Capítulo 1

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"No puedes decirme que me conoces cuando ni yo misma lo hago"

Esther Ovelar.

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Un día simplemente todo cambia, parece que tienes una vida perfecta y que todo marcha bien, sin embargo, un día todo se va a la mierda y sucede un acontecimiento que te hace cambiar por completo, eso fue lo que me sucedió a mi. Y es tan doloroso dejar de ser lo que eras solo por un hecho que no pudiste evitar, te arrebatan tu felicidad y te conducen a la perdición.

Las vacaciones han terminado y ahora tengo que regresar a la escuela, volver a ver a mis amigos pero ya nada es igual, todo cambio para mal. Las vacaciones resultaron ser largas y horribles para mí, no te diré el por qué, seguramente ni siquiera lo quieres saber, de igual manera lo sabrás más a delante, ahora solo tienes que seguir leyendo para saber un poco más de mi asquerosa vida.

Jen es la chica popular y divertida. palabras de mis compañeros de escuela antes de que saliéramos de vacaciones, aunque esa Jen ya no existe y no saben lo mucho que la extraño, sin embargo, se que nunca más volveré hacer aquella Jen, me preguntó qué pasará ahora que regrese a la escuela y vean que ya no soy la chica feliz que paseaba por los pasillos rodeada de amigos, que ya no entraré a la escuela con una gran sonrisa en el rostro.

Limpio una lágrima que baja por mi mejilla, me veo en el espejo y no reconozco a la persona que está en frente, esa no soy yo. Cambie mi ropa de color por ropa negra, deje de maquillarme y sobre todo he dejado de sonreír, ahora solo porto un rostro pálido con ojeras por no dormir lo suficiente. Cepillo mi cabello por última vez antes de coger mi mochila e irme a desayunar con mi querida familia.

Bajo las escaleras y veo a mi madre quien se mueve de un lado a otro para tener un desayuno perfecto, tal y como mi padre le gusta. Ella alza la vista y esboza una sonrisa al verme, puedo ver algunas arrugas visibles en su rostro casado, esa señora con una cabellera rubia y con un delantal es mi madre la cual lleva el nombre de Eliza Scott.

—Buenos días, cariño —se acerca a mi y deposita un beso en mi frente.

—Buenos días, madre.

Me siento para poder desayunar e irme a la escuela, se que debo de comer un poco para que mis padres no me regañen. Mi madre se sienta y coloca sus manos en su regazo esperando a que mi padre baje para que ella pueda desayunar junto con él. Después de unos minutos los dos hombres de la familia bajan, bajo la mirada a mi desayuno como si estuviese concentrada en lo que hago, no quiero verle la cara a ninguno porque eso lo complica más, limpio mis manos en el pantalón y comienzo a desayunar.

Albert Johnson es mi padre, un hombre alto y delgado, con barba y ojos de color azul, tiene una carácter fuerte y siempre le da órdenes a todos. Y también está August Johnson mi hermano mayor que es la copia de mi padre ya que piensa y actúa como él, es alto, delgado y tiene unos ojos verdes al igual que mi madre. No hay mucho que decir de ellos, solo que son unos hombres que viven en las épocas antiguas donde el hombre era un machista de mierda.

—¿Qué es lo que llevas puesto? —pregunta mi padre.

Me mira de arriba abajo y no puedo evitar sentirme incómoda por la manera en que lo hace.

—Ropa —susurro.

—Esa ropa ni siquiera es de tu talla, ya no pareces mujer así nadie se va a fijar en ti.

Eso es lo que quiero.

—Esta pasando por una etapa difícil de su adolescencia y ella ya tiene novio —dice mi madre.

El rostro de la depresión #2 [✓]Where stories live. Discover now