17. Lo maternal.

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Abrí los ojos mirando hacia el techo ya que ayer, obviamente, no le envié ningún vídeo ni ninguna foto a Blake mostrándole si de verdad estaba con su madre o dónde iba a dormir porque sí, dormí en la habitación de Ian con él.

Miré hacia arriba para ver qué estaba abrazada de una de sus piernas, pues él estaba sentado en la cama, con la espalda en la pared mientras me acariciaba la cabeza con dulzura. Me sonrió de lado.

—Buenos días, preciosa. —Murmuró agarrando mis brazos para quitarlos de su pierna y poder acostarse.

—¿Qué hora es? —Pregunté pensando en si me había dejado dormir.

—Las 6. Todavía tienes tiempo. Lo importante aquí es cómo estás. —Preguntó dejando un beso en mi frente.

Ayer, cuando nos despedimos de Eleanor y subimos a su habitación, con las intenciones de dormir al principio, no pude evitar sacar todo los nervios que tenía acumulados en el pecho en forma de llanto.

Tenía que desahogarme de todo lo que estaba pasando y de la conversación que acababa de tener con Blake. Luego quise que me hiciera olvidar absolutamente todo, así que entendí su pregunta.

—No quiero ir a buscarlo al aeropuerto. —Confesé cuando me abracé de su cuello.

—Puedo ir yo. —Sentí sus manos acariciarme la espalda cubierta con su camisa.

—Le dije que iría con Eleanor. —Me separé para verlo, quien se puso boca arriba, así que me apoyé en su pecho. —Si después de lo de anoche tú eres quien aparece, cariño, será peor para los dos. —Unos golpes sonaron en la puerta.

—¿Kay, estás despierta? —Eleanor habló en voz baja.

—Puedes pasar. —Ian habló dándole permiso y lo hizo sin mirar hacia adentro. —Puedes mirar también, Ellie. Está bien. —Ella miró sobre su hombro despacio. Me produjo risa su reacción e intercambié miradas con Ian.

—Oh, menos mal. —Eleanor se llevó una mano al pecho de alivio. —He preparado algo de desayunar antes de ir a buscar a Blake, como acordamos. —Asentí.

—Estaré ahí en dos minutos, en cuanto me cambie. —Me senté en la cama.

—Tenemos mucho de lo que hablar. —Dejó en el aire, sonrió contagiándome y se fue dejando la puerta media abierta.

—¿Me incumbe a mí eso de lo que tienen que hablar, preciosa mía? —Ian llamó mi atención y miré hacia atrás para verlo levantar una ceja.

—No sé... —Me encogí de hombros con fingida inocencia.

Cuando me fui a levantar, él tiró de mi brazo hacia atrás hasta que me recostó completamente sobre él. Comenzó a besarme y puso las manos sobre mi trasero, solo cubierto por la ropa interior, para acariciar hasta mis muslos, los cuales separó hasta que pasó mis piernas por uno de sus costados.

—Tengo que irme... —Murmuré sobre sus labios.

—No. —Sentenció entre risas subiendo las manos por dentro de mi camisa.

—Sí... Y tú... Tienes... Que ir... Al trabajo... —Intenté decir entre besos y sus caricias a mis costados. Subía hasta el lateral de mis pechos y volvía a bajar hasta mis caderas.

—Espera un poco, preciosa, porfi... —Habló con ese tono mimoso.

—No me hables así, cariño. Sabes que es mi debilidad. —Nos reímos con complicidad cuando acarició su nariz con la mía.

—Te necesito solo 5 minutos más... —Besó mi cuello y cerré los ojos cuando un suave gemido salió de mis labios.

Cuando moví la cabeza para darle un mejor acceso a Ian de que siguiera, miré hacia la puerta para ver que Eleanor estaba ahí, seria y de brazos cruzados porque aún no me había levantado, así que me incorporé para quedar sentada a horcajadas sobre Ian con las manos en su pecho.

El padre de mi novio. [Versión 2022] ✅Where stories live. Discover now