo cambiaba

—  papa fue al Callejón Diagon a comprar algunas cosas. Volverá luego para llevarte con el de paseo— le informo Minerva levantándolo y llevándolo a la cocina

Harry se sintió inseguro y con miedo ante las palabras, a pesar de las explicaciones de su abuela no se sentía seguro, quería a su padre y no sabía de dónde venía tal inseguridad, de sentirse tan indefenso sin él hombre de negro a su vista. Miró como su abuela le colocaba unas frutas y trocitos de pollo en su plato. Pero a pesar que no había comido nada desde la noche no sentía hambre, o tal vez si pero la preocupación era más fuerte, y si su padre no volvía? Y si descubrió que realmente era un bicho raro? Y si ya no lo quería? Lagrimas amenazaron con salir, trato de controlarlas pero no pudo, su mente sabia que esta actitud era ridícula pero no podía controlarla por más que quisiera. Harry rompió a llorar y Minerva se acercó a él y lo agarro en brazos, caminando de un lado a otro tratando de calmar al bebé pero Harry seguia llorando. Así los encontró Snape cuando llegó a sus habitaciones

—  Harry? — preguntó Snape al ver llorar a su hijo

—  papa!! — grito Harry

Snape se sorprendió por esto, luego de la conmoción inicial y la emoción que sintió cuando su hijo lo llamó "papa" agarro a Harry para calmarlo, luego amenazó al bebé con castigarlo si no comía antes de salir de compras. Luego de que desayuno Severus y Minerva fueron al Callejón Diagon, donde fueron a una tienda de ropa marca "Mystic" donde Snape compró todo tipo de ropa para Harry, ( y también para cuando volviera a la normalidad) buzos, camperas, camisetas, pantalones, pijamas, zapatos, ropa de baño, batas para después de bañarse, pijamas de animales ( a petición de Minnie) entre otras cosas. Luego de que Snape pagara por los artículos fueron enviados a la mansión, donde los elfos acomodaron todo en sus respectivas habitaciones. Luego de salir de la tienda pasaron por una librería donde compraron distintos tipos de libros, tanto para pociones como para Harry cuando volviera a la normalidad. Snape insistió en comprar libros para bebés pero Harry se negó a leer o que le leyeran esos libros. Después de la librería pasaron por una juguetería donde Snape le dijo a Harry que agarrara lo que quisiera. Harry estaba sorprendido y ansioso ya que nunca había podido elegir que comprar con los Dursley y menos para el mismo. Harry miró el precio de las cosas pero Snape le había dicho que el dinero no era problema, que su familia tenía suficiente dinero como para vivir veinte vidas sin ningún problema. Ahora Harry se encontraba frente a una estantería llena de peluches, había búhos, lechuzas, leopardos, guepardos, arañas, perros, monos y todos los animales que pudieras encontrar. Harry tomó un peluche y miró a su padre, una sonrisa pícara se formó en su rostro

— tu, papa — dijo levantando un peluche de murciélago frente al rostro de su padre

—  mocoso insolente— respondió Snape tratando de sonar severo pero con diversión en su voz

Harry estalló en carcajadas mientras dejaba el peluche donde estaba y buscaba otro para llevarse el. Salieron de la juguetería con un peluche de un perro negro, y un Harry aún riéndose de la broma que le había hecho a su padre, Snape sólo rodó los ojos y se rio entre dientes mientras negaba con la cabeza, Minerva también se reía por lo bajo, asegurando que si pusieran al peluche de murciélago en el escritorio de su salón de clase y entraran los estudiantes lo confundirían con el profesor Snape sin problemas.

Severus y Minerva llegaron a las habitaciones de Snape en Hogwarts con un bebé Harry dormido en el pecho de su padre. Minerva se despidió de él y del bebé y se fue. Snape despertó a Harry que se quejo pero callo al instante sintiendo como la leche tibia bajaba por su garganta hasta su estómago adormeciéndolo casi al instante.

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Es todo por hoy. Próximo capitulo: Severus lleva a Harry a Prince Manor

Retorno a la Inocencia (Severitus) Harry Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora