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comedia | relaciones chico x chico | temas sensibles escenarios muy rosas | soft | fluff | fobia au

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El cumpleaños número diez de Bright estaba a la vuelta de la esquina.

Sus padres le habían preguntado si quería una fiesta, para celebrar con sus amigos.

Pero Bright sabía que Win no podría asistir.

Y se sentía muy triste por ello.

Por lo que decidió que haría dos fiestas, una con sus amigos y otra muy pequeña sólo para Win y él.

Así, a la semana siguiente, Bright jugó y comió muchos dulces con sus amigos de la escuela el día de su cumpleaños. Al día siguiente invitó a Win a su casa por primera vez.

—Feliz cumpleaños, Brillito. Aunque fue ayer, pero no pude venir— Win hizo un mohín con sus labios.

—Gracias, Winnie.

Bright estaba acostumbrado a abrazar a la persona que le decía aquello, pero respetaba tanto al menor, que le dio su espacio y simplemente jugaron a las escondidas.

A Win le gustaba el jugo de manzana, así que Bright le pidió a su madre que comprara varias cajitas para el pelinegro.

El niño conocía a Win hace tan poquito tiempo y aún así sentía como si el de cabello negro fuera el mejor amigo de toda su corta vida.

—Te quiero, Winnie.

—Yo también a ti, Brillito.

—Pero aún no puedes ni siquiera darme la mano.

—No creo que los amigos tengan que darse la mano.

—Umh.

Bright ignoró lo que había dicho el menor sólo para seguir jugando los vídeojuegos que su padre le había regalado. Le enseñó a jugar a Win, pero el menor perdió en todas las partidas.

Pasitos de Pingüino ; 𝗯𝗿𝗶𝗴𝗵𝘁𝘄𝗶𝗻Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz