El rostro de la depresión #2 [✓]

Capítulo 5

"Sería bueno salir de aquí, irse, reventar, huir de los recuerdos de todo esto."

— Charles Bukowski.

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Dejo mi mochila en el sillón y me siento a un lado detallando la casa de mi novio, he venido varias veces aquí pero cada que vengo hay algo diferente, la madre de Ryan suele cambiar cada cuanto los objetos o asientos, dice que le hace sentir como si la casa fuese nueva, como cuando se encargaba de colocar las cosas el primer día que se mudaron a la casa. La señora Laura es una mujer muy educada y ella es la única que se encarga de cuidar y educar a Ryan pero no puede con él, necesita de su padre, sin embargo, este se fue cuando mi novio apenas tenía cinco años, fue difícil para él los primeros años hasta que fue olvidandolo poco a poco, ahora solo tiene vagos recuerdos de su padre. Ryan lloro demasiado cuando él se fue o al menos eso me ha dicho la señora Laura.

Ryan deja caer la mochila al suelo y me mira de arriba abajo con el seño fruncido, su postura grande y firme me hace sentirme pequeña y frágil, sin embargo, no bajo la mirada, lo miro directo a los ojos, esos ojos que me gustaron desde el primer día que los ví.

—Deberías vestirte como antes —murmura.

—Me gusta como me visto.

—A mi no —se sienta a mi lado y me da un pequeño beso en los labios, da por terminado el tema y cambia al instante a otro—. Llevamos un año de novios y creo que ya es hora de tener sexo.

Me tenso por completo, me muevo incómoda y trato de no mirarlo a los ojos, no quiero tener sexo con él, primero necesito mi espacio, necesito superar lo que me ha pasado.

—¿No es muy luego para tener sexo? —juego con mis manos para calmar mi nerviosismo.

Mi pecho sube y baja tan rápido como es posible, algo dentro de mí duele, en mi pecho.

—Ya espere demasiado, una relación está basada en sexo y nosostros llevamos un año sin tener nada.

¿Una relación está basada en sexo? Estoy confundida porque he visto a Henrry y Kelsie tener sexo casi siempre, tal vez él tenga razón y se basa en eso. Sin embargo, no creo poder tener algo con mi novio, no quiero terminar teniendo un ataque de pánico cuando comience él a tocarme. No puedo con la presión en mi pecho, el aire me hace falta y la angustia aparece al sentir mi pecho arder.

—Lo mejor será que me vaya —susurro.

Trato de levantarme pero Ryan me sostiene del brazo y me tumba al sillón, sus manos aprietan con fuerza mis muñecas causandome dolor, en un rápido movimiento queda encima de mí. Comienza a besar mi cuello, sus besos húmedos me causan solo miedo y pánico, su mano derecha junta mis dos muñecas y ejerce presión para que no pueda salir de su agarre, mientras que con su otra mano acaricia mi cintura y va subiendo lentamente.

—Solo déjate llevar, amor —susurra en mi oído.

Me muevo para lograr salir del agarre, sin embargo, no puedo, él tiene más fuerza que yo. Mis lágrimas comienzan a caer al sentirme igual que la primera noche en que destruyeron mi alma.

Sentí como alguien acariciaba mis piernas e iba subiendo lentamente, haciendo círculos con el pulgar, mi piel se erizo. Me removí tratando de que dejara de tocarme, mi sueño era tan profundo que pensaba que solo estaba imaginando o eso pensé hasta que pude sentir como bajaban mi pantalón de pijama. Abrí los ojos de golpe y todo era demasiado oscuro, no podía ver a la persona y entre en desesperación cuando me sujeto de las muñecas para que no pudiera moverme, su cuerpo entero estaba encima del mío, la respiración me hacía falta, quise gritar pero era imposible, una de sus manos me cubrió la boca.