A segunda vista [L #1] - Último Otoño

Capítulo 11; Detalles - VII Especial

Daen Weller

Salgo tarde y agitado del laboratorio de fisicoquímica hacia la cafetería de la universidad, un idiota derramó sobre nuestra mesa una mezcla extraña de NaOh totalmente fiusha casi fosforescente al querer saber el nivel de acidez de su té helado. Ajá, justo en nuestra práctica con valor de un treinta por ciento de calificación. Detesto los equipos formados por orden de lista, se obtiene una extraña combinación de seres con iniciales paternales iguales.

Aunque claro nada malo pasó por un exceso de NaOh en una muestra de bebida carbonatada, pero como era de suponerse castigaron a todo el equipo retardando nuestra salida al descanso aunado a que debemos repetir el análisis. Jolie me pasó los dedos por la cara cuando su mesa de laboratorio salió antes que los pésimos integrantes que me asignó Tronchatoro o mejor dicho Mariza.

Cuando al fin logro salir del laboratorio la profesora me informa que el director me esperará más tarde en su oficina con buenas noticias al término de mi última clase, sé de sobra para que es, aunque no estoy seguro de poder tomar una decisión tan pronto.

En directo me dirijo a la cafetería con la esperanza de alcanzar algo decente en el menú. Tomo una charola y me formo en la fila de cobranza. Al llegar mi turno en la barra me decido por pasta fría, una hamburguesa, natilla de chocolate y una malteada de vainilla.

Al girar para salir de la multitud mi charola choca con la de alguien más y solo puedo disculparme.

—Perdón, estaba distraído mirando mi natilla.

—Si eso-eso puede... mmm, toma mucho tiempo...—responde una chica de cara redonda y aniñada con un conjunto bastante curioso, pasando a lo formal.

—¿Miranda Livingstone, no? —pregunto saliendo a la par de ahí.

—S-sí, ¿cómo lo sabes? —cuestiona rojiza.

—He leído tus aportes tecnológicos en las redes de la escuela. Además en tu blog tienes artículos interesantes sobre finanzas y buenas conclusiones acerca de marketing. Me imagino que la agencia de tu familia debe ser un buen referente para tus conocimientos.

—¿Te lo parece? Creí que nadie leía los blogs de la escuela.

—En realidad estaba buscando la sección de deportes, las porristas subieron fotos con mejor aportación que la NASA, así que prácticamente lo abrí por error —admito un tanto avergonzado al borrar su sonrisa.

—Oh —sus labios rosas quedan entreabiertos unos segundos y se cierran momentáneamente.

—¿Solo comerás eso? ¿Lechuga y esa cosa que va dentro de mis hamburguesas? —señalo las rebanadas de tomate.

—Sí, pensaba en otra cosa pero nada me convenció.

—Entiendo, la comida es pésima aquí a pesar de su excesivo costo —Ella continúa asintiendo sin moverse por lo que decido señalar la mesa donde están mis amigos pues no le veo intención de alejarse y eso ya es bastante incómodo—. ¿Vienes? Creo que eres amiga de Jolie ¿No?

—Algo así, ella es empleada de mi hermano.

Demasiada información.

Al estar más cerca del área de descanso noto que Jolie tiene una lluvia de migajas de borrador alrededor de su libreta, y su comida intacta, reconozco esos problemas trigonométricos a metros.

También lo despistada que es, la manera en que no puede disimular que es un caos esta mañana y todos los días. Al llegar la empujo con mi cadera para que se recorra al final de la banca dándome espacio.

—¿Qué haces? —le pregunto.

—La maldita tarea de los triángulos incomprendidos, no se ni como solucionar mis propios problemas y ahí andan queriendo buscar su estúpida x.