Débil por ti - Clexa

Capítulo 3

Anya pov:

Observo como Clarke charla animadamente con otros niños en la aldea. Con el tiempo, ha hecho varias amistades. Veintisiete lunas desde que la conozco han pasado. Clarke se ha vuelto una de mis mejores segundas. La niña asustada del cielo ha desaparecido. Aunque, su comportamiento podría mejorar. La ira vuelve a invadirme recordando la escena de esta mañana.

Como cada día, despierto antes de que el sol salga. Al sentarme en la cama y pisar el suelo, mis pies quedaron atrapados en la madera, pegados a ella con algo pegajoso. Tratando de liberarme, tiré de un hilo en el suelo, dejando caer un balde con agua sobre mi cabeza. Por suerte, el agua logró despegar mis pies. Sin pensarlo dos veces, salí de mi tienda a toda velocidad a por la mocosa del cielo.

Clarke al verme salió corriendo, siendo perseguida por mi. Acabamos rodando colina abajo y dándonos una ducha en el lago. Mi orgullo no me deja admitir que acabé igual o peor de herida que la niña luego de la pelea. Hace tiempo los castigos fueron reemplazados por bromas en venganza. Clarke se sonroja ante algo que una de las niñas le dice. Perfecto, avergonzarla con ellos será suficiente.

Camino altanera hasta ellos, sentándome a su lado.- ¿Qué diablos quieres, Anya?- Pregunta enojada por interrumpir su charla.

-Solo saber si esa es la niña por la que tanto babeas.- Apunto a la niña a su lado. Sophie, la niña, se sonroja y todo el grupo carcajea.

-¡Pero qué dices! ¡Yo no babeo por nadie! ¡Largo, Anya!- Exclama escandalizada, su rostro tornándose aún más rojo.

-Qué va, si la niña es guapa. Consíguete una mejor, preciosa.- Le guiño un ojo a la niña, yéndome del lugar.

Puedo oír las risas mientras camino hacia la tienda. Poco después que entro, Clarke entra hecha una furia.- ¡¿Porque tenias que hacer eso?!

-Venganza, princesa.- Siseo con una sonrisa cínica.- Además, si te sonrojaste es porque te gusta. Si quieres te doy la charla, seguridad ante todo.

-¡Anya! ¡Por dios!- Tapa su rostro con sus manos.- Primero, ya se eso sobre la charla. Incluso antes de bajar. Segundo, joder que apenas tengo catorce, ni que fuera a hacerlo ya.

-Bueno, tienes dos amigas allí que te ayudarían mucho.- Señalo su pecho, que no ha parado de crecer.

-¡Pervertida!- Golpea mi brazo mientras carcajeo.- Tercero, solo somos amigas. Es guapa, no lo negaré. Pero no, no la veo de esa forma.

-Si, si. Lo que digas.- Le doy la razón como a los locos.

-Ughhh.- Sale de la tienda irritada.

Continuo carcajeando un rato más. Molestarnos entre nosotras es un gran hobby.

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Clarke pov:

- Y así, es como identificas el norte del sur observando los árboles.- Finaliza una explicación Anya, la cual he dejado de escuchar horas antes. Al ver que no respondo, arranca la hoja que estoy dibujando.

-¡Oye!

-Haciendo dibujos burlándote de mí no te salvará la vida.- Dice frunciendo el ceño, observando el papel en el que una Anya caricaturesca está enojada, gritando y apuntando los árboles. Para enfatizar lo gruñona que se pone, gotas de agua salen de su boca como si estuviera escupiendo. En la esquina inferior del dibujo, una pequeña Clarke está sentada con cara de sufrimiento.

-Admítelo, es una de mis mejores obras.- Sonrió burlesca.

-Ughh, no importa cuantos destruya, dibujas veinte más en el proceso.- Me revolea el dibujo disgustada. Carcajeo y eso solo la hace ponerse de peor humor.- Cállate, o te haré entrenar con Indra nuevamente.- Mi rostro borra todo rastro de diversión al instante, reemplazado por una expresión de horror.- Si, eso pensé. Ahora, tendré que volver a explicar todo. O, dejar que mueras por no haber prestado atención.