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-維修-

Un silencio sepulcral se situó en el ambiente.

Ninguno de los dos amantes podía creerlo, esto... no era posible.

El castaño dejó de hacer lo que hacía para correr hacia el rubio y tumbarse junto a él en el suelo.

-¿Qué has dicho, Armin? -Preguntó preocupado.

-Él estaba bien... -Expresó. -Ibamos a marcharnos, y fui a despertarlo en la silla mecedora, pero él no... Despertó. -Dijo mirando a la nada.

-Joder, Armin, lo siento, en serio.

-Supongo que era algo que debía pasar. -El chico se secó los mocos y las lágrimas con la manga de su camisa. Y esbozo una sonrisa. -Al menos murió feliz.

Armin se sobresaltó al sentir el delicado toque de Mikasa, ella le sonreía con melancolía. -Eres fuerte. -Susurró ella.

Más de uno tenía el corazón hecho pedazos.

El castaño se dirigió a la habitación, salió portando sus prendas y Mikasa se encontró asombrada. Se puso de pie, y caminando hacia él dijo: -Olvidas tu camisa.

-Puedes quedarte con ella. -Fue lo único que salió de sus labios antes de marcharse por el marco de la puerta.

Mikasa se derrumbó en sollozos. Era la segunda vez que él le provocaba este sentimiento, sólo que esta vez ella había contribuido un poco.

-Tus padres volverán pronto. -Agregó el de ojos azules poniéndose de pie. -Vístete y arregla este nido sexual, luego me contarás qué pasó entre ustedes dos.

...

Cuando Eren llegó a casa, su madre no estaba allí. Todo se hallaba en completo silencio. Subió las características escaleras que más de una vez le dieron la bienvenida, y se adentro en el estrecho pasillo.

Al estar cara a cara con la puerta, no pudo evitar llevarse una sorpresa.

Zeke estaba sentando en la orilla de la cama, cabizbajo y fumando un peculiar cigarro. Sostenía aquella foto que su padre tenía.

-¿Zeke...?

Él giro de vuelta, lo miro y suspiro.

-Dime, Eren... ¿Alguna vez creíste que él fuera una mala persona?

-Eh?

-Pero creo que era imposible, fue irreconocible contigo. -Un sentimiento de extrañeza se posó en su pecho, y mientras los minutos pasaban, Zeke volvió a hablar. -Jamas imaginé que detrás de su fachada de estricto existiría un buen corazón.

-¿Qué demonios, Zeke?

-Ay, hermanito, no me entenderías.

Y quizás el rubio tenía razón, pues Eren jamás entendería el profundo vacío de su alma. Él desaparecía diariamente con su madre, y volvía para exigirle demandantes obligaciones, ¿Qué podría sentirse ser amado y comprendido? Lo veía a menudo, pero la ausencia siempre estaría en su corazón.

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⏰ Last updated: Apr 02, 2022 ⏰

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𝑴𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑴𝒚 𝑯𝒖𝒔𝒃𝒂𝒏𝒅.♡Where stories live. Discover now