Débil por ti - Clexa

Capítulo 20

Clarke pov:

Lexa aprieta mi mano, mientras esperamos pacientemente a que la sanadora hable. La manita de Madi se posa en mi pecho, mientras toma la leche. La mujer nos sonríe y algo en mi se revuelve, sabiendo de antemano lo que dirá.

-Felicidades, Heda y Wanheda, tendrán un bebe.

El silencio se hace con la habitación, mientras dejamos que nuestros cerebros procesen que es verdad. No es que no quisiéramos en un futuro tener otro hijo, pero ambas acordamos no tan temprano. Bueno, no importo lo que quisiéramos, porque embarazada estoy igual. La sanadora percibe nuestra inquietud y se retira, dejándonos solas. Madi acaba de comer y Lexa la toma, haciéndola eructar.

No hablamos, no hasta que Madi duerme tranquilamente en su cuna.- Estoy embarazada.- Susurro, no creyéndomelo.

-Si, hodness. Tendremos otro bebe.- Lexa se sienta a mi lado, rodeando mis hombros. Besa mi pelo, apoyando su mejilla en mi cabeza.- Vamos a estar bien, ya veras.

Llevo instintivamente mi mano a mi panza, la cual se que comenzará a crecer dentro de unos meses.- ¿Podemos mantenerlo en secreto? Al menos hasta el final del primer trimestre.

-Claro, lo que desees princesa.- Besa mi frente, luego se para y comienza a prepararse para partir a la reunión con Skaikru.- Aunque dudo que se lo podamos ocultar a Anya.

Carcajeo.- En eso tienes razón. Seguro le encanta volver a ser tía.

----------------------------------------------------------------------------------

-¡OH POR HEDA! ¡¿DE VERDAD?!- Grita Anya una hora después cuando le contamos.

-¡Shhhhh! ¡Como me la despiertes, te mato!- Grito-susurro, fulminándola, mientras apunto a Madi durmiendo en la cangurera.

Tapa su boca.- Upss, lo siento. ¿De verdad?- Vuelve a preguntar emocionada.

Lexa rueda los ojos y resopla.- Que si, Anya. Ahora dale, que llegamos tarde.

-No te preocupes, Lex. La reunión no puede empezar si Heda no llega.- La molesto, mientras me sonríe dulcemente.

Montamos, comenzando nuestro corto viaje desde Ton dc al campamento de los cien. De alguna manera, sé que a Lexa le entusiasma más que a mí el embarazo. Bueno, el embarazo no, más bien por el crío que viene después. Supongo que porque ella no tiene que pasar por todo esto. Aunque dudo que aguantarme le guste tanto.

-¡Oh, Heda!- Exclamo mitad de camino.

-¡¿Qué?! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te duele algo?! ¡¿Mareo?! ¡¿Vómito?!- Pregunta de carrerilla asustada Lexa.

-¡Voy a volver a estar gorda!- Anya comienza a carcajear, mientras Lexa se divide entre estar divertida o seria. Una sonrisa comienza a formarse en sus labios, pero se detiene cuando la fulmino.- Ni te atrevas.

-Si, señora.- Dice, agachando la cabeza.

Anya carcajea más fuerte, pero se calla cuando la fulmino, señalando a Madi. Ah, lo único bueno del embarazo. Nadie me quiere hacer enojar por estar con las hormonas revolucionadas. Poco después llegamos al campamento y desmontamos. Ya nadie se sorprende al vernos y la mayoría nos evita. No quieren hacer algo que pueda romper la frágil paz que tenemos.

Subimos a la nave y nos sentamos en los que se han vuelto nuestros lugares habituales. Lexa acaricia inconscientemente las pelusas que tiene Madi por cabello. Los Skaikru se acomodan y damos por iniciada la reunión. Intercambiamos información de cómo va la construcción, la caza, recolección, blah, blah, blah.

La charla es interrumpida por el llanto de Madi, quien se retuerce en los brazos de Lexa.- Creo que quiere comer.

Suspiro.- Bien, dámela.- Los Skaikru miran confundidos como Lexa me pasa a la niña.