11. El baño.

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Un camarero nos interrumpió cuando puso los dos platos sobre la mesa. Eso fue lo que nos hizo poner algo de distancia entre nuestras caras, por lo que tuve que recuperar la compostura o iba a perder la cabeza aquí mismo.

Mi corazón iba a una velocidad tan rápida que pensé que iba a sufrir un colapso y se me iba a detener en cualquier momento.

Le había dicho que lo deseaba y, después de lo que habíamos pasado en estos intensos días, después de todo lo que empezaba a sentir, era más que cierto, pero Blake...

Recordé la llamada de esta mañana que no pude atender porque estaba en la moto y saqué el teléfono de mi bolsillo con las esperanzas de que hubiera sido él, que me llamaría al despertarse como me había dicho anoche.

Tal vez no tenía que esperar al fin de semana para contarle lo que estaba pasando. Tal vez se lo podíamos decir ahora que Ian y yo estábamos en el mismo lugar al mismo tiempo y el fin de semana se lo diríamos a Eleanor.

Le di al botón en un lateral del teléfono móvil y, a pesar de que la pantalla estaba rota, aún se podía ver algo del fondo de bloqueo con una foto de Blake y mía.

Fue sacada en nuestro escondite por el temporizador. Él me estaba abrazando por detrás reposando la cabeza en mi hombro y yo tenía una mano en sus mejillas mientras apretaba un poco, haciendo que él sacara los labios.

—Necesitas otro. —Dijo Ian mirando el teléfono mientras empezaba a almorzar.

—¿Otro qué? —Pregunté extrañada.

—Otro teléfono. —Sonrió lateralmente. —¿Qué te pensabas que te iba a decir? ¿Otro novio? —Me quedé en silencio.

—Es tu hijo. —Él no borró la sonrisa.

—Exacto. Es mi hijo. —Asintió a sus palabras señalando al teléfono.

—¿Y eso quiere decir...? —Esperé a que completara la frase con un "lo que hacemos está mal".

—Eso quiere decir que todo lo que sabe hacer, yo lo sé hacer mucho mejor. —Me sonrojé bastante más de lo que pensaba porque sabía que lo que había dicho tenía doble intención. —Estoy hablando de cosas generales, preciosa. ¿En qué estás pensando tú? —Ladeó un poco la cabeza mientras cuestionaba.

—En sexo. —Respondí sin pensar y él soltó una carcajada, pero tuvo que reírse por lo bajo para no llamar la atención en el restaurante.

—Nunca sé qué esperar contigo, Katie. —Dio un sorbo al vaso de agua. —Te sonrojas, pero me respondes de manera muy directa. —Me encogí de hombros mientras empezaba a almorzar.

—Me preguntaste en qué pensaba y te lo dije. —Hablé con simpleza.

—Tienes toda la razón. —Aún riendo asintió.

—¿Te importa si miro una cosa en el teléfono un momento? —Lo señalé.

—Adelante. —Hizo un gesto con la mano para darme permiso. —Pero antes déjame decirte que la comida está deliciosa. —Señaló su plato mientras asentía con aprobación.

—A Noah le encantaría escuchar eso. Se lo diré. —Sonreí porque me había gustado que a una persona como él le gustara un sitio tan humilde como este.

Pasé el dedo por la pantalla, pero sentí que me había cortado el dedo índice. Por suerte, cuando pasé mi dedo pulgar por él apretando un poco, no salió sangre, fue solo la sensación al haber pasado por encima de las grietas de la rotura.

Puse el código de desbloqueo y vi que tenía otra imagen de fondo con Blake.

En esta estábamos ambos en bañador y bikini en una playa. Blake estaba acostado sobre la toalla y yo estaba acostada en otra a su lado. No se nos veían las caras porque teníamos una gorra delante, pero estábamos besándonos.

El padre de mi novio. [Versión 2022] ✅Where stories live. Discover now