El padre de mi novio. [Versión 2022] ✅

2. La familia.

Para la cena familiar me puse algo simple y cómodo. Al fin y al cabo no íbamos a ir a ningún sitio sino a quedarnos en casa y solo seríamos mis dos hermanos mayores; Brian y Evan, mi mellizo; Charlie, mi padre y yo.

Salí de mi habitación hasta la sala. Charlie junto a Brian y papá ya estaban ahí esperando por Evan, que seguro que llegaría un poco más tarde porque era muy presumido, aunque Brian no se quedaba atrás.

Nuestro hermano mayor siempre llegaba tarde porque le tomaba demasiado tiempo arreglarse, a pesar de que solo fuéramos a cenar en familia y en casa, aunque esta no era como la de Blake ni mucho menos parecida.

La suya era una casa individual de dos pisos con muchas habitaciones, tres o cuatro baños; tanto aseos individuales en las habitaciones como compartidos, dos enormes jardines por delante y atrás, piscina en el porche trasero, sótano con otra piscina techada y climatizada, y con un garaje para más de un vehículo.

Por otra parte, nosotros vivíamos en un pequeño piso con solo lo esencial para poder vivir; un baño, cocina, sala de estar que también era comedor, además de tres habitaciones; una para mi padre, otra para compartir entre Brian y Charlie y por último estaba la mía. También hacía las veces de "oficina" porque era la única que tenía ordenador, así que ninguno tenía tanta intimidad como realmente quería.

Mi estatus económico no era, ni de cerca, igual al de Blake. Se veía a simple vista que él era un chico de dinero mientras yo colaboraba en casa, ayudaba a cuidar de mi familia y tenía dos empleos para pagar muchas, muchísimas deudas que mi madre dejó cuando nos abandonó.

Mientras pensaba en todo eso, la puerta de la entrada sonó. Mi padre estaba en la cocina terminando de sacar algo del horno, mis hermanos estaban en un sofá hablando entre ellos sobre algún videojuego, con tranquilidad por una vez, así que, al ser la única que estaba de pie, fui yo a abrir la puerta.

—¡Evan! —Exclamé y mi hermano mayor me abrazó mientras me levantaba en el aire.

—¡Hola, princesa mía! —Dejó un sonoro beso en mi frente luego de dejarme en el suelo y pasó al salón.

Ya me había acostumbrado a que mis hermanos y mi padre me llamaran por ese apodo, así que había optado por dejarlo estar. Tenía asumido que nunca iban a parar de hacerlo.

También había aceptado que me levantaran en brazos siempre que les apetecía, sobre todo para saludarme. Ese era el inconveniente de que todos los hombres de mi familia midieran más de un metro setenta y cinco y yo había heredado el metro sesenta de nuestra madre.

Después de que Evan saludara a nuestro padre con un asentimiento, le chocara el puño a Brian y le diera un ligero golpe en la nuca a Charlie, nos sentamos en la mesa mientras empezábamos una conversación y esperábamos a papá, quien se unió en cuestión de minutos dejando la bandeja de comida en el centro de todos.

La cena fue divertida y amena. Mi familia era algo peculiar y no era tan común debido a que teníamos la libertad para hablar de absolutamente cualquier tema sin vergüenza y, siempre que nos podíamos juntar, acabábamos haciendo una fiesta por lo más mínimo.

Podría decir que no había nadie serio en mi familia, aunque era mejor no enfadar a papá porque podría convertirse en el mismísimo diablo si quería. Suerte para dos de mis hermanos que él trabajaba mucho y no estaba tanto en casa como le gustaría.

Brian y Charlie siempre estaban discutiendo o peleando, tanto en serio como de broma, mientras que Evan no vivía con nosotros, así que me tocaba aguantarlos a mí. Por fortuna, cuando él venía de visita nos ayudaba con las cosas de la casa o con ellos dos.

A decir verdad, si lo pensaba bien, era como la madre de la familia aunque fuera la más pequeña de todos, pues Charlie, que era mi mellizo, era mayor que yo por solo dos minutos y siempre me lo recordaba para molestarme.