Capítulo 24: Sirius vs Snape

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Severus estaba recogiendo algunas plantas que necesitaba para sus pociones, tenía en su mansión un gran invernadero para diferentes tipos de plantas ya sean mágicas o muggles. Ese día soleado había salido al jardín trasero para tomar un poco de aire y al ver algunas plantas ya disponibles para cosechar, había decidido recolectarlas llevándolas hacia su laboratorio.
Snape se sacó los guantes de cuero y los dejo en la mesita y salió al aire libre, a diferencia de lo que pudieran creer los estudiantes de Hogwarts a él le gustaba mucho tomar sol afuera tranquilamente. Entro por la enorme puerta trasera de su mansión y se dirigió hacia la sala de estar donde encontró a Harry tirado en el piso boca arriba con una mirada de dolor en su rostro, había pasado casi dos días desde que Madam Pomfrey le había vacunado y Harry aún le dolía el brazo ( tal vez pensó Severus, había sido porque tenso su cuerpo al asustarse haciendo que le doliera el doble). Se acercó al bebé y lo tomo en brazos llevándolo hacia el sillón donde lo coloco acostado sobre su regazo de frente a él, Harry que ya sabía lo que se venía comenzó a retorcerse y balbucear, Severus ignorandolo convocó un pequeño frasquito de antibiótico y una pequeña jeringa que procedió a llenar. Harry lo miro mal y negó con la cabeza de un lado a otro bastante rápido frunciendo sus labios, Snape solo lo miro y negó con la cabeza, no importaba lo que dijera el mocoso se negaba a tomar el medicamento que lo ayudaría a no sentir tanto el dolor. Se preguntó a si mismo si con las pociones pasaría lo mismo, pero aún era muy pequeño como para que pudiera tomarlas. Snape abrió la pequeña boca de su hijo sin ninguna dificultad y procedió a obligarle a tragar el medicamento. El bebé al ver que no podía hacer nada para evitarlo o defenderse se largó a llorar desconsoladamente, odiaba esto, prefería las pociones pues estas hacian efecto enseguida y no dos horas después.

Snape colocó a su hijo sobre su pecho y frotó su espalda en círculos para calmarlo pero esto no funcionó, el niño siguió llorando. Severus decidió mostrarle a Harry una nueva parte de la mansión que seguro le gustaría: Los Animales. Se dirigió a la puerta principal y la cruzó revelando un porche muy bonito, bajo las escaleras y frente a él se materializó un enorme pero enorme jardín delantero, tenía dos escaleras enormes que iban una a la izquierda y otra a la derecha de la mansión ( ya que en el medio había una fuente de una pantera negra que echaba agua por su boca). Estás escaleras estaban adornadas con diferentes flores y pequeñas aves que se posaban o descansaban allí, Snape bajo las escaleras por la derecha y llego hasta el final donde a cada lado había un enorme campo más grande y parecido al de quiddicht de Hogwarts, unido por un largo pasillo que conectaba ambos "campos", adentro había todo tipo de animales que paseaban alegremente y convivían entre ellos: hipogrifos, testrals, tigres, serpientes exóticas, pavos reales, búhos y todo tipo de animales que pudieras imaginar, algunos de estos no pertenecían a la mansión sino que venían del bosque a pasar un rato con los otros animales que si pertenecían a la casa Prince: los pavos reales, hipogrifos y las serpientes exóticas.

El lugar era realmente hermoso, de hecho su mansión y el jardín eran los más hermosos del país, según una empresa que no tenía nada mejor que hacer que comprar casas del pueblo donde vivía. Pero Harry nunca vio lo que se estaba perdiendo pues seguía llorando y retorciéndose en los brazos de su padre, Snape fue a hablarle pero de repente algo llamó la atención del bebé haciendo que prestará atención a su alrededor notando como una hermosa mariposa color azul eléctrico revoloteaba a su alrededor, Harry intento tocarla pero está lo esquivo yendo a posándose en su nariz, el niño la miro y entre lágrimas que aún corrían por su rostro se rió, Snape también lo hizo viendo como los ojos verdes escudriñan a la pequeña mariposa que parecía que lo estuviera saludando con sus patitas. La mariposa se cansó y se fue volando mientras Harry le decía adiós con la mano hasta que se dio cuenta de que eso era ridículo y bajo su mano completamente rojo. Ahí fue cuando se dio cuenta del lugar donde estaban, observó cada detalle del lugar por varios minutos hasta que por último noto a los animales que allí se encontraban, Harry sonrió hacia ellos y los animales lo miraron, algunos con recelo pues no estaban acostumbrados a tener niños pequeños y otros con curiosidad pues los que eran de la mansión no sabían que su dueño tuviera un hijo.

Retorno a la Inocencia (Severitus) Harry Potter Where stories live. Discover now