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-情緒-

—¿Q-qué? Y-yo no entiendo nada...

Hange dejo escapar un pesado suspiro, y se acomodó las gafas.

—Según los que puedo deducir, fue una aborto espontáneo. No planeaba hacerlo del todo, pero te explicaré tu situación.

Mikasa asintió, muy atenta para el gusto de la castaña.

—¿A-aborto espontáneo? Yo... y-yo no podía estar embarazada, creí que mi periodo había llegado, s-sólo eso.

—Sí. —Respondió Hange al segundo. —En su mayoría, los abortos espontáneos ocurren alrededor de la semana doce, o antes de la semana veinte.

Mikasa estaba en blanco, y Hange pregunto. —Anteriormente... ¿Presentaste sangrado o manchado durante esta semana? —Mikasa dudo, y asintió.

—Hmm, si, un poco. P-pero pensé que era porque mi periodo se acercaba. —Dijo Mikasa.

—¿Calambres en el abdomen, espalda?

—S-sí.

—Oh, ya veo.

—¿Cree usted que eso haya sido el causante?

—Aún no estoy completamente segura, pero se acerca.

Mikasa se retorció en su lugar, y un quejido se escapó de sus labios. —E-estoy bien, Hange. Sólo me duele un poco.

—Que te duela un poco no es normal, no deberías mentirme.

—N-no, no lo hago Hange.

—Hay numerables factores que presentan riesgos para un embarazo.

Mikasa siguió mirando, en busca de respuesta.

—Aunque tu aspecto físico no lo indique, estás por debajo del peso estimado para una chica como tú. Y eso es principalmente riesgoso para un embarazo. —Explico la castaña. —Se han realizado estudios, y aunque no esté adecuadamente comprobando, las emociones fuertes son importantes factores para que se produzca un aborto espontáneo, el estrés excesivo, depresión, problemas de pareja y personalidad, cada una de ellas genera un problema que pudo llevarte a la situación a la que estás, aunque... Tú negación al embarazo pudo ser otro factor. —Dijo Hange con completa seriedad. —Tampoco debemos descartar la opción de que el feto no se encontraba desarrollado normalmente, por generalidad lo abortos espontáneos ocurren por este motivo.

Mikasa suspiro, y junto sus dos manos en el regazo, acariciando la áspera bata cubierta ligeramente de sangre. Recostó su cabeza en la almohada que se hallaba en el espaldar, analizó todo una vez más, el sentimiento la invadió y comenzó a lagrimear. —¿Un hijo, eh? Cómo no pude saberlo...

—Escucha, Mikasa... No es tu culpa que esto ocurriera, lo desconocías completamente.

—L-lo... lo sé, Hange. Pero quizás... Si hubiera sabido en el estado que me encontrará podría haberme cuidado más, quizás... esto no hubiera pasado.

—Tienes razón, Mikasa. Y aunque la situación en la que te encuentras se presta para que te sientas decaída, no es tu culpa la pérdida, repito, desconocías completamente.

Mikasa sollozo, y cubrió sus ojos con su muñeca. Las lágrimas bajaban por sus mejillas, y ahora le dolía el pecho, un natural vacío se asentaba allí. Derrepente, no pudo evitar pensar en Eren, y en su último encuentro. ¿Si no lo hubiera visto, ella podría seguir esperando...? Su mente se removió, y los recuerdos de la última vez que compartió intimidad con Eren la atormentaron, y el llanto empeoró. ¿Cómo pudo pasar por alto un detalle así? Ella tenía todo bajo control y según sus cálculos, esa semana estaba fuera de peligro, era seguro confiarse de más. Pero vaya error, siempre estaba mal confiar de mas, ahora sufría las consecuencias.

𝑴𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑴𝒚 𝑯𝒖𝒔𝒃𝒂𝒏𝒅.♡Where stories live. Discover now