Juego de seducción -Shigaraki Tomura-

19. No soy un puto terapeuta

Dabi suspiró. No había podido dormir nada, Tomura no había dejado de aporrear la puerta y suplicar, también amenazó con destruirla y con matarlo, pero no llevó a cabo ninguna de sus amenazas. Eran las once de la mañana y seguía ahí. Se hartó y decidió llevarlo a la guarida de Disaster. Ya le daba igual si se mataban entre ellos o no, quería paz.

—Vamos—le gruñó a su líder, saliendo de la habitación

Tomura lo siguió en silencio, con la respiración agitada. Tenía que arreglarlo con Akane ya mismo.

—¿Por qué habéis discutido?—preguntó Dabi

Tenía cierta curiosidad, pero sobre todo estaba preocupado por ellos. Él pensaba que Disaster y su líder encajaban bien a pesar de ser tan distintos, como si, de alguna manera, estuvieran destinados a estar juntos. No creía en las almas gemelas ni nada de eso, pero para esa pareja... quién sabe. Podrían llegar a serlo si se tomaban la molestia de comunicarse mejor.

—Ella mencionó que una de sus opciones era irse a otro lugar con su madre y me enfadé—

—Vaya—

—Le dije cosas muy feas, pero ciertas—

—¿Te arrepientes?—

—¿De lo que dije sobre su madre? No, para nada—suspiró—Pero sí de lo que dije sobre sus sentimientos por mí y lo brusco que fui—

—¿Qué pasa con sus sentimientos?—

—Le dije que pensaba que no eran reales como los míos, que estaba encaprichada conmigo y que al irse lejos conocería a alguien mejor y me abandonaría—reconoció, avergonzado

—Vaya, tengo un líder estúpido—murmuró Dabi

Shigaraki refunfuñó pero no dijo nada. Sí, era un maldito estúpido.

—Conozco a Disaster desde hace mucho tiempo—empezó a decir el de pelo oscuro—La conozco más de lo que a ella le gustaría y puedo afirmar que no tiene un capricho contigo. Te quiere y eso es muy duro para ella, si conocieras toda su historia sabías lo difícil que es para ella estar contigo de la forma en la que está, y que si no fuera porque te ama, no lo haría. Bromeo a menudo con ella y flirteo mucho, pero jamás intentaría nada con ella, porque he conseguido que confíe en mí y sé que siendo hombre es un logro enorme—

—Ella dijo que nunca os acostásteis—

—Lo intenté, no voy a mentirte, es una chica preciosa y sexy—Dabi se encogió de hombros—Pero me vi reflejado en ella cuando vi lo destrozada y rota que estaba por dentro, así que a partir de ahí la adopte como mi hermana y ella hizo lo mismo conmigo. Es un honor para mí tener su confianza y su aprecio, porque sentimentalmente hablando ella es la persona más pura que conozco—

Shigaraki se encogió un poco ante las palabras del mayor. Nunca lo había escuchado hablar de forma tan seria. Dabi se detuvo y metió sus manos en los bolsillos de los vaqueros.

—No le hagas daño, porque ella sufrirá más que una persona normal. Te quiere y se nota, para ella eres especial y único, no estaría compartiendo su vida de esa forma con otro cualquiera—miró hacia arriba, viendo como el cielo estaba oscuro. Probablemente llovería—Si ella decide dejarte, dale tiempo, pero no te rindas. Lo ha pasado peor que la mayoría de nosotros, es una cría todavía—

—La amo, Dabi—

—Lo que hagas a partir de ahora demostrará si eso es cierto—sentenció el mayor, teniendo un mal presentimiento

—¿Qué debería hacer?—

—Yo que mierda sé, no soy un puto terapeuta—

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