Débil por ti - Clexa

Capítulo 11

Clarke pov:

Colapso en la cama, los rastros del orgasmo aún en mi. Tan pronto recupero el aliento, me levanto, comenzando a vestirme. Siento como Nylah se remueve en la cama, girándose a mi. Recorre con su mirada mi cuerpo, el cual se va cubriendo con tela.- ¿No te quedas a dormir?

-Jamás lo hago. Sabes muy bien mis términos.- Contesto seria, colocando mis botas.

Se levanta, comenzando a vestirse también.- Puede. Pero tus términos no dicen nada de quedarse a charlar un rato.- Se coloca una bata, caminando hacia la cocina, buscando en las estanterías.

-Si quisiera una cita, me consigo una.

Carcajea un momento.- No necesariamente de esa forma.- Me extiende un vaso con agua. Se sienta en la mesa, indicando que haga lo mismo. Suspiro, complaciéndola.- Sabes, me has tenido intrigada por años. No es hasta ahora que consigo que calientes mi cama. Pero, vamos Clarke. Nos conocemos desde que caíste del cielo. Nunca fuimos cercanas, pero hasta un ciego nota el cambio que diste luego de ese año en Polis.

Tomo el agua de un trago.- Eso no te incumbe.

-Vamos, Wanheda. Deja salir a Clarke un rato.

-Sabes que solo ofrezco una noche y ya, Nylah. No vine a hacer amigos.

-Y jamás volveremos a hablarnos, si lo deseas. Pero apuesto a que necesitas hablar con alguien de porque vas saltando de cama en cama.- Sonríe sincera.

Miro el suelo un momento antes de hablar.- Me enamore de una chica en Polis, unos años mayor que yo.- Las palabras escapan de mi boca antes de que pueda contenerlas.- Me rompió el corazón. No apropósito, pero lo hizo. La encontré besándose con una chica. Éramos mejores amigas, nada más. Aunque mi yo más pequeña deseaba con todas sus fuerzas que fuéramos algo más.

-Debió doler. El primer amor es el más doloroso.- Comenta, con una mirada de entendimiento.

-Como era mi amiga, acepté conocer a su novia. Pero la perra se dio cuenta de lo que sentía y me dijo cosas horribles. Nada grave y verdaderas, pero que en su momento se clavaron a fuego en mi memoria. Le rogué a Anya que volviéramos.

-¿Y dejaste de sentir? ¿Nadie te importó nunca más?

-Anya me importa. Es mi familia, y la única a quien amo. No hay lugar para nadie más. No deseo volver a salir herida. Anya tampoco lo permitirá.

Asiente.- Bueno, supongo que no hay nada más que decir. Siempre tendrás a alguien que te escuche aquí, Clarke. Vuelve cuando quieras. Para hablar o algo mas.- Levanta las cejas sugerente.

Rio un poco.- Gracias, Nylah. Tal vez lo haga.

Me levanto, saliendo de la cabaña.

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Lexa pov:

Observo las estrellas desde mi balcón. El insomnio nuevamente me ha atacado. Sabiendo que no lograre dormir, me he levantado y leído un poco. La noche capturó mi atención, haciendo que deje esas historias a un lado. Suspiro, volviendo a sentarme en el sillón. Tomo el libro que estaba leyendo, volviéndolo a abrir en donde me quede. He perdido la cuenta de cuantas veces lo he leído. Tal vez porque me gusta la historia. Tal vez porque era de ella. Incluso, puede que sea por las notas a puño y letra de su perfecta caligrafía.

Luego de que Costia y yo termináramos hace unos meses, la soledad volvió a embargar mi vida. Me siento una idiota siempre que recuerdo esa tarde. Costia es, fue y siempre será una zorra. No tengo idea de cuantas veces me engaño y tampoco quiero saberlo. Supongo que ni siquiera le importaba ser cuidadosa ya, al ver que no haría pública nuestra relación y ella obtendría beneficio en ello.