¡adaptación!
Win es un niño de siete años al que diagnosticaron con hafefobia a muy temprana edad. Bright es un niño de nueve años que no sabe por que tiene que jugar con otro pequeño que ni siquiera conoce y además parece tenerle miedo.
ᯅ̈♥︎'- a...
comedia | relaciones chico x chico | temas sensibles escenarios muy rosas | soft | fluff | fobia au
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Crisis de pánico: trastorno que puede desembocar en un deterioro importante en la vida cotidiana de la persona, llegando en ocasiones a paralizar al afectado. Con esto nos podemos encontrar inmersos en nuestras actividades normales y comenzar a sentir mareos, sudoración, nauseas, temblores, miedo o desmayos.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Win seguía llorando y Bright no pudo hacer otra cosa que llamar a emergencias.
Luego, se llevó al menor dentro del edificio y les pidió a los porteros que le prohibieran la entrada al hombre de la vereda del frente.
Sentó a Win en una silla y se colocó frente a él para mirarlo.
—Vamos, Winnie. Has esto por mi, inhala y exhala ¿Recuerdas? En pequeños pasitos.
—C-como... pin-pingüin-os...
Su respiración seguía demasiado agitada, hasta que perdió la conciencia y cayó en peso muerto sobre Bright. El mayor se espantó, desesperado comenzó a pedir ayuda.
Win se había desmayado por los fuertes mareos que había experimentado.
Bright lo acompañó todo el tiempo, luego de avisarle a su madre.
Fue con él en la ambulancia, estuvo allí cuando lo revisaron y ahora se encontraba sentado a uno de los lados de la camilla del menor.
Otra vez con un respirador en su rostro.
Sus ojos cerrados y su cabello negro que caía sobre sus ojos.
Bright no acostumbraba llorar, jamás lo hacía.
Pero ahora, tomó la mano de Win y la acercó a su rostro para darle un pequeño beso. Las lágrimas cayeron por sus mejillas, no había podido proteger bien a su pequeño.
—Lo siento, Winnie. De verdad, lo siento.
La madre de Win llegó rato después, encontrándose al adolescente con la cabeza apoyada sobre la esquina de la camilla y con la mano de Win entrelazada con la suya.
Acarició el cabello de su hijo y dio palmaditas en la espalda de Bright.
Win era afortunado por tener a alguien como Bright en su vida.
