𝑴𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑴𝒚 𝑯𝒖𝒔𝒃𝒂𝒏𝒅.♡

-14-

-還要別的嗎-

Mikasa.

Trost es un distrito bastante transitado, recientemente lo era aún más debido a los nuevos habitantes en ella. El alboroto de las personas me despertó en seco, y aún sigo algo exaltada.

Me libero del fuerte agarre de Eren y me deslizo suavemente entre las sábanas. Lo siguiente que hago es dirigirme a la pequeña cocina que tiene la habitación, mis sospechas son confirmadas, no hay comida en la pequeña despensa ni en los gabinetes que allí se encuentran.

La posibilidad de que en mi bolso se hallara comida es nula, pero no la descarté. El resultado fue justo como esperaba, no se encontraba nada y tome la decisión de alistarme e ir a comprar algunas cosas para el desayuno. Tome la falda plisada que use ayer, mi delgado suéter de siempre y una blusa de tirantes.

Cepille mis dientes, y después de asegurarme de que mi aspecto era presentable y no desordenado, salí con cautela de la habitación. La señora mayor que nos rento la habitación se encontraba atendiendo a personas nuevas, le ofrecí una sonrisa y extendí mi mano en forma de saludo, pero en cambio, ella sólo miró mi cuello de manera indecorosa y sólo volteé la mirada, decepcionada.

Pasó lo mismo con Lissette, no me equivoque al pensar que estaba siendo muy amable y no bondadosa para ser ella. Estaba haciendo lo que fuera para tener a Armin a su lado, sólo para ella, seguro cree que manteniéndolo a su lado con obligaciones y distracciones recuperará el lugar que perdió en su corazón. Ella insinuó que entre ambos existía esa clase de intimidad, y no es así. No hemos llegado a ese punto, entre nosotros sólo existes el sentimiento de amor y confianza, siempre lo ha estado. Podría dejarme caer si él se encuentra abajo para rescatarme, es mi lugar seguro después de todo.

El sol está resplandeciente esta mañana, provocando un caluroso ambiente y eso en sofoca un poco. No visto “adecuadamente” cómo diría mamá, pero preferí mi comodidad antes que cualquier cosa. Retiré mi delgado suéter y lo ate a mí cintura, la brisa de la mañana no pudo sentar mejor, mi temperatura se nivelo.

La última vez que visité Trost fue con Sasha, y le agradezco mucho por enseñarme lugares donde venden comida. Compré pan, vegetales y algunos huevos, necesitaba apurarme o Eren se volvería loco si no me encuentra. Para mi sorpresa, en Trost venden algunos embutidos, quizás por la mayoría de sus distribuidores.

En Shinganshina son bastante costosos y sólo los compran las personas con suficiente dinero. No entramos en ese grupo, pero gracias a mi padre los como ya que él es un cazador.

—Quizás deba hacer una sopa... —Dije en voz baja. —Hmm, disculpe ¿podría darme ese galón de leche?

—¿¡MIKASA!? —Habló un asombrada voz, y volteé de inmediato al reconocerla.

—¿Sa-sasha?

—¡OH, DIOS! —Exclamo. —¡ERES TÚ CHICA! ¿Por qué no me dijiste  que venías? —Pregunto con su acento sureño.

—Perdón, Sasha. Es algo que surgió rápido, no tuve tiempo de avisarte—Explique.

—Está bien, ¡lo bueno es que estás aquí! ¿Dónde está el señor Ackerman? —Empezó a rastrear con la mirada. —¿Y el niño grosero Falco? —Preguntó.

—No... No vine con ellos. —Respondí.

—¡Ahhhh! Ya entiendo. —Contesto. —¿Dónde está Misaki? No la veo, me encantaría saludarla.

—Tampoco vine con ella, Sasha.

—¿Entonces? —Preguntó curiosa.

—Vine con e-