El rostro de la depresión #2 [✓]

Capítulo 13

"Tengo el derecho de romperme las veces que sean necesarias con tal de que alguna de esas piezas encuentre su lugar"

— Elena Poe.

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Estoy sola y hace mucho lo he estado aunque no me había dado cuenta. Me he encerrado en la biblioteca, es una biblioteca bastante vieja y que tiene libros en mal estado, algunas ni pasta tienen y es por ello que nadie viene a este sitio, a eso debe que yo esté aquí. Mis manos tiemblan y aún no puedo respirar normal, mi mente está pensando demasiado rápido y simplemente no paro de pensar en todo lo que siento, el miedo, la desesperación y el odio. Todo esto que que siento se está convirtiendo en desesperación que pronto se convertirá en odio, solo quiero que todo pare, ya no quiero sentirme de esta manera.

La pregunta es, qué estoy esperando. Nadie vendrá ayudarme tal y como lo dijo Alex, estoy yo sola y nadie va a dejar de enfocarse en su vida para venir a salvarme. Entonces, me abrazo y me doy la seguridad que nadie me está dando, por primera vez me voy a dar ese amor que no me he dado durante años y voy a dejar de poner a los demás como prioridad y me voy a poner a mi, quiero darme ese amor y tranquilidad que nadie me puede dar más que yo misma. No importa cuan doloroso sea yo voy a salir de esto sola porque después de todo lo que ha pasado me lo merezco, merezco sentirme libre y feliz sin miedo a que vuelvan a tocar sin mi consentimiento. 

Me miró a través de un pequeño espejo roto, no sé porque está en este lugar y tampoco me interesa saberlo, con la manga de mi sudadera seco las lágrimas, respiro hondo y cierro mis ojos por unos minutos tratando de callar esas voces que me atormentan. Apoyo mis manos en la mesa que tiene algunas enciclopedias y vuelvo abrir los ojos, dejo salir todo el aire que estaba conteniendo y sonrió aunque no es una sonrisa genuina pero trato de convencerme a mí misma que todo estará bien. Ni siquiera me puedo ver bien en el espejo está demasiado roto y  el detalle no es ese sino que no me puedo ver en ningún espejo porque siempre estoy buscando defectos en mi para destrozarme cada día más. 

Salgo de la escuela cuando ya han salido todos, al menos quiero salir como si haya ido a clases, me aferró a las cintas de la mochila y camino tratando de irme lo más rápido posible. Sin embargo, afuera se encuentran los chicos como siempre en su círculo y seguramente criticando a todos los que ven, veo a Elliot que está golpeado en toda la cara y que yo recuerde Joe solo le dió un golpe en la mejilla, pero esté incluso tiene un ojo cerrado por el golpe que a recibido.

—¿Lo disfrutas? —pregunta Henry al ver que observo a su amigo.

—Mentiria si digo que no —me atrevo a decir, lo digo sin pensarlo dos veces porque si lo hago no lo diría.

—Después de todo Elliot tenía razón —dice Ryan.

—¿Sobre qué?

—Que te has estado follando a ese raro.

—No sé porqué lo dices.

—¿Quién crees que golpeo de esa manera a mi amigo? —pregunta y abro los ojos más de lo normal—. Fue él, y solo por la manera en que te trato Elliot.

—Él solo me defendió, algo que tú no pudiste hacer por tu novia.

—No podía defenderte de algo que es cierto.

—Da igual. Tu y yo ya no somos nada.

—¿Desde cuándo?

—Desde ahorita.