¡adaptación!
Win es un niño de siete años al que diagnosticaron con hafefobia a muy temprana edad. Bright es un niño de nueve años que no sabe por que tiene que jugar con otro pequeño que ni siquiera conoce y además parece tenerle miedo.
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comedia | relaciones chico x chico | temas sensibles escenarios muy rosas | soft | fluff | fobia au
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—Winnie...
Había silencio dentro de la habitación. Los padres de Win habían traído galletas y jugos de manzana en cajitas para ambos infantes, pero el de cabellos negros no quería hablar con Bright aún.
Bright sintió como sus ojitos se llenaban de lágrimas y sollozó.
Él realmente quería hablar con el menor.
La puerta se abrió levemente y un curioso Win observó al de cabello rubio.
—Bright, ¿Por qué lloras?
—Porque tú ya no me vas a querer nunca más.
—Yo si te quiero, sólo no quiero que vuelvas a hacer lo que hiciste.
—¿Entonces aún somos amigos?
—Sip, de los que comparten galletas.
Ambos niños llevaron los jugos y galletas hasta la mesita de la habitación de Win.
Comieron y Bright intentó hacer reír a Win con algunos chistes que había oído en la escuela. Sabía que el de cabellos negros nunca había ido a la escuela.
—Winnie, ¿Por qué te habías enojado?
—No quiero abrazos, nop nop.
—¿Por qué?
—No me gustan.
—Oh, está bien.
Bright le sugirió que fueran a ver caricaturas a la sala de estar mientras los padres de Win volvían de las compras.
Pero cuando iban caminando, Bright se detuvo y dio un saltito emocionado.
—¡Tengo una idea!
—¿Qué cosa?
—Yo te ayudaré a que te gusten los abrazos, así iremos a la escuela juntos y yo te cuidaré.
—¿Cómo harás eso?
El pequeño Win lo miraba ladeando la cabeza, algo confundido por todas las cosas que decía Bright. El chico hablaba mucho todo el tiempo.
—No lo sé aún, pero quiero ayudar. Iremos despacito, de a poquito. Como pasitos de pingüino.
Bright imitó los cortitos pasos de los pingüinos y Win rió a carcajadas.
