A segunda vista [L #1] - Último Otoño

Capítulo 7; ¿amigos? - VII

Al fin lunes, jamás creí que diría eso, pero tuve un domingo que se sentía terrible al tener que terminar mis tareas en un hotel con cientos de atracciones turísticas a mi disposición y sin poder usarlas por dejar todo a última hora. Aunado a que estaba varada en un lugar que debería ser considerado maravilla de la humanidad o como vaya la mención.

Mi llegada a la universidad es una locura, todos me saludan y son amables, no es como que normalmente me ofendan e ignoren, pero esto no es normal. Nada normal.

Por lo menos las tres primeras clases fueron casi habituales hasta el desayuno.

—Adiós Jo.

Me saluda desde las escaleras Aarón, uno de los chicos más apuestos de mi clase de biología.

—Te ves bien, Hasson —Me grita Maleny cruzándose en mi camino ¿Acaba de halagarme?—. ¿Te veré en mi fiesta, Jolie?

¿Acaba de invitarme? En mi vida me había dirigido la palabra.

—Mmm, ¿gracias? Dudo que pueda asistir.

Le devuelvo el saludo antes de avanzar muy a prisa hasta unirme a la fila y tomar una de las charolas de la cafetería previo a escoger mi desayuno e ir a sentarme con mis chicos.

—¡Pero qué rayos pasó Jo! —Abi se sienta entre Isa y yo con una de sus acostumbradas revistas de moda casi arrojando a nuestra amiga al suelo—. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?

—Explicate, por favor —le pido abriendo mi ensalada de frutas.

—Te fuiste todo el fin de semana con Isaí Livingstone —deposita sin tapujos y gran asombro.

—Ese es mi trabajo, consiste en asistirle —explico sin darle importancia.

—¡Sí, pero asististe al cierre comercial de la próxima línea de ropa de Andrea Roberts en Arias usando un vestido diseñado por Merliah Coleman! —zanja muy ruidosa sin dejarme continuar—. ¿Cómo es que aún tocas el suelo? ¡Viste a los productores Simmure y a Máximo Snyder!

—No sé de qué o quiénes hablas.

—Estás en un importante apartado de revistas de moda demasiado imponentes. ¡Las notas y fotografías las publicó Hannah Snyder! ¡Una vez publicó una nota del hospital donde trabaja mamá y expuso las anomalías que ella detectó de forma anónima como un favor claro! ¡La prensa cayó a los minutos gracias al alcance de esa mujer en el medio!

—¿Anomalías?

—Para que lo que pasó con su hermano o sea mi tío Máxime no se repitiera con nadie más.

La llegada de Daen y Maes como caídos del cielo interrumpió su ovación a los desconocidos con fama mundial, vienen acalorados por algún desafío en el campo de fútbol por lo que casi se desploman en las bancas, aún así prefiero escucharlos hablar de fútbol o su arduo entrenamiento a continuar conversando un segundo más de mi fin de semana con Abi.

—Hola —me saluda Maes colocando su charola muy cerca de la mía—. Así que somos amigos de una celebridad, Hasson en ese vestido azul alterarías a quien sea.

—A quien sea que no te conozca —debate Daen empujando a Maes para sentarse en medio de ambos casi terminando de mandar a Isa al suelo antes de devolverme una mirada amenazante—. ¿Qué demonios haces Hasson?

—Intento desayunar, ¿y tú? —respondo irónica ocultándome tras mi bebida.

—Que graciosa, ¿dama de compañía? —susurra tenso alarmando a nuestros amigos—. ¡Llevas una semana conociendo a ese tipo y sabrá Dios dónde estuviste estos tres días!