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-整頓-

El juicio de Annie Leonhart había terminado con éxito, ella confesó todo lo que sabía de Marley y Reiner Braun, estaba más que convencida que debía pagar sus crímenes, y estaba apresada en las celdas subterráneas del cuartel general con estricta supervisión.

Armin la había estado buscando con locura, jamás imaginó que ella hablara en serio. Y se desconoció después de que ella lo dejo solo con su conciencia, la lastimo. Y tenía días intentando infiltrarse a verla, a suplicarle que lo perdonará.

Sus sueños habían estado atormentadolo, su última conversación y todo lo que vivieron juntos. Se despertaba en medio de la noche con la sensación de haber besado sus labios, y jamás había tenido un anhelo más grande que ese. Pero la situación estaba difícil con el comandante Smith monitoreando a Annie diariamente, y obligando a la chica a ir a investigaciones con el, para que confirmara la ubicación de sus viejos compañeros.

Sólo la vió de lejos y Lucia muy cansada, ¿Cómo habían estado tratándola allí abajo? Quiso decir algo, pero supo que él era el menos indicado.

Pero desde otro punto de vista, ¿Quién era él para exigir un poco de piedad en un corazón herido? Las cartas no habían jugado a su favor, y tanto fue su desprecio, que su odio fue compartido por ella. ¿De qué le servía recordar todo aquello? Él ya no era la víctima, y ella decidió pagar sus errores como una verdadera mujer. Pero este no era el instante para comparaciones.

Extrañamente, él estaba esperando un instante para leer el informe escrito del juicio de Annie Leonhart, e incluso estaba escabulléndose por los angostos pasillos de la polvoza biblioteca.

Un carraspeo particular le puso los pelos de punta, y se dio la vuelta como un cascanueces oxidado.

—¿A qué se debe su sigilo, Arlet?

Su manzana de Adán se acentuó al tragar incómodamente.

—Y-yo...

—Creo saber que ya leíste todos los libros de biología marina.

—Sí.

—¿Entonces...?

—...

La inmensa e intimidante presencia del hombre lo hizo estremecer. ¿Cómo alguien podría ser tan alto y con tanto carácter? ¡No se le escapaba nada!

—Annie Leonhart. —Leyó por las alturas. —¿Por qué quieres leer su expediente judicial? Creo saber que conoces con lujo de detalles el caso.

—Señor, no fui invitado al juicio.

—Porque así lo solicitó la acusada.

—Quiero leer su-

—¿Se le ha otorgado a usted un permiso para tomar los archivos?

—N-no.

—Entonces, devuelva eso a su lugar.

—Sí, comandante Smith.

Y bueno, su plan había fallado.

Otra vez.

Con pasos lentos, se retiró cabizbajo de la biblioteca, no contando con lo que estaba apunto de presenciar.

¿Por qué estaban llevando a Hoover y el resto esposados?

¿Fue gracias al veredicto de Annie?

¿Tendría ella buenas razones?

¿Y si había sido obligada?

Eren tuvo razón, pero a diferencia suya, él no iba a acusarle o recordarle el mal rato que estaba pasando. Pero es que, Eren se lo merecía, él lastimó a su amiga, Mikasa. Pero, por cierto, ¿Qué había sido de la vida de ambos? Lo último que supo fue que Mikasa estaba en recuperación la última vez que la vió.

𝑴𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑴𝒚 𝑯𝒖𝒔𝒃𝒂𝒏𝒅.♡Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz