˗ˋˏ ❁ ┋ Flower Boy Next Door

2.0

La luz inundaba el cuarto del joven. Sus pertenencias, en cajas, se apilaban en las esquinas. Volvía a mudarse.
De ese cuarto tan sólo quedaba revisar la cajonera y tirar aquellos papeles que fueran inútiles.
Mingyu encontró su antiguo diario refundido en un cajón.
Releyó lo que alguna vez había pasado por su cabeza.
Se maldijo por enésima vez al haber sido así.
Bendijo a Joshua, quien cuidó de Wonwoo como se debía de verdad.

Su prometido lo abrazó desde atrás.

—¡Encontraste tu diario!— Comentó él, animado. El moreno asintió.

—Me trae recuerdos.

Hojeó las páginas, observando su escritura cambiar de tonos de azul. No se le había dado bien mantener algo tan sencillo como un diario.
Sin embargo, se las había apañado para rehacer su vida por completo, tarea mucho más difícil. Sonrió ante aquel pensamiento.

Mientras caminaba hasta la panadería favorita de su prometido, pensó en aquello que había pasado hace seis años.
Wonwoo corriendo de Mingyu a los brazos de su hermanastro, Joshua. Este llamando a urgencias, para que recibiera ayuda poco después de haberlo acogido en su casa.

Puede que Mingyu tuviera ansiedad social, fuera maniático e incapaz para solucionar problemas que no tuvieran que ver con él, pero no era una mala persona.

Wonwoo realmente tenía una montaña de enfermedades mentales sin diagnosticar. Su baja autoestima lo hizo una presa fácil para su propia mente. Se dejó hacer por esta, creyéndole cuando esta le gritaba que no era suficiente. Que tenía que adelgazar. Que el dolor era sinónimo de amor.
Y cuando su segunda relación seria se vio en peligro, no pudo soportarlo.
Trató de suicidarse.

Su hermanastro lo pilló a tiempo, y una vez en la clínica de salud mental, fue diagnosticado. Anorexia nerviosa, bulimia, depresión grave. Todo a la vez, combinado con que él era débil daba a entender que Wonwoo habría tratado de terminar con su vida tarde o temprano.

Se pasó cuatro años internado allí. Mingyu y él solucionaron sus diferenciss y se siguieron viendo. Trabajando cada uno de ellos por su cuenta, para ser una persona mejor para el otro.

El día en el que Wonwoo salió del hospital psiquiátrico, Mingyu y Joshua lo fueron a buscar. Ambos le abrazaron, y Wonwoo sonrió, lleno de vida, por primera vez en años.

Su relación con Mingyu no tardó en florecer. Pronto se encontraron planeando un futuro juntos, y eventualmente, decidieron dar el gran paso: casarse.

La voz de la panadera lo trajo de vuelta a la realidad.

—¿Qué le pongo?

—Una baguette y dos croissants, por favor.

FIN

na: long time no see! el otro día entré a esta cuenta y me acordé de que nunca acabé este fic, tras pensarlo mucho decidí un final bonito, por más que me tentara terminar la historia en tragedia KJAAJJAJ

en fin disfruten del meanie y de sus vacaciones!
cuídense mucho <3